Solidaridad u Cena especial

Noche de ‘food trucks’ para las personas sin hogar en Ibiza

Alrededor de cuarenta personas sin recursos reciben el Año Nuevo con un plato de comida caliente en los ‘food trucks’ solidarios que durante la noche del lunes se suman al furgón de reparto habitual de Cruz Roja

Manolo, una de las personas usuarias de Cruz Roja, sopla para no quemarse con el perrito caliente que le acaba de entregar una de las trabajadoras que reparten comida en una de las dos food trucks que este lunes, día de Año Nuevo, se han unido al furgón de la Unidad Móvil de Emergencia Social (UMES) de Cruz Roja que reparte a diario (de lunes a viernes) cenas a personas sin recursos.

Unas cuarenta personas en situación vulnerable acuden a esta cita especial, en el bulevar Abel Matutes de Vila, para sacudirse el frío de enero con un plato de comida caliente, tanto sopa como perritos, empanadas y brownie, que reparten ocho voluntarios (el doble de los habituales) de la entidad y también los trabajadores de las furgonetas de comida que participan, financiadas por el Consell de Ibiza, en la iniciativa: Sa Trugeta Hot Dog y Santa Gula Empanadas.

Los vehículos se ubican en el espacio cedido por el Ayuntamiento de Ibiza para que la cita se envolviera de cierto aire navideño, alejado del que normalmente tiene cuando los furgones hacen el reparto junto a los Multicines y en el puerto de Vila.

Noche de ‘food trucks’ 		para las personas sin hogar | MARCELO SASTRE

Noche de ‘food trucks’ para las personas sin hogar | MARCELO SASTRE / Ángela TorresÁ.T

El plato de comida es, sin embargo, «la excusa», asegura Marilina Bonet, directora insular de Bienestar Social. «Lo que queremos es entablar contacto con ellos y, si podemos, ayudarles», añade. Mary Castaño, coordinadora insular de Cruz Roja, apunta que en muchos casos se trata de «personas que no van a los servicios sociales», por lo que se busca también crear un vínculo y poder echarles un cable desde la entidad.

Con el plus añadido de que estos ciudadanos gocen en estas fechas festivas, habitualmente sinónimo de manjares y encuentros familiares, de un momento que les evoque al hogar: compañía, charla «tranquila y distendida» y una ración de comida recién preparada.

La coordinadora insular piensa en cómo verán estas personas, la mayoría sin un techo decente bajo el que vivir pero con distintas circunstancias a sus espaldas, «el consumismo de estas fiestas».

«Hace poco hicimos las jornadas de sinhogarismo, sobre personas para las que el cielo es su techo, y ven cómo muchos de nosotros en estas fechas despilfarramos con cava, uvas y jamón del bueno. No me puedo imaginar qué pasará por esas cabezas cuando ni siquiera pueden tener un plato caliente. Sobre todo en noches frías como la de este lunes», expresa Castaño. Y es que cuando llega el invierno, aunque sea en Ibiza, es más duro vivir en una tienda de campaña o en una chabola.

494 usuarios atendidos

Este último año, el número de ciudadanos en esta situación «ha aumentado muchísimo». «Hay mucha gente que con la problemática de la vivienda viene a trabajar y se ve obligada a vivir en tiendas de campaña, coches, caravanas...», asegura Silvina Carrillo, trabajadora social referente del proyecto de personas sin hogar. Este año han atendido, dentro de la iniciativa que coordina, a un total de 494 personas, una cifra que duplica la del año anterior.

En ese sentido, desde Cruz Roja señalan que hay que «romper mitos» y no vincular el sinhogarismo con un «perfil concreto de dependencia», sino que el espectro es muy amplio. «En Europa está cambiando, pero en España y en la isla aún más», afirma. «No estamos hablando solo de usuarios que consumen sustancias, quizá el perfil más mayoritario anteriormente, sino de gente trabajadora que no tiene un lugar en el que vivir, con pensiones bajas o en situación irregular», continúa.

Es el caso de Jahdi, que mientras hace cola frente a una de las food trucks del bulevar, cuenta que es de Rumanía y que está a la espera de la documentación que le permitirá trabajar, con la mejor suerte, en unas dos semanas. Por el momento, tiene que acudir semanalmente a Cruz Roja para poder llevarse algo a la boca. «Hoy es un poco diferente, con la fiesta del cambio de año, es mejor para mí y para todo el mundo», valora en español con un marcado acento.

Noche de ‘food trucks’ 		para las personas sin hogar

Noche de ‘food trucks’ para las personas sin hogar / Ángela TorresÁ.T

Pensiones muy escasas

Manolo, otra de las personas usuarias y que ya hace años que recurre a la ayuda de la entidad, no está en búsqueda de empleo porque no puede. Se prejubiló y ahora cobra una escasa pensión de 500 euros después de haber trabajado toda su vida en diferentes oficios: «¿Y yo qué hago con 500 euros? Y eso que estoy solo, si estuviera casado, ni para pipas». Acude cuando lo necesita. ¿Y cuándo es eso? «Cuando el panorama está flojo», responde.

«Si veo que puedo apurar no vengo. Hay algunos que sienten pudor y no quieren que se sepa dónde comen», reflexiona encogiéndose de hombros. Un sentimiento que le es ajeno. Otra de las personas que disfruta, esta primera noche del año, de la cena especial es Arturo, de Chile, a quien muchos de los voluntarios saludan al llegar.

También está en situación irregular, en pleno papeleo, y, según relata, le suspendieron la pensión que cobraba, algo que le impide, a sus 68 años, trabajar para lograr un techo digno bajo el que dormir y vivir. «Me tuve que montar un chabolo allí, en ses Feixes, y pido dinero en una esquina. Todo con respeto, por supuesto», comenta.

«Hay mucha gente en la isla que vive en infraviviendas, sobre todo en el extrarradio de Vila y de Sant Antoni. En verano hay mucha gente que empieza a trabajar y llega un momento que ya no necesita ayuda. Pero hay quienes siguen teniendo trabajos precarios y solicitándola», añade.

Entre las personas que acuden a buscar su ración de comida están, además de los usuarios de Cruz Roja, algunas de las quince personas del Centro de Primera Acogida (CEPA), competencia del Ayuntamiento de Ibiza, y que también gestiona la entidad sin ánimo de lucro, detalla Lola Penín, concejala de Bienestar Social, mientras a su espalda, frente a las barras de las food trucks y bajo las lucecitas de colores, cuatro personas sin hogar esperan para una empanada, un perrito caliente o u dulce brownie.

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La iniciativa llevada a cabo este lunes por Cruz Roja junto con el Consell y el Ayuntamiento de Ibiza para que las personas con más necesidad surgió de «de un día para otro», comenta Mary Castaño, coordinadora insular de la entidad sin ánimo de lucro. La directora insular de Bienestar Social, Marilina Bonet, asegura, por su parte, que se juntaron con el propósito de organizar algo para Año Nuevo: «Y surgió esto». La cena solidaria estuvo organizada fuera del convenio que mantienen las instituciones con Cruz Roja. «Creo que vamos a quedar una vez al mes para que fluyan estas maravillosas ideas. Ha sido darle un color diferente», manifiesta Bonet, quien celebra el «éxito» de la convocatoria y la «alegría» de las personas que asistieron.

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