"La obra de Narcís Puget Riquer estuvo arrinconada"

"Con una técnica tan difícil como es la acuarela, tenemos un espectáculo artístico y una creatividad excepcional", asegura Miquel Costa, director Insular de Cultura y Patrimonio, en la presentación de la muestra ‘Narcís Puget Riquer. L’aquarel·lista d’Eivissa’, que desde hoy acoge Sa Nostra Sala de Eivissa. Joan Albert Ribas, uno de los comisarios de la exposición, explica que ésta "traza a través de su obra su recorrido vital". Detalla que el camino que prevé la presentación de 32 acuarelas y 24 fotografías comienza con las que describen paisajes de Eivissa, su lugar de nacimiento; sigue con las de Santa Eulària, "donde fue a vivir con su familia", y termina con los cuadros que describen "sus estancias en Formentera".

La última sección de las pinturas está dedicada a cinco retratos. Ribas comenta que en este último género "también alcanzó la excelencia" y destaca que algunas de estas producciones llegan "a la abstracción y salen del figurativismo". De estas acuarelas, tres muestran al padre del artista, el también pintor Narcís Puget Viñas. Esta muestra estará abierta al público de lunes a viernes de 10 a 13.30 horas y de 17.30 a 20.30 horas entre el 15 de diciembre y el 16 de febrero y el acto de inauguración está programado este jueves a las 20 horas.

La donación a Ibiza de Narcís Puget y su museo

Lina Sansano, la directora del Museo Etnográfico de Can Ros, opina que Puget Riquer "se dedicó a la acuarela porque era una persona modesta que tenía a su padre como un gran referente. Él debió pensar que no le podía hacer ni sombra". Ribas añade que algunas obras del pintor fueron seleccionadas para formar parte de una exposición en Londres que mostraba las mejores acuarelas de España: "Es el mejor acuarelista de la historia de Eivissa y uno de los mejores del país. Su obra estuvo arrinconada injustamente".

El organizador indica que el paralelismo entre la obra de Narcís Puget Riquer y su vida tiene limitaciones, ya que tan solo pintó durante diez años por un problema de salud que le hizo perder completamente la visión de un ojo. Como el autor comenzó con la fotografía a causa de su enfermedad, la exposición recoge algunas de sus instantáneas. Éstas reflejan paisajes locales, al padre del artista y a él mismo en diferentes momentos de su vida. "Muestra su investigación de la luz, el buen encuadre y los claroscuros. Son obras casi pictóricas", reflexiona Ribas.

Guillermina Puget, hija del pintor y comisaria de la exposición, explica que esta iniciativa conmemora el 40 aniversario de la muerte del autor homenajeado y señala que no se habían previsto celebraciones "de este tipo". Menciona que Puget Riquer evolucionó a "una pintura de menos elementos y se acercó a la abstracción" y descarta que su padre hubiese seguido esta tendencia debido a la pérdida de visión. Añade que podría "haber llegado a la composición abstracta" si hubiese continuado con su obra pictórica. La organizadora de la muestra, que realiza obras no figurativas, explica que aprendió de su padre la "visión poética de la pintura".

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