La nueva depuradora de Ibiza empezará con las pruebas en febrero de 2024

La previsión anunciada por el Ministerio de Transición Ecológica es que en junio se entregue al Govern y pueda funcionar a pleno rendimiento

"Prevemos que en febrero esté prácticamente terminada, podamos empezar con las pruebas y puedan dar los parámetros requeridos para mayo o junio para entregarla y que pueda ser gestionada". Son los plazos que ha dado el director general del Agua del Ministerio de Transición Ecológica, Teodoro Estrela, para la puesta en marcha de la nueva depuradora de Ibiza, tras una visita de obra para comprobar los avances de la instalación.

Estrela ha valorado como una "muy buena noticia" que las obras de las instalaciones de la nueva Estación de Depuración de Aguas Residuales (EDAR) estén a punto de acabarse, tras una visita que le ha llevado por todos los elementos de la infraestructura, desde la estación de bombeo que ocupará los terrenos de la actual depuradora, pasando por las canalizaciones de bombeo y llegando a las instalaciones de la depuradora en Sa Coma.

Respecto a la instalación de las tuberías de bombeo y evacuación de agua depurada, en cuyas zanjas aparecieron restos arqueológicos que han implicado más de un año de retraso respecto a los plazos previstos, indicó que están prácticamente terminadas. "Sólo queda un pequeño tramo, pero que estará finalizado muy pronto y ya será sencillamente cubrir".

A la visita también fueron invitados el alcalde de Eivissa, Rafael Triguero, el vicepresidente del Consell, Mariano Juan, y han acudido otros miembros de ambas instituciones y del Ayuntamiento de Santa Eulària. Triguero ha lamentado que la ciudad de Ibiza "ha sufrido durante años un infierno fecal provocado por el vertido continuo de aguas mal depuradas en pleno siglo XXI en el Mar Mediterráneo". Es por ello que ha celebrado la pronta puesta en marcha de este nuevo equipamiento para "aliviar y solucionar este gran impacto" que provoca la ciudadanía de Ibiza y sus visitantes.

Las distintas modificaciones en el proyecto, primero por la presentación de alegaciones que llevaron a modificar el trazado de las tuberías de impulsión y posteriormente por el hallazgo de restos arqueológicos en prácticamente todo el recorrido de estas canalizaciones, han supuesto un importante incremento económico del presupuesto, que, según ha detallado el director general de Agua, ha pasado de 25 a cerca de 40 millones de euros.