Una unión de ciencia y música para homenajear a José Luis Bofill

Las Jornades Astronòmiques, celebradas en el Recinto Ferial de Ibiza, homenajean al recientemente fallecido presidente de la Agrupació Astronòmica d’Ibiza, José Luis Bofill, con sus dos grandes pasiones: la astronomía y la música

Miguel González

A un lado del Recinto Ferial de Ibiza los padres persiguen a sus hijos entre varias actividades dedicadas a la astronomía. Al otro, el Cor de la Ciutat d’Eivissa prepara entre abanicos las últimas pruebas de sonido y voz antes de su inminente actuación. Los dos polos, ciencia y arte, encuentran en común un nombre: el del fallecido presidente de la Agrupació Astronòmica de Eivissa (AAE) y miembro del coro, José Luis Bofill.

«Para alguien como yo, a quien le gusta la ciencia y la música, ya emociona. Si encima, piensas que es para tu padre, no hay palabras. Es muy positivo que la muerte de una persona sirva para esto y espero que se pueda hacer más veces», explica emocionada Elisa Bofill, la hija del homenajeado.

«Él mantuvo la astronomía en Ibiza en marcha en unos momentos muy difíciles con una fe que poca gente tiene. El observatorio de Puig des Molins se mantiene en pie por el trabajo de José Luis Bofill en los últimos años», recuerda el secretario de la AAE, Pedro Pérez.

El secretario también hace referencia a la fructífera colaboración entre las entidades astronómicas de cada isla de Balears, ya que cada actividad estuvo organizada por una distinta. «Hemos hecho encuentros desde hace unos años y hoy todos están aquí. Hay un espíritu astronómico balear», explica.

Un niño observa el Sol por un telescopio. | MARCELO SASTRE

Un niño observa el Sol por un telescopio. | MARCELO SASTRE / Miguel González

Cohetes de agua

La actividad estrella de la mañana tiene lugar en la parte trasera del Recinto Ferial para tener espacio suficiente al aire libre. Pep Marcús, el presidente de la Agrupación Astronómica Club Newton del Pla i Llevant de Mallorca asegura ante tres filas de niños y padres que envuelven botellas de plástico con cartulinas, que «los cohetes son muy sencillos de fabricar, aunque la NASA diga lo contrario». Después de fabricarlos, los organizadores los lanzan con un compresor. «Nuestro récord son los 60 metros de altura», detalla Marcús.

Dentro de la carpa, alrededor de 15 carteles acerca de las aportaciones al campo de la astronomía realizadas por mujeres cubren una de las paredes. Chus Palomeque Aznar, la presidenta de la AAE comenta: «Eran las grandes olvidadas». Entre este conjunto de personalidades, Palomeque se queda con Alicia Sintes: «No porque sea mejor, sino porque la conocemos de primera mano. Siempre colabora con los centros de enseñanza para dar a conocer el trabajo de las astrónomas y el suyo. Me parece una labor maravillosa».

Enfrente de este mural, se encuentran varias fotografías de cuerpos celestes. Isis Planells, miembro de la AAE, explica que todas son de miembros de la agrupación y que una de ellas fue realizada en Chile mediante una operación remota desde Ibiza. «La foto de la Nebulosa de la Trompa de Elefante parece que tiene relieve y que se sale del cuadro. Normalmente se toman cientos de imágenes que se procesan, se apilan y se depuran para que quede este resultado final», aclara.

Una madre que acude con sus dos hijos señala: «Les gusta este tema y la idea es potenciarlo. Mi hijo quiere ser arqueólogo y fuimos a la conferencia de arqueología ayer en Puig des Molins».

Unos niños en una sesión del planetario inflable. | MARCELO SASTRE

Unos niños en una sesión del planetario inflable. | MARCELO SASTRE / Miguel González

«Un día para ver el Sol»

A la entrada de la carpa, Astromallorca ha dispuesto dos telescopios con filtros especiales para observar el Sol. Pedro Pérez bromea: «Tenemos un fantástico día para verlo, pero vamos a sudar». El alcalde de Ibiza, Rafael Triguero, tampoco quiso perderse esta sesión de las Jornades Astronòmiques: «He venido con mi hijo. Le gusta la astronomía, hemos visto el Sol y es una oportunidad para acercarle a este mundo, que es muy interesante».

En el interior, entre las exposiciones de carteles y fotografías se encuentra Joan Lluís Pons, el presidente de la Secció Astronòmica del Cercle Artístic de Ciutadella. El taller que organiza enseña a los más pequeños a construir un reloj de sol con cartulinas y después los prueban en el exterior para comprobar que funcionan. Elena Roig, una madre de Sant Jordi que ha traído a su hijo, afirma: «Explican los horarios de verano e invierno y las correcciones que tienen que hacer según la temporada y lo colocan en posición norte para ver si funciona».

Otra actividad propuesta por Astromallorca es la de una cúpula planetaria hinchable en la que caben hasta 20 niños, según explica el presidente de la organización, Alfredo Bonet. «Hacemos unos pases de las constelaciones, el sistema solar y la contaminación lumínica», indica. Paz Pedreros, que viene de Sant Rafel con su hijo, detalla: «Mi hijo de diez años quiere ser astrofísico y nos ha pedido que vengamos. Nos han enseñado una proyección sobre la contaminación lumínica y el mal que nos hace a los humanos y otras especies. También nos enseña que no somos conscientes del cielo por ella».

Un cohete de agua sale disparado ante la expectación de niños y adultos en el exterior de la carpa del Recinto Ferial. | MARCELO SASTRE

Un cohete de agua sale disparado ante la expectación de niños y adultos en el exterior de la carpa del Recinto Ferial. | MARCELO SASTRE / Miguel González

La actuación musical

El Cor de la Ciutat d'Eivissa se suma a las celebraciones de las Jornades Astronòmiques en el recuerdo a Bofill. «Ha cantado con nosotros de tenor durante 25 años», señala el director del conjunto musical, Miguel San Miguel. «Una vez participamos en unas jornadas astronómicas, pero esto es muy diferente y lo hacemos con mucha emoción», detalla.

Pedro Pérez afirmó antes del concierto: «Sabemos que este no es un recinto apropiado para la música. Por eso no tenemos palabras para agradecer al Cor que esté hoy aquí».

«José Luis ha sido una parte fundamental de nuestra familia. Este concierto es para ti», destacó con la voz quebrada y la mirada en el cielo el director del conjunto musical, San Miguel. Después de una larga ovación del público, el coro entonó un Pare Nostre musicado. Para finalizar el concierto, los vocalistas cantaron ‘Bona nit, blanca roseta’.

Una integrante del coro, aún emocionada tras terminar la actuación, explicó sobre Bofill: «Era un muy buen compañero que pasó muchos años con nosotros y esta es nuestra manera de darle un homenaje. Ha sido muy emotivo».

Después, varios miembros de la AAE se suben al escenario para interpretar más música. «Pedimos un aplauso para los del coro porque ellos han venido con ropa de actuar y nosotros ya estamos completamente sudados así», bromea un acalorado Pérez, que toca el saxofón vestido en camiseta y pantalón corto.

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