Hoteleros y CAEB rechazan la propuesta de las villas de Ibiza de liberar plazas turísticas

La patronal, muy crítica con la solicitud del alquiler turístico, apunta a que «si lo que más preocupa a los residentes es la vivienda, no tiene ningún sentido aumentar el parque de los inmuebles destinados a uso vacacional»

Vista aérea de la bahía de Portmany.

Vista aérea de la bahía de Portmany. / Vicent Marí

La Federación Hotelera de Ibiza y Formentera y la Confederación de Asociaciones Empresariales de Balears (CAEB) expresaron ayer su rechazo a la propuesta de la nueva Federación Balear de Viviendas de Alquiler Turístico (Febhatur), en la que participa la ibicenca Asociación de Viviendas Turísticas Vacacionales (AVAT, perteneciente a la Pimeef), de recuperar las 90.000 plazas congeladas en Balears por la moratoria establecida en la Ley Turística. De ese total balear, 9.000 se encuentran en las Pitiusas. En tono muy crítico, la patronal de los hoteleros señaló, a través de un comunicado, que «si el asunto que más preocupa a los residentes es la vivienda, no tiene ningún sentido aumentar el parque de las destinadas a uso turístico, en cualquiera de sus formas. No ayuda a la solución».

La Federación aboga, además, por la «prohibición absoluta del uso turístico» de las viviendas turísticas vacacionales situadas en edificios en régimen de propiedad horizontal. Los hoteleros ibicencos consideran que es «lo conveniente para el conjunto de la sociedad» de estas islas: «Para ello solicitamos al Govern que se vuelva a la redacción original de la ley, donde se especificaba que «en ningún caso se considerarán aisladas las viviendas independientes que se encuentran en edificios plurifamiliares o adosados sometidos al régimen de propiedad horizontal, quedando en consecuencia prohibida la comercialización de estancias turísticas en este tipo de viviendas».

Los hoteleros consideran que ya hay «demasiadas» viviendas turísticas aisladas y que «generan mucho tráfico y masificación en el campo»

Respecto a las villas turísticas aisladas, la patronal hotelera pitiusa considera que ya hay «demasiadas» y que no son inocuas para el campo: «Las casi 20.000 plazas autorizadas o en trámite en Ibiza son suficientes para nuestro destino, si no demasiadas». En ese sentido, recuerdan que suponen «un 25 % de la oferta clásica, hoteles y apartamentos turísticos». Y aunque admiten que, «sin duda, son también un atractivo para el destino y satisfacen una demanda, no todo son ventajas», pues «generan mucho tráfico y masificación en el ámbito rural, que no favorece la convivencia».

CAEB: «Liberar plazas ahora sería una medida precipitada»

José Antonio Roselló, vicepresidente de la CAEB, estima que «es un asunto que se tiene que estudiar bien», pues liberar ahora todas las plazas, tal como proponen los propietarios de viviendas turísticas vacacionales, «sería una medida precipitada en estos momentos». Roselló apuesta por una descongelación «moderada» del bolsín.

A su juicio, «en estos momentos no hay que hablar de cifras [las 9.000 plazas pitiusas], sino de cómo se abre la mano, de una manera muy prudente, pues la situación en la sociedad actual sobre este asunto no es pacífica, al margen de las ideologías». Se refiere por «no pacífica» al hartazgo de buena parte de la población local con la masificación que padece en plena temporada y con el encarecimiento de la vivienda. Cree que abrir esa espita en estos momentos, permitir que la actual oferta aumente de golpe en miles de plazas, generaría un rechazo frontal de la sociedad: «No sería bueno en estos momentos, por ejemplo, por razones medioambientales. Se ha de tener una visión de conjunto y hay que tener en cuenta los intereses generales de la isla».

AEDH: «Primero hay que poner orden»

Alicia Reina, presidenta de la AEDH (Asociación Española de Directores y Directivos de Hotel), apuesta, «ante todo, por el equilibrio». «No podemos -subraya- crecer a tope. Hay que buscar el equilibrio. El primer paso debería ser controlar la oferta ilegal, el intrusismo. Y poner orden, saber cuánta capacidad de acogida tiene este destino». Y una vez se tenga eso claro, «ver hasta qué número de plazas se puede crecer. Pero primero hay que poner orden en la casa». En la isla. «Y hablo, en positivo, de capacidad de acogida, no de carga, para saber hasta dónde podemos llegar», concreta.

A juicio de la presidenta de AEDH, la oferta ilegal «es la verdadera causante de la masificación y los excesos que estamos viendo. Por eso necesitamos tener datos reales, saber cuál es la situación para no consumir en exceso nuestro destino».

Consell: «La moratoria no tiene sentido en Ibiza»

El Consell de Ibiza, a través de un portavoz, recuerda que cuando fue aprobada la Ley Turística, «sin diálogo, ni consenso y sin querer conocer la realidad de la isla», ya avisó de que la moratoria era «una simple cortina de humo que pretendía reflejar un problema que no existe en la isla». La institución insular insiste, como ya dijo entonces, en que «Ibiza, desde 2004, ha decrecido en más de 3.000 plazas turísticas, y que en la anterior legislatura se pidieron sólo 149 nuevas plazas, por lo que el ritmo de bajas (muy superior al de altas) no justificaba una moratoria como la que hizo, por decretazo, Francina Armengol», expresidenta del Govern. Liberarlas, como propone ahora la AVTV, es «un debate irreal, pues llevamos años decreciendo. Lo que se decida no tendrá efectos reales en Ibiza. La moratoria de plazas no tiene ningún sentido ni efecto aquí».

IbizaPreservation: «Pedir más plazas es un sinsentido»

Inma Saranova, directora ejecutiva de IbizaPreservation, considera que, «después de un verano en el que se han vuelto a batir récords de visitantes, pedir más plazas turísticas es un sinsentido». Si se deroga la moratoria, «corremos el riesgo de alcanzar nuestros límites físicos, y ello pese a que los datos demuestran que el hecho de que no hayan aumentado las plazas no ha implicado un retroceso del sector en cifras absolutas, sino que estas han seguido aumentando», avisa. Apuesta por «desturistizar la economía» de las islas, donde hay «evidentes síntomas de saturación y de agotamiento de recursos que podrían acabar conduciendo a una situación de colapso ecológico y social». 

«Corremos el riesgo de alcanzar nuestros límites físicos, y ello pese a que los datos demuestran que el hecho de que no hayan aumentado las plazas no ha implicado un retroceso del sector en cifras absolutas, sino que estas han seguido aumentando»

GEN: "No hay que aumentar ni una plaza más"

En similar sentido se expresa Joan Carles Palerm, presidente del Grup d’Estudis de sa Naturalesa (GEN): «Me ha hecho gracia la noticia. La federación balear de alquiler turístico alega que no todo el decrecimiento ha de hacerse con sus plazas, como queriendo decir que también ha de afectar a los hoteleros. Pero debe haber decrecimiento y este debe hacerse, sobre todo, exclusivamente, en sus plazas. Son ellos los que facilitan que se puedan usar sus casas como alojamiento turístico». A su juicio, es esa oferta turística la que «provoca la sobreexplotación de la isla, pues las plazas hoteleras llevan mucho tiempo estabilizadas». 

Palerm considera que ha llegado el momento de «dar por hecho que no se podrá incrementar más el número de plazas. La moratoria es para pensar qué hacemos en el futuro. Y eso está claro: no hay que aumentar ni una plaza más. No es nada grave. Para la economía de esta isla no necesitamos más».

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