Raquel Gascón, ginecóloga de Can Misses: «Entre el 11% y el 13% de los partos son de mujeres de más de 40 años»

Raquel Gascón destaca que la mayoría son partos sin cesárea debido a la buena salud de las madres

Uno de los datos que más han sorprendido a Raquel Gascón, ginecóloga del Hospital Can Misses, al consultar los datos con motivo del Día Mundial de la Obstetricia y la Embarazada, es el de embarazadas que superan los 40 años: «Entre un 11% y un 13% de los partos de estos siete primeros meses del año son de mujeres de entre 40 y 49 años».

Lo que más destaca la ginecóloga es, además, que, lejos de lo que podría pensarse, la tasa de cesáreas entre estas gestantes no fue precisamente elevada. «Son datos normales», indica la especialista sobre estas mujeres a las que antiguamente, y aún ahora, algunos especialistas se refieren como «añosas». La cesárea se asociaba a ellas especialmente cuando se trata de primíparas, es decir, cuando tienen su primer hijo pasados los 40. «Pues resulta que, según comprobamos, tienen partos normales», afirma la ginecóloga de Can Misses, que relaciona esto con «los estilos de vida».

Alimentación saludable y deporte

Es decir, a una alimentación más saludable y a la práctica de deporte. La especialista ríe cuando se le pregunta si los 40 son los nuevos 35. «¡Y los 50 los nuevos 35!», bromea Gascón, que señala que el «límite» para un embarazo lo pone «la edad biológica de los ovarios». «A partir de una determinada edad no tienen la calidad suficiente», indica. En este sentido, la especialista reconoce que, en el caso de las mujeres que siguen tratamientos de fertilidad para tener un hijo a partir de los 40 años suelen prepararse antes de quedarse embarazadas: intentan tener un índice de masa corporal «correcto», siguen una dieta sana y realizan actividad física.

De hecho, señala que esta vida saludable no tiene por qué tener que ver con la edad, ya que puede haber mujeres que superan los 40 años que estén sanísimas y otras de 20 que lleven una vida más sedentaria, con mala alimentación y hábitos poco saludables. Gascón recuerda, además, que es importante estar preparadas no sólo para el embarazo y el parto sino, también, para lo que viene después: «Lactancia, no poder dormir bien y el estrés que implica tener un bebé. Está demostrado que la frecuencia de su llanto eleva los niveles de cortisol y el estrés».

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