Llama la atención

La falta de humanidad del conductor que atropelló y mató el martes por la tarde, en el camino de Benimussa, al ciclista ibicenco Bernat Ribas y luego se dio a la fuga, en lugar de parar a socorrerle tras arrollarle. Es prácticamente el mismo trágico guion del atropello mortal de Dani Viñals en 2017. Los accidentes ocurre, por desgracia, pero la omisión de socorro demuestra una ausencia total de empatía por la víctima que, en ocasiones, puede incluso marcar la diferencia entre la vida y la muerte de la persona atropellada.

Que un padre dejara a su hijo menor solo en un coche para irse de fiesta a un local de ocio nocturno de madrugada sin preocuparse de lo que podía ocurrirle. Una mujer escuchó el llanto desconsolado de un niño en el interior de un vehículo y avisó de inmediato a la Policía Nacional. Por suerte, el pequeño, que fue trasladado a un centro de acogida, se encontraba en buen estado y el padre fue detenido como presunto autor de un delito de abandono de menor y puesto a disposición judicial.