Un ‘joystick’ para cosechar en Ibiza

La Cooperativa de Sant Antoni estrena una avanzada cosechadora, una New Holland TC 4.90 que, en comparación con sus dos antiguas John Deere, parece un ingenio de la NASA. La pilota Juan Tur, expresidente de la entidad y novel en el uso de esta maquinaria

Vídeo: Nueva cosechadora de la Cooperativa de Sant Antoni

J.M.L.R.

Juan Tur parece un niño con zapatos nuevos. En la finca de Can Calbet, casi pegada a la carretera de Santa Eulària (junto a Eivissgarden), posa al lado de la flamante cosechadora New Holland TC 4.90 que la Cooperativa de Sant Antoni acaba de adquirir por 250.000 euros. Está encantado con este caro juguete. Por todo, por sus 2,4 metros de plegado y 4,8 metros de trabajo, por su rapidez y potencia y, sobre todo, porque la cabina tiene aire acondicionado y nevera, lo cual se agradece cuando, como ayer, se llega a los 31 grados a mediodía: «¿Quieres una botella de agua fresquita?», pregunta al redactor.

Un ‘joystick’ para cosechar |

El grano obtenido por la cosechadora. / J.A.Riera

Tur tiene que segar una hectárea de trigo de Can Calbet, un cultivo que pertenece a Vicent Sala, que usará el grano para alimentar a sus gallinas. Sala tiene un asador de pollos. Este año, el trigo «no ha granado bien. Alguno está a medio hacer, chupado», explica. Para proceder a la trilla, espera a que sean las 11 horas, que es cuando, aproximadamente, la planta ha perdido la humedad caída durante la noche. Para saberlo, coge una espiga y la desmenuza con sus manos: si el grano se separa limpiamente del resto, puede meter la cosechadora en el campo. Si no, «a tomar una cerveza y a esperar».

Un ‘joystick’ para cosechar |

Sala traslada un saco de grano mientras Tur maneja la cosechadora. / J.A.Riera

En 10 minutos, calcula, habrá completado la siega de la primera parcela, que se quedó a medias el domingo porque el silo de la máquina, con capacidad para 1.500 kilos (o dos metros cúbicos), se llenó. Para vaciarlo necesita la ayuda de Sala, que llega con un vetusto tractor John Deere al que acopla un saco. Llenan cuatro en apenas 10 minutos.

¿Y qué hacía Tur el domingo en Can Calbet? Practicar. Es novel en el manejo de la New Holland TC 4.90: jamás había estado antes al mando de una cosechadora. Aprovechó el día festivo para adquirir seguridad y conocer a fondo la máquina: «Mejor en domingo, para que nadie me vea si hago una tontería», comenta entre risas.

Eso sí, Tur, jefe de sección de la maquinaria de la Cooperativa (fue su presidente durante nueve años), lleva «toda la vida» (tres décadas) usando tractores y otros tipos de aparatos agrícolas. De hecho, asegura que la TC 4.90 es «muy intuitiva a la hora de manejarla», para lo que emplea un joystick, como si fuera un videojuego, para las principales funciones. Para vaciar el silo de la cosechadora, por ejemplo, sólo tiene que apretar un botón: con las dos John Deere antiguas de la Cooperativa, el proceso era más complicado y requería más esfuerzo físico, explica.

Aunque novato, los técnicos de la empresa le dieron un curso intensivo de tres días en Lleida y puede consultar con ellos cualquier duda, como la pérdida de aceite que sufría justo esta mañana. Ha bastado con enviarles un vídeo para que desde allí le explicaran cómo solucionarlo.

La tecnología es un placer

La diferencia con la maquinaria antigua es abismal. Parece un ingenio de la NASA: la New Holland le avisa incluso de si, al trillar, está rompiendo el grano: «Da gusto cómo te ayuda la tecnología». Gracias a que este año las lluvias han retrasado la siega, aún queda «un 40% de cereales por recolectar», explica, suficiente para conocerla a fondo este año: «Vamos muy retrasados, alrededor de un mes». También para hacer pruebas: en una finca situada entre Sant Llorenç y Santa Eulària comprobarán si, además de trigo o avena, puede trillar mostaza.

Una enorme nube de polvo surge al rellenar los sacos con el grano acumulado en el silo. Es la tierra que recoge la máquina al trillar, consecuencia de que el suelo está lleno de desniveles y surcos

Una enorme nube de polvo surge al rellenar los sacos con el grano acumulado en el silo. Es la tierra que recoge la máquina al trillar, consecuencia de que el suelo está lleno de desniveles y surcos. Si se mete la mano en el saco del grano, sale llena de polvo de tierra marrón. Dice Tur que eso no ocurre en Lleida, donde aplanan el terreno con un rodillo antes de sembrar. Quiere proponer esa práctica en Ibiza para mejorar el rendimiento y para, de paso, evitar que se rompan los dientes de la cosechadora al arrastrar tanta tierra o al impactar con las piedras: «Cuanto mejor esté el terreno, menos averías».

Falta de respeto en la carretera

De momento, lo único que le molesta de su uso es el trato que ha recibido en la carretera cada vez que mueve la New Holland de finca en finca: «Todo el mundo come pan, todos usan harina de trigo en alguna ocasión, pero cuando conduzco la cosechadora sólo recibo insultos de gente que no tiene paciencia y no comprende que esta máquina tiene una velocidad limitada». Concretamente, 30 kilómetros hora. «Sólo pido respeto. La cosecha sólo dura un mes. En Cataluña, por ejemplo, esto no sucede: si te ven con la cosechadora, se apartan a un lado de la carretera y aguardan. Da pena lo que sucede aquí».

Pensaba que lo haría en 10 minutos, pero tarda la mitad. A su paso, la cosechadora deposita un montón lineal de paja. El propietario aprovecha esa paja, tras empaquetarla, «como cama para el ganado». Pero hay otra opción, indica Tur: puede activar la picadora de la máquina y esparcir los restos en el terreno, que es una manera de incorporar nutrientes. «Eso no lo hacen nuestras cosechadoras antiguas».

De noche en Lleida

«Cuando contaba en Lleida cómo trabajamos con la cosechadora, bajaban la cabeza», detalla Tur. Allí no hay tantas dificultades para acceder a los terrenos ni estos están tan desnivelados, explica. Le fascinó lo que vio allí: por ejemplo, cuatro máquinas más grandes que la suya (con 14 metros de corte, una decena más que la de la Cooperativa) cosechando en paralelo de noche, «pues allí no cae el rocío». «Impone ver eso. Aquí todo es más pequeño».

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