Cooperación

Las aldeas nepalíes que reciben agua gracias a Ibiza

El Fons Pitiús de Cooperació aprueba el proyecto de Via Oberta a Nepal para suministrar agua potable a cuatro poblados

Es la cuarta infraestructura de estas características que impulsa la ONG ibicenca en el país

Un grifo en casa aún supone un lujo inalcanzable en buena parte del mundo. En zonas de abrupta orografía, como Nepal, abastecer de agua a la familia llega a ser una auténtica odisea que deben afrontar diariamente las mujeres. Es el caso de cuatro aldeas del área de Smali, cercana a Pokhara, la tercera ciudad del país, que en breve se verán liberadas de este suplicio gracias a la solidaridad que les llega de Ibiza.

En Pahrepani, Dhokamukh, Mandradhunga y Khuin viven cerca de 600 personas, repartidas en 95 casas. Se encuentran a un altura de 1.600 metros, mientras que el río en el que se abastecen de agua, a más de una hora a pie, está a una cota de 1.300 metros. El desnivel obliga a regresar cuesta arriba, con las garrafas llenas y varias veces al día. Cabe tener en cuenta que una familia en estos poblados gasta una media de 100 litros al día.

Estas dificultades se agravan aún más con las carencias de salubridad. «El agua que analizamos allí tenía de todo, hasta coliformes», recuerda Magí Ferrer, gerente técnico de Via Oberta a Nepal e ingeniero químico de formación.

Los orígenes

Esta entidad nació hace 20 años después de un viaje de dos ibicencos, Pepe Moreno y Jesús Bonet, sensibilizados por las humildes condiciones de vida que se encontraron en la aldea de Lauruk. Allí trabaron amistad con un niño de ocho años y les tocó tanto la fibra sensible que crearon la ONG. Ese pequeño, Santosh Subedi, ahora es chef y regenta el restaurante Namaste en el pasaje Castaví, en Vila.

Imagen de una reunión de Magí Ferrer y Santosh Subedi con el gobernador de Pokhara.

Imagen de una reunión de Magí Ferrer y Santosh Subedi con el gobernador de Pokhara. / Via oberta nepal

Durante todos estos años, Via Oberta a Nepal ha impulsado por su cuenta numerosos servicios de ayuda en Lauruk. Además, gracias a la financiación del Fons Pitiús de Cooperació, también emprendió la creación de infraestructuras de abastecimiento de agua, el pilar indispensable para que estos poblados agrícolas y ganaderos puedan desarrollarse dignamente.

El primer proyecto de suministro de agua se llevó a cabo en Lauruk, donde tiene la sede la delegación local de la ONG ibicenca. Tras el éxito de la iniciativa, siguieron el mismo ejemplo en otras tres aldeas: Gaire-Baire y Koelipani Dawa, donde ya finalizaron los trabajos, así como Singare Pame, que en estos momentos se encuentran en la última fase de ejecución. Ahora, disponen de un caudal potabilizado que se distribuye hasta sus poblados y que pueden recoger en las fuentes que se instalan frente a cada domicilio.

Supervisión in situ

Magí Ferrer viajó en agosto y septiembre del año pasado a Nepal para supervisar el estado de estas infraestructuras, acompañado de Santosh Subedi como intermediario con las administraciones locales. El buen funcionamiento de las instalaciones de Via Oberta a Nepal en unas aldeas cercanas a Pokhara, la tercera ciudad del país, ya eran tan conocidos que el gobernador de la zona le solicitó nuevas intervenciones.

Con esta nueva infraestructura, ya serán cerca de 3.000 personas y 490 casas las que se benefician de la cooperación ibicenca en esta región

De allí surgió el cuarto proyecto de estas características, aprobado en la convocatoria de ayudas para 2023 del Fons Pitiús de Cooperació, que podrá estar finalizado en el plazo de un año. Con esta nueva infraestructura, ya serán cerca de 3.000 personas y 490 casas las que se benefician de la cooperación ibicenca en esta región.

En este caso, el Fons de Cooperació, que financia el 80% de la inversión total, aporta 69.387 euros, mientras que el gobierno de Pokhara se hace cargo del resto, 17.347 euros. La solución de ingeniería a la que se deberá dar forma ha supuesto todo un reto para la ONG.

Unos niños juegan frente al consultorio médico que mantiene la ONG ibicenca en Laukur.

Unos niños juegan frente al consultorio médico que mantiene la ONG ibicenca en Laukur. / Via Oberta a Nepal

Los depósitos

Hasta el momento, los sistemas de distribución y potabilización de agua impulsados por Via Oberta llegaban por caída libre a a los poblados. En el caso de las aldeas de Smali, en su momento llegaron a tener unas canalizaciones que descendían desde un río que se encuentra a 15 kilómetros de distancia, pero quedaron inservibles en poco tiempo.

«Eran tubos exteriores de gran diámetro y muy rígidos para estar en un terreno tan boscoso, en la zona de los monzones y con cambios bruscos de temperatura. Se resquebrajaron todos». Recurrir otra vez al suministro de ese río, a una cota superior, solo era viable si se soterraban las tuberías. «Eso significaba perforar montañas y era inasumible para nuestro presupuesto», recuerda Ferrer.

La ONG en Nepal instruye a una coordinadora de salud y varias formadoras para que difundan prácticas de higiene y sensibilización en el buen uso de los recursos hídricos

Finalmente, advirtieron que la única opción era recurrir al mismo río que usan los vecinos e impulsar su caudal hasta las aldeas de arriba con una estación de bombeo, la primera que construirá Via Oberta a Nepal. La bomba conectará los depósitos donde se potabilizará el agua, uno de 20 metros cúbicos, junto al río, y otro de 35 metros cúbicos, sobre el poblado, desde donde llegará el suministro por caída libre hasta las casas.

El trabajo no queda ahí, ya que se está instruyendo a una coordinadora de salud y varias formadoras para que difundan prácticas de higiene y sensibilización en el buen uso de los recursos hídricos. «Las familias tienen que pagar una pequeña tasa cuando se les pone la fuente delante de sus casas para que así valoren el agua. Si se creen que es gratis, la dejan correr todo el día», detalla.

Ahora que ya está encauzado este proyecto, Ferrer ya empieza a darle vueltas a otra idea futurible. «Allí encuentras plástico por todas partes. Creo que sería viable incentivar económicamente a los vecinos para que los recojan y construir una planta donse se trituren, se fundan y se moldeen para convertirlos en suelas de sandalias».

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