La noche de las víctimas más inocentes de Ibiza

Joaquín y Alejandra Prat ejercen de maestros de ceremonias en la gala organizada este fin de semana para ayudar a los pequeños de la Fundación Conciencia

Marta Torres Molina

Marta Torres Molina

Aún no se han recuperado de la felicidad del fin de semana cuando la cruda realidad llama de nuevo a su puerta. Ayer por la mañana, Marisina Marí, presidenta de la Fundación Conciencia, y Alba Pau, una de sus personas de confianza en la entidad, aún estaban en una nube, celebrando el éxito de la gala solidaria, organizada por la Fundación Pacha y celebrada en el restaurante cabaret Lío. Una nube de la que bajaron de golpe cuando tuvieron que atender a unos niños, víctimas de malos tratos en su propia familia.

«Hace falta que se ponga en marcha de forma inmediata la Casa del Menor», comenta Alba Pau, a punto de salir para ayudar en este nuevo caso, uno de los muchos de pequeños y pequeñas que sufren abuso sexual o malos tratos que atiende la Fundación Conciencia al cabo del año. Precisamente a todos esos niños se dedicó la gala anual de la Fundación, a la que asistieron más de medio millar de personas.

Unos 40.000 euros

«Un total exacto de 506», destaca la empresaria Alba Pau, que, como explicó Marisina Marí en su discurso tras la cena, es ya una más, y muy activa, de la Fundación: «Conoce a cada niño, cada caso, llora de tristeza y de alegría con nosotros». Aunque de momento no han podido contar con detalle todo lo recaudado —ayer unos descansaron y otros tuvieron que atender a esos pequeños— calculan que el total rondará los 40.000 euros. Una cifra con la que Marí y Pau no pueden estar más contentas. «En la rifa se consiguieron unos 10.000 euros y entre 24.000 y 25.000 con el cubierto de la cena. Había una pequeña tienda en la que se recaudaron unos 500 euros y, además, está la fila cero, en la que habrá otros 3.000 euros. Eso sin contar con las aportaciones de empresas y particulares que se acercaron a ofrecernos una aportación mensual de cien euros o donaciones», detalla la restauradora.

La noche de las víctimas más inocentes

El empresario Ricardo Urgell, con el ramo de flores, celebra el reconocimiento que le ofreció la Fundación Conciencia / Fundación Conciencia

Los hermanos Prat

De la rifa se encargaron los hermanos Prat, Joaquín y Alejandra, dos de los rostros populares que acudieron a la cena. «La pasta es para esos niños que sufren malos tratos, para esos niños que sufren situaciones que parecen de otro mundo», indicó Joaquín Prat antes de lanzarse a remover las papeletas de la rifa. «Tenemos muchas ganas de que nos toque algo y de recaudar muchísimo dinero», señaló la presentadora, que, por primera vez en años compartió escenario con su hermano, según explicaron ellos mismos a los organizadores de la fiesta. El primer regalo, un vestido de novia de Rosa Clará, despertó la parte más jocosa de su hermana, Alejandra, que no dudó en coger el micrófono para bromear con la posibilidad de que le tocara a su cuñada, que se encontraba entre el público. «¡Es que es de novia! ¡A ver si se casan este año!», señaló, divertida Alejandra Prat buscando a su cuñada entre los asistentes.

Ella misma subió al escenario durante la gala —«creo que ha sido la mejor de todas las que hemos celebrado», opina— para vivir uno de los momentos «más emotivos» de la noche: un homenaje a Ricardo Urgell, antiguo propietario de Pacha. «Una persona que siempre ha estado ahí cuando la hemos necesitado. Para lo que fuera», señala Pau, que explica que ya tienen cerradas las próximas galas benéficas: la del próximo octubre será a beneficio de la Asociación Pitiusa de Ayuda a los Afectados de Cáncer (Apaac) y en 2024, la de junio para Magna Pityusa y la de octubre para DiverGent, de Formentera. «Hemos hablado con Trasmapi para asegurarnos de que habrá un barco en el que podrán regresar a Formentera todas las personas que vengan», destaca la empresaria, que lamenta que los casos de abusos y malos tratos a menores se han multiplicado en los últimos meses. «Están creciendo como setas, no podemos abandonarlos», indica Pau.