Agricultura

La sequía adelanta un mes la cosecha de forraje y cereales y merma su producción en Ibiza

Los campos de Ibiza llevan 73 días sin empaparse, lo que está afectando, principalmente, a los cultivos de secano: los cereales crecen menos de lo debido y, además, empiezan a ser segados porque se secan

Una campo con forraje cerca de Puig d’en Valls, ayer. | J.M.L.R.

Una campo con forraje cerca de Puig d’en Valls, ayer. | J.M.L.R. / josé miguel l.romero. eivissaj.m.l.r.

José Miguel L. Romero

José Miguel L. Romero

Ibiza lleva 44 días (desde el 27 de febrero pasado) sin registrar lluvias superiores a 1 mm, prácticamente ni una gota. Y las últimas mínimamente importantes tuvieron lugar el 29 de enero, cuando cayeron 10 litros por metro cuadrado. De esto último hace 73 días, casi dos meses y medio sin que el campo se empape, según los datos de la estación meteorológica en la Finca Experimental de Can Marines: «Sequía para el secano, acrecentado por los episodios de vientos intensos y secos de poniente que se han sucedido durante este tiempo», comenta Josep Lluís Joan, técnico de Promoción de la Calidad Agroalimentaria del Consell de Ibiza e ingeniero agrónomo.

El campo está seco y la producción agraria de secano se resiente, señala Antoni Tur Boned, Secorrat, presidente de la Cooperativa Agrícola de Sant Antoni, que alerta de que «está afectando a la campaña del cereal», hasta el punto de que «se ha adelantado» su cosecha, en algunos casos, hasta un mes: «Ya se está segando el forraje y la avena para animales», indica, cuando lo normal es que no se proceda a su siega «hasta mediados de mayo».

El problema no es tanto que se haya adelantado como que la planta apenas ha crecido: «El cereal, al tener este periodo tan largo sin lluvias, se ha quedado muy cortito [poco tamaño]. Ha hecho espiga más pronto de lo que debía. Seguramente será una campaña mala de cereal», cuenta Tur.

«Normalmente —añade—, empieza a secar a mediados de mayo, y estamos a principios de abril y ya se está segando, pues al llevar tanto tiempo sin lluvias, las plantas ya se están secando». Y deben cortarlas ya, pues «todas las especies forrajeras se han de segar en verde, no hay que esperar a que estén completamente secas».

Este agricultor prevé que «con la campaña de grano ocurra lo mismo y también se adelante». Y como consecuencia, que «las cantidades por hectárea sean mucho más bajas que otro años, seguro».

¿Y si lloviera en mayo, ya que no parece que vaya a caer una gota en abril? «Ya llegamos tarde. Hace mucho calor y el ciclo que le queda a la planta es muy corto. Ya no reaccionaría. Habría venido bien hace dos semanas», lamenta. Aun así, cree que es necesario que el campo se moje cuanto antes, pues beneficiaría a árboles como el algarrobo: « Este año parece que tienen más frutos. Pero si no llueve, se estresan, y lo que hacen en esa situación es soltar fruto. Se prevé una buena cosecha, pero si se mantiene la sequía se verá mermada».

«Los cultivos no tiran adelante como tocaría. Algunos llegarán a espigar, pero en poca cantidad y cortos de tamaño»

La falta de agua también repercutirá incluso en cosechas de regadío: «Los cultivos que tienen riego asegurado, como la patata o el tomate, han cogido un ciclo cálido desde marzo. Eso provocará que se adelanten cosechas en hortícola, incluso que haya un pico de subida de producción a principios de temporada». De seguir así la meteorología, teme que en pleno julio o agosto el calor vuelva a hacer mella en productos que ya el año pasado «padecieron una bajada de rendimiento», como el pimiento, el tomate, la berenjena y el calabacín: «Algunos agricultores incluso llegaron a sombrear cultivos, lo cual se plantean hacer este año de nuevo».

Mala cosecha

Coincide con su diagnóstico la presidenta de la Asociación de Productores de Agricultura Ecológica de Ibiza y Formentera (Apaeef), Maribel Juan: «La sequía está afectando al cultivo de cereales y forrajes. Al ser de secano, están sufriendo mucho». De ahí que este año «no se prevea una buena cosecha». Afecta tanto «al cereal, como a las harinas y a la alimentación animal. Los cultivos no tiran adelante como tocaría. Algunos llegarán a espigar, pero en poca cantidad y cortos de tamaño», indica Juan.

Entre que no cae una gota y que hace tanto calor y viento, «algunas plantaciones ya se están secando», afirma. En su caso siembra abono verde «para usarlo luego (incorporado en el suelo) en cultivos de huerta. Pero como no llueva ya no servirá para lo que ha sido sembrado», señala: «Unas gotas se agradecerían también para los cultivos de hortaliza de verano que estamos terminando de sembrar», añade.

«Los agricultores se la están jugando con los cereales en esta campaña», avisa Josep Lluís Joan, que también cree que «el secano es el más afectado por esta sequía, en concreto, forrajes y cereales», cuya siembra «fue tardía al haber llovido en enero y febrero, por lo que no se podía trabajar en el campo». Además, «el viento de las pasadas semanas también ha fastidiado al cereal. Se están jugando la campaña —reitera—. Si no llueve, no podrá crecer el cereal».

De momento, el almendro aguanta, comenta el técnico de Promoción de la Calidad Agroalimentaria del Consell: «También es de secano, pero por ahora soporta la falta de lluvias porque sus raíces son más profundas que las del cereal, que trabaja con 15 o 20 centímetros. Los cereales sí que viven de la lluvia. Pero las raíces de los almendros llegan a tres metros, exploran más terreno. Por eso ahora están espléndidos». Si sigue la sequía será otro cantar.

«Al empezar la temporada el consumo de agua se dispara y los acuíferos bajan, se nota. Pero de momento van bien»

Los acuíferos «aguantan»... de momento

Otra preocupación derivada de la escasez de lluvias son los acuíferos, según Josep Lluís Joan: «Los pozos están bien en estos momentos. Con lo que llovió a principios de año, los payeses calculan que aguantan hasta el verano. No es que estén espléndidos, pero tienen agua para regar en verano y salvar la campaña. Otra cosa es que, a finales del estío, los pozos queden agotados». Coinciden con él Toni Tur («se están manteniendo bien, pero si continúa esta situación, se prevé que a finales del verano no lo estén tanto») y Maribel Juan («de momento no sé de nadie que tenga problemas»), si bien esta última avisa de que la situación puede degradarse conforme empiece la temporada turística: «Entonces el consumo de agua se dispara y los acuíferos bajan, se nota. Pero de momento van bien».

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