Sant Josep aprueba 1,6 millones para nuevos proyectos y el PP critica que es «puro electoralismo»

Ara Eivissa critica el reasfaltado de un camino que sólo conduce a «grandes casas de dudosa legalidad»

Toda la oposición, incluido el edil de Ara Eivissa, a la derecha, conciden en una votación. | D. I.

Toda la oposición, incluido el edil de Ara Eivissa, a la derecha, conciden en una votación. | D. I. / eugenio rodríguez. sant josep

Eugenio Rodríguez Martos

Eugenio Rodríguez Martos

El pleno del Ayuntamiento de Sant Josep aprobó ayer dos modificaciones de crédito por valor de casi 2,6 millones de euros, a cuenta del remanente, para financiar, por un lado, una serie de proyectos que no se habían previsto en el presupuesto de este año (1,6 millones de euros en total) y, por otro, para aumentar la dotación económica de otras partidas ya incluidas en la cuentas de este año (casi 976.000 euros).

Entre las nuevas iniciativas proyectadas se encuentran la reforma del local de Protección Civil (275.000 euros), el derribo de la antigua edificación que se encuentra en la desembocadura del torrente de Cala Tarida (254.000 euros), la instalación de biondas para evitar que se aparque en la cuneta de la carretera de Cala d’Hort o el refuerzo de la carretera de Cala Molí y la renovación de la red de agua de esta urbanización (casi medio millón).

El portavoz del PP, Javier Marí, calificó las nuevas inversiones de «puro electoralismo» porque «como [el equipo de gobierno] no puede presentar nada, anuncia ahora que van a hacer...». «Ustedes hacen el juego del trile con el remanente. Es puro escaparate y cuando se abre la tienda se ve que no hay nada detrás. No van a hacer nada», recalcó Marí.

Todos los grupos de la oposición, incluido el concejal de Ara Eivissa, Josep Antoni Prats, se abstuvieron en este punto del orden del día. Prats justificó su negativa a apoyar la modificación de crédito para las nuevas inversiones porque entre ellas figura una de 42.666 euros, «menor pero simbólica», para reasfaltar el camino de sa Serra d’en Trontoll, en la zona de Cas Costas, de máxima protección (ANEI y LIC) y que, en su día, fue asfaltado por un gobierno del PP y que recibió «duras críticas» de la izquierda.

Este camino conduce sólo a grandes casas de «dudosa legalidad cuando se construyeron» y en las cuales se lleva a cabo «una actividad también de dudosa legalidad», justificó el concejal.

Curiosamente, la concejala de Vox, Pino Vidal, utilizó el mismo argumento en oposición a esta inversión y agregó que «no se puede asfaltar un camino en una zona de alto nivel de protección» y «la Administración debe cumplir también la ley». «No es justo ni legal ni ético», recalcó Vidal.

El segundo teniente de alcalde, Vicent Roselló, respondió que, si en su día «se hizo mal [al asfaltarse], mal hecho está». «Pero hoy está asfaltado y tiene deficiencias importantes, por lo que se ha de arreglar para que no provoque más daños a los vehículos», agregó.

Medio millón para Cala Molí

El PP y Vox también criticaron que se destine medio millón de euros a «una urbanización que no está recepcionada con casas que no bajan de los cinco millones», según dijo Vidal. Marí recordó que había un proyecto antiguo para que lo financiasen los propietarios mediante el sistema de contribución especial, algo que el alcalde, Ángel Luis Guerrero, negó. Al menos «esa era la intención», según aclaró el portavoz del PP en su réplica.

El pleno también aprobó una modificación de crédito de 976.000 euros para ampliar una serie de partidas, como la de las obras de reforma de la calle Murtra, la principal de Platja d’en Bossa. En total, se suman 365.00 euros a la partida inicial presupuesta este año de 530.000. El sobrecoste se debe a actuaciones en la red de saneamiento sobrevenidas tras comprobarse el estado de las canalizaciones.

Sin embargo, el portavoz del PP recordó que, sumando al sobrecoste aprobado el año anterior, la obra de la parte de Sant Josep costará 1,4 millones, el doble de los 700.000 euros del presupuesto inicial. El total, sumando el tramo de Vila, asciende a 2,5 millones. Parte se sufraga con los fondos del Estado para compensar la quiebra del turoperador Thomas Cook.

Aparte de la falta de previsión en las infraestructuras, Marí también advirtió de que «dos autobuses no pasan a la vez» después de reducir el ancho de la calzada. Roselló lo negó y, al final del pleno, explicó a este diario que después de que se hiciera una prueba con dos buses y se constatase que no había suficiente espacio, se amplió un poco más la calzada. El alcalde informó de que ya se está asfaltando esta calle y que sólo queda pendiente la llegada del mobiliario urbano, que se está retrasando.

Residuos en Cala Tarida

También se añaden 371.000 euros a la partida de 425.000 euros prevista para disciplina urbanística para pagar la retirada de las embarcaciones y los residuos acumulados en una finca de Cala Tarida que se ha convertido en un vertedero incontrolado. La concejala de Vox calificó de «escandaloso» que el coste sea de 800.000 euros y pidió al equipo de gobierno que revise el presupuesto porque, por ejemplo, la retirada de cada colchón (25 en total) tiene un coste de 42 euros por unidad (1.000 euros en total).

Casi 40 minutos de 'tercer grado' de un ciudadano al alcalde

Fueron exactamente 37 minutos, aunque al alcalde, Ángel Luis Guerrero, seguramente tuvo la sensación de que fueron muchos más. Al final del pleno, en el turno de preguntas para el público asistente, una de las dos personas presentes, residente en Sant Jordi, tomó la palabra para someter al alcalde a una especie de tercer grado sobre el balance que tanto Guerrero como el concejal Pere Ribas expusieron en el Ágora de Sant Jordi sobre las obras llevadas a cabo.

Este ciudadano, afectado por el derribo del muro ilegal de la calle s’Espalmador, empezó preguntando por una denuncia contra un vecino por tener un escalón y una pequeña rampa, que ocupan la estrecha calle, para acceder a su casa y garaje.

Fundamentalmente, la larga intervención de este residente despechado se basó en cuestionar si las actuaciones llevadas a cabo por el Ayuntamiento se pueden catalogar o no como obras y si, las acometidas en Sant Francesc, se pueden incluir en el saco de las de Sant Jordi.

El alcalde le llamó la atención reiteradamente para que concretase preguntas. Por ejemplo, cuando este residente echó en cara a Guerrero el haber dicho que la plaza de Sant Jordi es «la más fea del mundo» y éste le instó a que concretase la pregunta.Entonces, dijo: «¿Por qué le gusta herir a la gente de Sant Jordi siendo usted de otro pueblo?». El alcalde respondió que no hiere a nadie y que «la gente necesita que se reforme la plaza pese a que alguna familia tenga intereses». 

Guerrero también le tuvo que llamar al orden por varias «faltas de respeto» e incluso, cuando este ciudadano dijo que el Ayuntamiento «roba», el alcalde le lanzó la siguiente advertencia: «Esta acusación le puede causar un disgusto. Aquí no ha robado nadie».

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