Infraestructuras en Ibiza: El acceso a Siesta y Can Ramon tendrá carril bici, una rotonda y aceras

El Consell saca a concurso la remodelación de la carretera que une estos barrios con Santa Eulària por un presupuesto de 3,6 millones de euros

Vídeo del proyecto de mejora de la seguridad y conectividad peatonal de Can Ramón y Siesta

Consell de Ibiza

Josep Àngel Costa

Josep Àngel Costa

El tramo de la carretera que enlaza los barrios de Can Ramon y Siesta con la carretera de Santa Eulària quedará completamente remodelado con una plataforma más ancha, aceras y carril bici. El Consell de Eivissa ha sacado a concurso las obras para mejorar la conectividad y la seguridad del tráfico en estos núcleos, con un presupuesto base de 3,6 millones de euros, cofinanciados por los Fondos Next Generation de la Unión Europea.

La previsión es que los trabajos estén adjudicados en unos dos meses, aunque se pospondrán hasta después del verano, y que puedan alargarse hasta un año. En cualquier caso, durante la temporada solo se llevarían cabo intervenciones que no afecten al tráfico, limitándose a la limpieza de cunetas o la parte que se ampliará para la nueva infraestructura, según detalló el vicepresidente del Consell y responsable de Infraestructuras Viarias, Mariano Juan.

El área que se remodelará comprende el tramo de la carretera de Cala Llonga (EI-100) que va desde el barrio de Can Ramón hasta la carretera de Santa Eulària. El proyecto contempla tres zonas de intervención diferenciadas, con una rotonda para regular el tráfico en el actual cruce con el vial de acceso a es Puig d’en Fita (Siesta).

Imagen del cruce de acceso al barrio de Siesta.

Imagen del cruce de acceso al barrio de Siesta. / D.I.

Tres tramos diferentes

El primer tramo, entre Can Ramón y la futura rotonda, mantendrá los seis metros de anchura de la calzada, pero se habilitará un nuevo carril para bicis y peatones en el lado izquierdo de la carretera en dirección a Santa Eulària. En el lado derecho, el actual muro de piedra seca, ahora pegado al carril de circulación, se trasladará a tres metros de distancia para crear un arcén de seguridad y «facilitar futuras actuaciones», según consta en el proyecto.

La nueva rotonda que sustituirá el cruce existente para acceder a Siesta se planifica, principalmente, ante la alta densidad de tráfico que se produce durante el verano y para evitar retenciones o accidentes.

Entre el cruce de Siesta y la carretera de Santa Eulària, se habilitarán aceras de dos metros de anchura a ambos lados de la vía

Finalmente, el tramo entre esta glorieta y la carretera de Santa Eulària será el que experimentará una mayor transformación, con un carril bici de 2,5 metros y, además, aceras de dos metros de anchura a ambos lados de la vía. Igualmente, la plataforma para la circulación de vehículos a motor se ampliará a ocho metros.

En esta última área de intervención, el carril bici, al contrario que en la parte de Can Ramon, discurrirá en el lado derecho de la carretera en dirección a Santa Eulària. Por ello, se habilitará un paso de cebra unos metros después de la salida de la glorieta para enlazar los dos viales. En las inmediaciones de la rotonda se habilitarán sendas paradas de autobús en cada uno de los sentidos de circulación.

Plano del tramo de la carretera EI-100 ue será remodelado

Plano del tramo de la carretera EI-100 ue será remodelado / D.I.

El proyecto también implica el soterramiento de los tendidos aéreos eléctricos y de telefonía, así como la instalación de farolas. De hecho, aunque las obras tienen un plazo de ejecución de nueve meses, Mariano Juan contempla que puedan alargarse hasta un año por los trabajos que deba acometer Endesa para la sustitución de sus tendidos.

Juan indicó que el Consell asume la mayor parte de la financiación de estos trabajos con los remanentes de tesorería y lamentó que no se ha podido contar con la aportación del Gobierno central mediante un nuevo convenio de carreteras.

El proyecto también implica el soterramiento de los tendidos aéreos eléctricos y de telefonía

Convenio con el Estado

Se da la circunstancia de que la remodelación de este tramo de la EI-100 es uno de los que forma parte del listado de inversiones, por un total de 120 millones de euros, que el Consell reclama al Gobierno. Con esta fórmula, la institución tenía la intención de seguir con la remodelación de las infraestructuras viarias después de ejecutar todas las obras previstas en el anterior convenio de carreteras con el Estado.

Finalmente, el Gobierno prevé que las inversiones para infraestructuras viarias se canalicen a través del factor de insularidad que incluyó en el Régimen Especial de Balears (REB), en vez de como los anteriores acuerdos con los ejecutivos insulares. «Este factor de insularidad se da a la comunidad autónoma, así que tendremos que pedir al Govern que compense a los Consells y seguir reclamando un convenio al Gobierno central», incidió.

Como ejemplo, recordó que la reforma de la carretera de Sant Josep a Sant Antoni está presupuestada en unos 20 millones de euros, una inversión que «de ninguna manera» puede asumir el Consell con un presupuesto ordinario para vías que no supera los tres millones anuales.

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