PLENO DE SANT ANTONI

El alcalde mantiene la obra de Okuda pese al rechazo del pleno

El secretario del Ayuntamiento afirma que «sí que se pueden licitar, sin tener la titularidad de los terrenos», las obras de eliminación de barreras arquitectónicas y construcción de aceras de Can Bonet y ses Païsses, aunque Marcos Serra afirma lo contrario

José Miguel L. Romero

José Miguel L. Romero

El pleno del Ayuntamiento de Sant Antoni ha aprobado, con los votos en contra del PP y de Cs y el apoyo de Unidas Podemos y PSOE-Reinicia, la propuesta de El Pi para que el equipo de gobierno «desista» de decorar la calle Santa Agnès, en pleno West, con las obras de los artistas Okuda y Misterpiro.

El alcalde, Marcos Serra, ha advertido de que aunque la mayoría del pleno esté en contra, seguirá adelante con su proyecto de convertir, gracias a las obras de Okuda y Misterpiro, esa calle del West en polo de atracción diurna de turistas. Porque una cosa es lo que diga el pleno y otra, ha afirmado, lo que apruebe la junta de gobierno local: «Ya dijo el secretario que el pleno no tiene competencias en aquello que va a junta de gobierno», ha detallado en un receso del pleno a este diario. La obra, ha subrayado, no se va a parar: «La decisión política está tomada». José Ramón Martín, edil de Cs, comparte esa visión: «Es una decisión de la junta de gobierno, me extraña que el pleno pueda impedirla».

El alcalde asegura que «no hay contrato verbal» con Okuda, al contrario de lo que dice el concejal de El Pi Joan Torres: «No hay nada firmado aún. Hay voluntad política». Eso sí, ya trabaja en ese contrato. Serra ha recordado que es un asunto «consensuado con empresarios de la zona» y ha insistido en que «no es una decisión del plenario». El dinero (se habla de un coste de 220.000 euros) procede de los fondos europeos: «Ya tenemos la financiación; si no actuamos, la perderemos».

El concejal de Ciudadanos ha expresado sus dudas respecto a lo que costará su mantenimiento, pero ha apoyado al alcalde en su rechazo a que se haga un concurso para pintar el pavimento porque quiere «nombres consagrados con obras reconocidas», como Okuda. El alcalde ha tratado de convencerle de que mantener el mural en esa zona no será tan gravoso: se mantendrá con agua, a «menos presión» para dañarla menos, y no será la misma pintura que se emplea en fachadas, pues tiene unas resinas especiales para que su durabilidad sea más alta. Serra niega que sea fruto de su cabezonería: «No es un capricho. La cultura es necesaria». También afirma que las obras de la calle Sant Mateu estarán acabadas antes del 1 de abril.

Desde las filas de PSOE-Reinicia, Antonio Lorenzo ha apoyado a El Pi: «No hay que actuar así en esa zona, ese mural es un capricho del alcalde. Debemos trabajar en crear barrios para que los ciudadanos se sientan orgullosos, no para que los turistas se hagan un selfi para Instagram».

Can Bonet sin barreras

También ha slaido adelante una propuesta de acuerdo presentada por El Pi para solicitar un crédito de los remanentes que permita licitar el proyecto de eliminación de barreras arquitectónicas de Can Bonet y ses Païsses, por un importe de 1,3 millones de euros, así como la reforma integral de la avenida Isidor Macabich (tres millones de euros) y la instalación de placas fotovoltaicas en los centros sociales de Sant Rafel y Sant Mateu. Hasta el PP ha dado su voto, si bien el alcalde ha advertido de que no podrán licitarse las obras de Can Bonet hasta que no se hayan firmado todos los convenios de cesión de los terrenos afectados: «Ahora dotamos la partida y cuando se tenga la disponibilidad de los terrenos se podrá licitar», ha indicado a esta redacción. Serra afirma que «no se puede licitar ya porque de las 13 cesiones que hay que hacer sólo se han firmado seis. No se puede sacar a concurso una obra en una propiedad que no es del Ayuntamiento aún».

Sin embargo, el nuevo secretario, Pedro Bueno, que empieza este mes, ejerce esa función en el Consell y ha sido «acumulado» a Sant Antoni hasta que se ocupe la plaza vacante, opina otra cosa: «Sí se puede empezar a licitar un contrato aunque no se tengan todos los terrenos en propiedad del Ayuntamiento para hacer esa obra», ha explicado a este diario al término del pleno. Lo que debe tener el Consistorio es «la disponibilidad de esos terrenos, es decir, saber qué trazado es y que la carretera [o acera en este caso] va a ir por ahí, y saber qué espacio se debe expropiar». Y pone un ejemplo: «Si una carretera tiene 10 kilómetros, no tengo que esperar a licitar hasta que tenga todos los terrenos expropiados. Es decir, sí que se puede licitar sin tener la titularidad. Lo que hay que tener es la disponibilidad, es decir, saber por dónde va a ir el trazado».

El secretario también hace una advertencia: «Y si han cogido esos propietarios terrenos que son en realidad públicos, no hay que pagar por la expropiación. Si han retranqueado mal, lo que hay que hacer es restablecer la normalidad urbanística».

«Se puede licitar»

Durante el pleno, y a la pregunta del edil de El Pi sobre si es preciso disponer de la titularidad de toda la superficie donde se van a ampliar las aceras de Can Bonet, Bueno ha señalado que no: «Lo que dice la normativa urbanística en materia de expropiación forzosa es que debemos tener los terrenos a disponibilidad. Cuando una obra es muy grande es muy complicado, por no decir imposible, tener la propiedad de todos los terrenos ya expropiados para poder empezar la obra. Por tanto, la normativa contempla poder licitar el procedimiento contractual sin tener esa propiedad».

No obstante, el alcalde asegura que «la idea es que se haga» esa intervención en Can Bonet. Cuándo es otra cosa, sobre todo si no avanza hasta que disponga de todos los convenios firmados, algo difícil porque hay varios propietarios reacios a ceder ni un metro de sus propiedades. «Hemos votado —insiste Serra— a favor de que se incorpore el dinero que haga falta. Podemos preparar los pliegos, pero no podemos licitar unas obras en terrenos que no se han cedido, como dice Intervención. Me parece muy lógico».

El edil de Ciudadanos ha recordado al alcalde que es «un buen proyecto para todo el barrio» y que hay que buscar «fórmulas para ponerlo en marcha y que no muera» en un cajón.

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