Los familiares piden al Consell de Ibiza intervenir de modo directo en la gestión de Sa Residència

Carolina Escandell, considera que "la parte técnica tiene que trabajar desde la objetividad"

Pablo Sanz Padilla

Pablo Sanz Padilla

Familiares de los usuarios de Sa Residència Colisée han reclamado este viernes en una reunión con la consellera de Bienestar Social, Carolina Escandell, en el Consell, su participación directa en la gestión y seguimiento del plan de medidas urgentes que el centro se ha comprometido a aplicar, tras las reiteradas quejas de los familiares y las deficiencias certificadas por un informe elaborado por la máxima institución insular el 13 de enero. El encuentro se extendió a lo largo de dos horas y media sin que fuera posible acercar posturas.

"Si llego a saber que al ser beneficiaria de una plaza concertada me voy a encontrar en esta situación de riesgo, la rechazo y me quedo en lista de espera", ha aseverado Micaela Comendeiro, una de las familiares presentes en la reunión, sin ocultar su intranquilidad con respecto a la situación asistencial que viven los usuarios del centro. La colaboración de la empresa con el Consell no termina de satisfacer a las familias, que reclaman "un plan estructural" y no quieren depender de la buena fe de la compañía.

"Estamos al arbitrio de lo que haga la empresa", ha concluido Comendeiro, quien ha denunciado que "la maraña en la que se ha convertido la Administración con esta distribución de competencias hace que nos encontremos con determinados vacíos que nadie cubre". Frente a la confusión competencial entre Govern y Consell esgrimida por Comendeiro -que se une a la falta de entendimiento declarada entre ambas instituciones- la consellera insular se ha esforzado en apuntar a la titularidad privada de la residencia como la limitante a su acción.

"Sa Residència Colisée es un empresa privada", motivo por el que, ha añadido, "nosotros no podemos interferir en el día a día de su trabajo". "Aquí hay buena voluntad de las partes, porque Colisée no tendría por qué haber aceptado esta colaboración", ha recordado en referencia a la supervisión que llevarán a cabo trabajadores del Consell sobre las medidas urgentes que está adoptando el geriátrico.

Un plan de actuación que Comendeiro contempla con suspicacia y con apremio ante la situación crítica de los enfermos terminales. Ha indicado que para ver resultados inmediatos se necesita "un plan estructural". "Tener una estructura organizativa que dé respuesta a las situaciones específicas y ser conocedor de la situación en Ibiza a todos los niveles: la normativa, los circuitos, el proceder...", ha señalado.

Especialmente, ha puesto el foco en las consecuencias de la desconexión con el sistema de salud. En sus palabras, los trabajadores de la residencia "tienen que estar en contacto muy estrecho con el Área de Salud, porque hablamos de que estas personas están en un recurso socia,l pero tienen un problema sanitario. En el momento final de su vida no puede haber la más mínima demora", ha urgido.

Los deseos de los familiares de participar en el seguimiento de la gestión chocan con la valoración de Escandell, para quien hay que separar "la parte emocional, la de las familias", y "la parte técnica". La consellera admite que "tiene sentido" que las familias quieran involucrarse, porque son conocedores "de primera mano" de lo que ocurre, pero considera que "la parte técnica tiene que trabajar desde la objetividad". Esta cuestión solivianta a los familiares y Comendeiro entiende que el Consell realmente se refiere a una "parte administrativa" cuando habla de "parte técnica", y reivindica que los familiares son "interlocutores perfectamente válidos".

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