Militares contra los incendios y las inundaciones en Ibiza

Los miembros del Regimiento de Infantería Palma 47 deben ser cada vez mejores conocedores de la geografía ibicenca, a pesar de estar instalados en Mallorca. La isla pitiusa es un escenario habitual de sus maniobras, que tienen como objetivo reconocer el terreno de la isla. La última, estos días atrás con el propósito de estudiar los recovecos de Sant Josep y Sant Antoni, y así contar con información que puede ser valiosa a la hora de gestionar una emergencia medioambiental que, por su magnitud, requiera también de la implicación del Ejército. Los efectivos movilizados a la isla han concluido este martes los ejercicios y tenían previsto volver a su base de operaciones, en Palma.

Una sección de este regimiento, el Batallón Filipinas, se desplazó a Ibiza el domingo por vía marítima. Sus 29 efectivos desembarcaron del ferri de Baleària con los cinco vehículos blindados con los que han recorrido el sector Oeste de la isla. Una estampa que no deja de ser llamativa a pesar de la frecuencia con que se desplazan a la isla. Durante su estancia, los miembros del regimiento se hospedaron en una residencia militar de Sant Antoni, ya que el antiguo acuartelamiento de sa Coma no estaba disponible para ellos.

En la memoria del teniente Gonzalo Posadas, a cargo del destacamento movilizado a Ibiza, están las inundaciones sufridas cuatro años atrás en Mallorca. Las pone como el ejemplo de una catástrofe ambiental en que los militares servirían de apoyo a las autoridades civiles al frente de la emergencia.

Operaciones de exploración

Con espíritu observador y mirada de estratega, son muchas las pistas que proporcionan información vital para la preparación de emergencias. El estado de las carreteras, las vías de evacuación más cercanas a un punto, las zonas más y menos transitadas... Ítems que, casualmente o no, comparten la estrategia militar y la lucha contra los desastres naturales, y que el teniente Posadas enumera al detallar las acciones que realizan en las islas. De especial interés son los puntos más expuestos a alguna catástrofe natural.

La intención es ampliar y actualizar la información de la que se dispone, explica Posadas. Dos días es un margen corto, y los esfuerzos se centran en esta ocasión en explorar la parte occidental de Ibiza, apunta, mientras varios vehículos del regimiento recorren simultáneamente distintas zonas de la isla.

Dos de estos blindados color pardo avanzan cuesta arriba por la ladera de sa Talaia de Sant Josep. De uno de ellos sale un hombre que destaca entre el resto de la tropa por su altura y complexión. Se presenta marcialmente como el sargento Jonatan Vieito, uno de los cuatro con los que cuenta la tropa, aunque uno de ellos solo está operativo como mecánico, matiza Posadas. Otros cuatro cabos y los soldados componen el resto de unidades del batallón desplazado, enumera.

Vieito incide en varias ocasiones en la relevancia de la comunicación con las instituciones del lugar. «Es importante generar enlaces con las autoridades locales», destaca. En este sentido, el teniente Posadas se entrevistó con los representantes de los ayuntamientos de Sant Josep y Sant Antoni, a la llegada de la tropa a la isla.

Sobre la naturaleza de estas comunicaciones, Vieito concreta que, desde los consistorios, ofrecen «consejos e información que nos puede ser útil», y pone como ejemplo la relevancia que supone conocer los terrenos forestales y las áreas en las que se emplaza un parque de Bomberos, por ejemplo. Estas últimas actuaciones se enmarcan, explica Vieito, dentro del Plan Vigilante Balear (PVB), elaborado por el cuartel general de la Comandancia de las islas. 

El regimiento Palma 47, al que pertenece el batallón Filipinas desplazado hasta Ibiza, cumple este 2022 150 años desde que tuvo lugar su creación. Las maniobras llevadas a cabo estos días atrás son las últimas de 2022. Los anteriores ejercicios que llevaron a cabo en la isla se desarrollaron durante el mes de agosto.

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