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Obras en Ibiza: «No podíamos empezar antes la reforma de Isidor Macabich por la pandemia»

Los trabajos de reforma de la avenida siguen el ritmo programado y, salvo imprevistos, finalizarán a finales de marzo, poco antes del periodo electoral

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Obras en la avenida Isidor Macabich de Ibiza Irene Vilà Capafons

El Ayuntamiento de Ibiza despliega a cinco personas para detallar los entresijos de la reforma de la avenida de Isidor Macabich, especialmente de los trabajos de mayor envergadura, que estarán soterrados. Entre abastecimiento de agua, colectores de pluviales, que ahora quedarán separados de las otras tuberías específicas para saneamiento, sistema de regadío y tubos para cableado eléctrico y telefonía, se colocarán unos 23 kilómetros de canalizaciones bajo tierra.

«Todo lo que no se ve es lo más complicado», señala la concejala de Vías Públicas de Vila, Elena López. Le acompañan en esta visita guiada del Ayuntamiento la aparejadora municipal y redactora del proyecto, Eva Riera, el ingeniero que dirige la obra, Roger Torregrosa, el jefe de obra de la adjudicataria del proyecto, UTE Hermanos Parrot-Tecopsa, Jorge Fulleda, y el gerente de la primera de estas empresas, Pep Parrot.

Según confirman, estos trabajos, que están a punto de llegar al quinto mes, avanzan al ritmo previsto y podrán cumplir el plazo de ejecución de un año. De esta manera, estarán listas a finales de marzo, dos meses antes de las elecciones locales, aunque López asegura que la coincidencia de fechas no se ha planificado.

"La avenida no aguantaba más porque las infraestructuras están obsoletas y provocaban fugas de agua, además de que el suelo estaba destrozado"

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«Ojalá hubiéramos podido hacer la obra antes, pero no podíamos por la pandemia», señala la concejala. «La avenida no aguantaba más porque las infraestructuras están obsoletas y provocaban fugas de agua, además de que el suelo estaba destrozado», recuerda.

A la derecha, la comitiva municipal y técnicos de la obra. | I.V.

Como ejemplo, señala las baldosas de una de las esquinas de la plaza de Enrique Fajarnés. «Se han limpiado esta mañana, pero no lo parece porque ya han agotado su vida», detalla. A lo largo de los 900 metros de longitud de la vía, eran frecuentes los tramos levantados por las raíces de los árboles (chopos y falsa pimienta), que también llegaron a romper algunos conductos.

Además de necesitar mucha agua, sus troncos estaban afectados por cuatro tipos de hongos y «en los últimos años se cayeron cinco», recuerda López. Respecto a los árboles sanos, se van a mantener los del Parque de la Paz, mientras que otros se han trasplantado al Paseo Marítimo o a la avenida 8 de Agosto. Vila ha elegido para el futuro arbolado la especie celtis australis, [ledonero o lledoner], «parecido a la morera». «Dan mucha sombra», precisa Eva Riera. En total, se plantarán «148 elementos entre árboles, buganvillas y jardineras».

Otro problema que causaban los viejos chopos y falsas pimientas era que sus ramas llegaban a algunas ventanas de los pisos inferiores y, en muchos casos, la iluminación quedaba mitigada. Para evitar este problema, las 89 nuevos postes de luz se separarán unos diez metros de cada ledonero.

Primeros edificios

En la plaza de Enrique Fajarnés se encuentra el bloque más antiguo que queda en pie de la avenida Isidor Macabich, conocido popularmente como edificio Gilet [por la antigua oficina de la marca de máquinas de escribir] y construido a principios de los años sesenta. Las edificaciones anteriores, la escuela Sa Graduada [1936] y las viviendas oficiales de Santa Margarita o ses Protegides [1955] ya no existen. El resto de la calle se fue creando progresivamente y, en 1985, se completó su urbanización hasta la iglesia del Rosario. Entonces se fijó su imagen definitiva, ya que no se había remodelado desde entonces.

Para recordar a la antigua fuente de la plaza de Enrique Fajarnés, quedarán unos surtidores de agua en dos esquinas. Con los bloques que ya marcan el perímetro de las futuras aceras, López destaca que ya se aprecia el espacio que se ganará para peatones, con zonas de descanso, bancos y pérgolas.

Pero, sobre todo, valora que sin la fuente central «habrá más fluidez para el tráfico con la salida de Fray Vicente Nicolás hacia la plaza de ses Canyes. La calle paralela en dirección al puerto, Arquebisbe Cardona Riera, quedará peatonalizada, con una superficie de 850 metros cuadrados, y conectará con una placita con pérgolas y bancos frente a la zona de aparcamiento, que se mantiene. En cambio, a lo largo de la calle se perderán 120 plazas para aparcar de las 164 actuales, la mayoría de ellas debido al carril bici de dos sentidos que se habilitará en el lado izquierdo de la circulación de vehículos de motor.

Reutilización del material

El embaldosado de toda la zona que ocupaba la antigua parada de autobús acaba de ser completamente levantado. Los responsables técnicos de la obra explican que seguirá siendo de utilidad, ya que, al igual que la mayor parte del suelo que se retira, se aprovecha para cubrir las zanjas que se van abriendo para sustituir las infraestructuras. Así, la zanja que se abrió frente a los juzgados para renovar la red de abastecimiento de agua y de saneamiento se ha cubierto con capas de arena y grava, así como pavimentación triturada.

Una parte del material procedente de la obra no puede reutilizarse y se traslada a la planta de tratamiento de residuos de la construcción y demolición en la antigua cantera de Santa Bárbara. Se trata de los lodos de la parte que se encuentra bajo nivel del mar, al inicio de la avenida Isidor Macabich.

El aparcamiento junto a los viejos juzgados, que también se mantendrá, ahora sirve como depósito de los áridos y de la maquinaria para las obras, un total de cuatro retroexcavadoras y los distintos camiones que van llegando en función de las necesidades. Una cincuentena de trabajadores completa el despliegue.

A lo largo de toda la avenida, discurrirán dos colectores de pluviales en paralelo, de 80 centímetros de diámetro cada uno

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El otro aparcamiento de la zona, en el solar del edificio Santa Margarita frente a sa Graduada, desaparecerá para construir una promoción para viviendas de protección oficial, aunque ahora se emplea para guardar las tuberías de la obra. Destacan especialmente los colectores de pluviales, de 80 centímetros de diámetro, que son las únicas canalizaciones que quedan por instalar en el primer tramo.

A lo largo de toda la avenida, discurrirán dos colectores de pluviales en paralelo. Bajo el suelo que se va abriendo para renovar todas las instalaciones, los operarios se han encontrado viejas tuberías de uralita e, incluso, de marés para el suministro de agua corriente. Los técnicos señalan que las canalizaciones de este material, además de provocar numerosos fugas de agua, acababa hundiéndose con el paso de vehículos pesados y desnivelaban el asfalto.

Calendario de obras

López destaca que en el tramo más avanzado de la reforma, entre Ignasi Wallis y la plaza de Enrique Fajarnés, el mes que viene podrá empezar el embaldosado de las aceras. En este sentido, defiende que las fechas de programación de la obra se han tenido en cuenta para afectar lo menos posible que las fechas navideñas, ya que apunta a que en sus reuniones con el colectivo de comerciantes, estos le comentaron que era «la mejor temporada de esta zona». Igualmente, como las obras duran un año, subraya que era inevitable que coincidieran con la temporada turística. «Un proyecto tan complejo como este crea molestias inevitablemente», incide la concejala, que recuerda que se ha dejado de cobrar la tasa de ocupación de la vía pública a los negocios de la zona, además de rebajar un 50% la de basuras.

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