En lo que va de año, concretamente hasta el 4 de agosto, se han capturado en Ibiza un total de 2.229 culebras y 499 en Formentera. Unas cifras que, a juicio del veterinario del Consorcio de Recuperación de Fauna de Balears (Cofib), Víctor Colomar, son «alarmantes» en la pitiusa mayor, mientras que en Formentera «el crecimiento está estabilizado».
Y es que durante el año pasado se capturaron 1.460 ejemplares en Ibiza, lo que supone un aumento del 52,7% en solo siete meses. En el caso de Formentera hubo un total de 621 capturas en 2021. «El objetivo en Ibiza es tener una densidad suficientemente baja de culebras para garantizar la supervivencia de las lagartijas y creo que es relativamente posible lograrlo. En Formentera sí que pienso que se puede erradicar la especie. Es un objetivo ambicioso y no sé el tiempo que nos llevará, pero creo que es posible la eliminación absoluta», apunta Colomar.
En este sentido, dice que es fundamental afinar los protocolos para intentar frenar a la culebra de herradura, la más predominante, aunque también hay capturas de ejemplares de escalera. «Si no mejoramos los protocolos, será difícil acabar con ella, pero estamos en ello porque hay varios programas de investigación, lo que pasa es que hay que buscar presupuesto», señala el experto del Cofib.
Cabe recordar que la conselleria de Medio Ambiente y Territorio tiene en marcha un proyecto, con un presupuesto de 853.000 euros, para controlar las especies invasoras en las Pitïuses, entre las que se encuentran las culebras, y que está financiado a través del Impuesto de Turismo Sostenible (ITS). «Se inició el año pasado y tiene una duración de 36 meses y este ha sido el de la instalación del programa al cien por cien», matiza Colomar.
Así, en Ibiza hay 1.258 trampas instaladas y un total de 397 en Formentera, «que aumentarán el próximo mes de septiembre», adelanta el experto.
Asimismo, dice que las densidades y las localizaciones donde se encuentran las serpientes varían. «Hay zonas donde hemos detectado menos y zonas nuevas donde antes no había culebras. Por ejemplo, en Jesús y la zona de Roca Llisa hay muchísimas capturas y en la zona periférica de Santa Eulària estamos notando cierta tendencia a la baja. Pero, como digo, esto varía», insiste.
Técnicos y particulares
El Cofib tiene a una decena de técnicos trabajando en las Pitïuses, pero «no se dedican exclusivamente al trampeo», explica Colomar. Y es que su labor también está enfocada a recuperar la fauna, por lo que en los meses de invierno recolectan «fauna invasora».
Por ello, es imprescindible el trabajo que hacen los voluntarios y particulares. Hay quien autogestiona su propia trampa, lo que permite a los profesionales atender otras cuestiones. «Fabrican su propia jaula y ellos se encargan de las capturas. Otros las han pedido a los ayuntamientos para instalarlas cerca de su casa», añade Colomar.
De hecho, las organizaciones ecologistas Amics de la Terra y GEN-GOB se unieron a principios de año para crear la plataforma Sargantanes o serps para mejorar las capturas de serpientes invasoras. Para contar con datos más exactos, y no duplicar trabajo, desde entonces se hace un registro único de capturas a través de la Línea Verde del Cofib.
Por su parte, el veterinario del Cofib agradece su trabajo, así como la colaboración entre instituciones, que matiza que «es especialmente buena». «No hay ninguna administración que no quiera acabar con la invasión de culebras», subraya.
Paralelamente, Colomar informa de que el próximo objetivo pasa por mejorar las poblaciones de lagartija. «Vamos a intentar que no se extinga y, para ello, se están haciendo estudios para conocer la población exacta que hay en las islas», puntualiza.
