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Laboral

Los trabajadores se concentrarán ante los hoteles que deja de explotar Azuline en Ibiza

Francisca Sánchez Ordóñez, que recupera los tres establecimientos por el impago del alquiler por parte de la cadena, «no da señales de vida»

Imagen de los trabajadores momentos antes de celebrarse la asamblea de empleados de los tres hoteles en la sede de UGT. | J.A.RIERA

Los 250 trabajadores afectados por el cambio de titularidad de tres hoteles de es Canar (Atlantic, Coral Beach y Punta Arabí), que hasta esta temporada han sido explotados por la cadena Azuline, se concentrarán la próxima semana a las puertas de esos alojamientos para exigir que la nueva propietaria, Francisca Sánchez Ordóñez, «dé señales de vida» y aclare en qué situación laboral quedan las tres plantillas. La decisión fue tomada ayer por la mañana en una asamblea celebrada en el salón de actos del sindicato en Ibiza, en la que participaron alrededor de medio centenar de empleados, la gran mayoría mujeres.

La primera de las concentraciones, a la que están convocadas todas las trabajadoras de los tres establecimientos, tendrá lugar el miércoles 10 de noviembre a las 10 horas en el hotel Punta Arabí. El jueves 11 de noviembre, a la misma hora, acudirán a las puertas del hotel Coral Beach, mientras que el viernes 12 protestarán frente a las del Atlantic.

Las plantillas tomaron esta decisión en asamblea tras conocer que la nueva propietaria, Francisca Sánchez Ordoñez, «no da señales de vida» y que el despacho de abogados Cuatrecases, que la representa, instó a los representantes de UGT a «hacer lo que tengan que hacer» cuando los sindicalistas exigieron que se aclarase el futuro laboral de los 250 trabajadores, casi 400 si se tienen en cuenta los afectados de otro hotel de Menorca.

Azuline se limitó a comunicar por carta a los empleados de esos tres hoteles que desde el 7 de octubre se desentendía de ellos y que pasaban a depender y ser responsabilidad de la nueva propietaria, que ha recuperado el dominio de los establecimientos por vía judicial después de que la cadena dejara de pagar el alquiler durante un par de años, según explicó el sindicalista de UGT José Pedrido, secretario de organización de la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo. Azuline «ni siquiera convocó al comité de empresa» para informar de los cambios que se producían al dejar de explotar los tres alojamientos. La cadena «devolvió» todos los trabajadores a Sánchez, incluso sacó inmediatamente del ERTE a los que estaban en esa situación laboral temporal. «Ahora falta saber qué opina Francisca Sánchez de esto», indica Pedrido. Pero Sánchez, a la que se conoce por la polémica Casa Lola, «no da señales de vida».

Cuando se le preguntó a Pedrido sobre Francisca Sánchez, fue muy claro: «Se nos pone la oreja tiesa con el currículo que tiene». «Los pelos se nos ponen como escarpias», añadió luego Fernando Fernández

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Cuando se le preguntó a Pedrido sobre Francisca Sánchez, fue muy claro: «Se nos pone la oreja tiesa con el currículo que tiene». «Los pelos se nos ponen como escarpias», añadió luego Fernando Fernández, secretario general de la UGT en las Pitiusas. Pedrido explicó que, pese a que ya han hablado en dos ocasiones con ella en el último mes, «nadie» se puso luego en contacto con el sindicato para aclarar la situación. Finalmente, UGT logró contactar con el despacho Cuatrecasas, que primero les pidió tiempo y que finalmente (el pasado martes) los despachó con ese «hagan lo que tengan que hacer», pues aún no saben qué futuro espera a las plantillas.

Fernández explicó en rueda de prensa, poco antes de celebrarse la asamblea de los trabajadores de los tres hoteles, que es urgente saber qué será de esas plantillas. No pueden esperar, subrayó, seis meses (hasta que empiece la próxima temporada) para conocer si tendrán trabajo o si engrosarán el desempleo.

Si bien la legislación laboral obliga a la nueva empresa a hacerse cargo de todos los trabajadores no eventuales, los sindicalistas están preocupados por la existencia de una cláusula (de la que han oído hablar pero de la que no tienen constancia) por la que Sánchez sólo se haría cargo de los fijos discontinuos que formaban parte de las plantillas originales, es decir, de aquellos que estaban contratados antes de que pasaran a formar parte de Azuline. Los nuevos deberían permanecer en la cadena, aunque, de momento, esta se ha desentendido de todos ellos, según UGT, que pide a las partes disponer de una relación de puestos de trabajo que aclare la situación.

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