­La imputación de la diputada de Podemos por Ibiza Marta Maicas por el supuesto uso indebido de la firma de su excompañera de grupo Montserrat Seijas sin su consentimiento la «inhabilita absolutamente» para sustituir a Xelo Huertas en la presidencia del Parlament, según esgrime el diputado del PP Miquel Jerez. El popular ibicenco, que también es miembro de la Mesa del Parlament, pone como ejemplo el caso del expresidente de la Cámara Pere Rotger, del PP, que, al ser imputado por el caso Over, se le forzó la pasada legislatura a renunciar al puesto. «Nosotros hemos sido extremadamente exigentes con los nuestros. No se puede entender que la presidencia la ostente una persona sobre la que pesan indicios racionales de haber cometido un delito», resalta Jerez.

El diputado socialista Enric Casanova no se muestra tan categórico como Jerez, pero también ve a Maicas fuera de la carrera por la sucesión de Huertas. «Si no se descuelga, pierde puntos. Hay que recurrir a una persona que sepa tirar adelante sin obstáculos. Quieras o no, la imputación hace que Maicas deje de tener para nosotros este perfil de consenso y de tirar adelante, pero falta hablarlo», explica.

La secretaria general de Podemos en Ibiza, Viviana de Sans, insiste, tal como ya ha hecho el diputado y portavoz insular de la formación Aitor Morrás, que la imputación de Maicas se debe a «un error administrativo» y «no tendrá ningún recorrido» judicial.

Nada que ver con corrupción

De Sans también resalta que este caso «no tiene nada que ver» con una investigación por corrupción, sino, insistió, con «un error administrativo», porque «las firmas están automatizadas», no de ella, sino de «todo el grupo» al retirar las propuestas presentadas por Seijas a la Mesa del Parlament cuando esta ya había sido suspendida cautelarmente como militante de Podemos.

Ahora bien, De Sans rehúsa pronunciarse sobre si la situación judicial de su compañera la sitúa al margen de la elección de la nueva presidencia. «Lo dejo en manos del grupo Podem Balears, que es el que ha de evaluarlo todo y tomar las decisiones», se limita a decir.

Maicas, que ostenta el cargo de coordinadora del grupo de Podemos en el Parlament, declinó ayer hacer declaraciones a este diario sobre su situación política tras su imputación.

Paradójicamente, la diputada de Gent per Formentera (GxF) Silvia Tur considera que los hechos que han llevado al juez a citar a Maicas en calidad de investigada no tienen por qué eliminarla, sin más, del proceso de selección de la sustituta de Huertas. «Hay imputaciones e imputaciones. No tenemos suficientes elementos de análisis [de su caso], pero no estamos en una posición radical de decir que por estar imputada ya no puede ser presidenta. Veremos, en función de las causas de su imputación», dice.

Huertas pide su dimisión

Por su parte, Xelo Huertas cuestionó ayer a través de las redes sociales cuándo se iba a aplicar el código ético sobre Maicas «¿O es que Podem Balears sólo lo aplica cuando es preventivamente y no con causa?», lanzó a través de su cuenta de Twitter requiriendo la renuncia de Maicas de su escaño por su imputación. Podem Balears le recordó acto seguido que el código ético deja «bien claro» cuando se ha de renunciar al cargo público, «y no es el caso de Maicas».

En concreto, la norma interna del partido especifica que se debe renunciar al cargo cuando la imputación se deba a la supuesta comisión de «delitos de corrupción, económicos, acoso sexual, violencia de género, pederastia y maltrato infantil, contra los derechos de los trabajadores, ecológicos y urbanísticos». Huertas replicó con el siguiente mensaje: «Claro, no es lo mismo. Es ´una buena niña´, se calla y le dan un trabajito».

Més per Menorca ha propuesto la posibilidad de que la diputada por Formentera, Silvia Tur, ocupe la presidencia del Parlament. «Estamos muy satisfechos que nos propongan. Pensamos que es bueno que por primera vez salga el nombre de Formentera para liderar una institución fuera de nuestra isla. Nos complace, pero ahora mismo nuestra prioridad es defender la estabilidad del Parlament y que los nombres de las personas que se pongan sobre la mesa sean solventes y tengan el apoyo de todos los grupos o la mayoría. Si llega el momento y se plantea esta opción de forma unánime por la mayoría tendremos que estudiar los pros y contras», argumenta Tur.