Elecciones 23J

Carlos Flores, el candidato marcado por su condena de maltrato

El cabeza de lista de Vox al Congreso fue apartado de las negociaciones entre su partido y el PP para formar gobierno

Carlos Flores Juberías.

Carlos Flores Juberías. / EP

Lucía Gutiérrez

El de Carlos Flores (Valencia, 1964) fue uno de los primeros nombres que Vox confirmó en sus listas para las próximas elecciones generales. Fue la salida ante el veto impuesto por el Partido Popular a la presencia del que era su candidato a la Generalitat en el gobierno de coalición de la Comunitat Valenciana que encabezará Carlos Mazón. Un veto motivado por la condena que recibió en 2002 por "violencia psíquica continuada" contra la que había sido su mujer.

"Un condenado por violencia machista no tiene que estar en una institución pública". Estas fueron las palabras del portavoz nacional del PP, Borja Sémper, el día antes de conocerse el sorpresivo pacto valenciano entre PP y Vox por el que el candidato de la extrema derecha quedaba al margen del Consell. Flores, que llegó a la formación de Abascal como fichaje desde el mundo académico, prepara así ahora su salto a Madrid como representante valenciano en el Congreso.

Un paso más en una carrera política intermitente que arrancó en 1982, cuando se presentó de la mano de Fuerza Nueva (el partido de extrema derecha que lideraba Blas Piñar) a las elecciones en las que Felipe González obtuvo mayoría absoluta. Tenía 18 años, era la primera vez que podía ejercer el derecho al voto y lo hizo por sí mismo. Flores empezaba por entonces sus estudios de Derecho en la Universitat de València, a la que ha estado vinculado durante gran parte de su carrera profesional.

Profesor asociado durante más de una década, ha impartido clases en Derecho Constitucional, su especialidad, y asignaturas ligadas a las Relaciones Internacionales. Un ámbito en el que ha centrado el grueso de su actividad académica. Con publicaciones orientadas a los procesos electorales y el sistema de partidos en las nuevas democracias de la Europa del Este, sus análisis era habituales en medios de prensa conservadora.

En 2013 fue acreditado como catedrático y al igual que cuando se licenció, lo hizo con premio extraordinario. Buen estudiante, obtuvo en la década de los noventa una beca 'Fulbright' que le permitió dar clases en la Universidad de California en San Diego.

Tras su breve y discreto paso juvenil por política con la ultraderecha, su regreso a la primera línea, y con posibilidades reales de entrar en las instituciones, se produce a finales de 2022. Vox, la formación de extrema derecha española del siglo XXI, tantea en ese momento a Flores, que forma parte del Consejo de Trasparencia de la C. Valenciana como cuota del PP, partido por el que también formaba parte de la Junta Electoral. Vox apuesta así por Flores en detrimento de José María Llanos, su candidato a la Generalitat cuatros años antes. Además de a los cargos citados, Flores también tuvo que renunciar a ser cónsul honorario de la República de Macedonia en València.

Una vez logrado el sí de Flores, la formación de Abascal decide hacer público el anuncio en una de las jornadas de mayor intensidad informativa: el 22 de diciembre, día del sorteo de la Lotería de Navidad. La decisión quedaría empañada por la noticia que una semana después este diario. Levante-EMV, del grupo Prensa Ibérica, sacó a la luz la sentencia judicial de 2002 por la que Flores fue condenado a la pena de un año de cárcel por violencia contra su exmujer, de la que se había divorciado en 1999.

Esta resolución judicial da por probada la "violencia psíquica" que el candidato de Vox ejerció sobre su expareja, por la que el tribunal decretaba, además del año de prisión, una inhabilitación también de un año para ser elegido por sufragio pasivo. Ese hecho ha marcado la trayectoria de Flores desde que se conoció y ha saltado a las tribunas (políticas y mediáticas) de Madrid. De ahí la pregunta a Sémper en una comparecencia de prensa en Génova que precipita el acuerdo entre el PP valenciano y Vox.

A pesar del rechazo del resto de fuerzas políticas, en su partido no solo cerraron filas con Flores y lo mantuvieron como candidato, sino que ahora vuelven a situar como número uno de sus listas. Tras conocerse la decisión, Flores defendió que no daba "un paso al lado, sino adelante" para "después de desplazar a la izquierda del Gobierno valenciano, desplazarla del Gobierno de la nación".

En su nueva vida en Madrid le acompañará previsiblemente Ignacio Gil Lázaro, un veterano que lleva casi cuatro décadas en el Congreso de los Diputados, al que llegó de la mano de Alianza Popular y luego se mantuvo con el PP hasta su paso a Vox. Gil Lázaro es uno de sus principales baluartes de Flores dentro del partido y ambos formaron parte del equipo negociador con el que se sentó el PP de Mazón tras las elecciones del 28M. El resultado de esa reunión cristaliza hoy con la investidura de Mazón en las Corts. Flores la verá desde la barrera mientras prepara su aterrizaje en la Carrera de San Jerónimo.

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