«¿Qué pasa ´Papi´, que hoy tienes la cafetera apagada?», ironizaba ayer por la mañana uno de los clientes habituales de la cafetería Hiper Centro. Claudio Galiano, argentino residente en la isla desde hace 30 años, desayunaba al lado de los restos de su establecimiento, que regenta desde hace 20 años, con la amiga que le ha acogido temporalmente en su casa.

«Estaba dormido, llegó el vigilante de seguridad, aporreó la puerta y salimos corriendo, nos salvamos de milagro», comentaba Galiano, conocido como ´Papi´ por los clientes. «Es la primera vez que me sucede algo así y espero que sea la última», añadió Galiano, aún vestido con la camiseta y el pantalón que llevaba puestos el sábado de madrugada, cuando escapó de milagro del incendio. «Lo importante es que estoy vivo, ahora no sé qué hacer», concluyó.

Las llamas devastaron los seis locales anexos al Hiper Centro y no llegaron por muy poco al centro comercial, lo que podría haber supuesto una catástrofe aún mayor. El equipo de la Policía Judicial de la Guardia Civil ha recogido pruebas que le llevan a descartar la intencionalidad del incendio, aunque la investigación continúa y no se descarta ninguna hipótesis. Lo que sí parece claro es que el fuego empezó en la tienda Casa y Campo, según fuentes conocedoras del caso.

Las llamas comenzaron sobre las tres y media de la madrugada del domingo y los bomberos trabajaron durante más de cinco horas para controlar el incendio. Los locales destruidos son un almacén del Hiper Centro, Animals i Complements, Casa y Campo, una sucursal de la Banca March, una tienda de muebles y la cafetería Hiper Centro.

El centro comercial abrió ayer sus puertas con normalidad, a pesar de que olía a humo en el interior del hipermercado. La mayoría de los clientes dieron una vuelta por los locales calcinados y muchos captaron fotografías con sus cámaras.

«Todas las tiendas tenían cables»

Hasta el lugar del suceso se acercaron también algunos de los arrendatarios de los locales afectados por las llamas. «Eso de que el fuego empezó por un cortocircuito en mi tienda no está comprobado, todos los establecimientos tenían muchos cables», comentó Inma Pujol, propietaria de Casa y Campo.

«A las 3.40 horas ya estaba aquí. Cogí el coche en es Figueral, donde vivo. Desde la carretera vi el humo y las llamas y ya me di cuenta de la magnitud del incendio», apuntó la propietaria de esta tienda, que regenta en alquiler desde hace más de diez años.

Más de 100.000 euros

Ella no quiso hacer una primera evaluación de los daños, pero su hija, Marina Heesbeen, que trabaja en el establecimiento, habló de más de 100.000 euros. «El negocio funcionaba muy bien, pero vamos a volver a abrir en cuanto podamos, resurgiremos como el ave fénix», apuntó Pujol, que quiere recordar a sus clientes que mantienen abierta su otra tienda en Sant Jordi, en el centro comercial Can Mariano Palerm.

«Ha habido varios incendios en pocos días en Eivissa», añadió Pujol. «La tienda estaba a tope, acabábamos de invertir mucho dinero en material», concluyó.

En el establecimiento había materiales muy combustibles, como muebles, cojines, complementos de decoración y ambientadores con alcohol, entre otros. «El viernes terminamos de instalar el escaparate de primavera», se lamentó Heesbeen.

La mayoría de los locales mantenían un contrato de alquiler con el Hiper Centro, que es el propietario de los establecimientos. Los dueños acudieron a observar el impacto del incendio después de hablar o visitar a sus respectivos gestores. En la mayoría de los casos, el seguro se hará cargo de los gastos aunque ahora comienza un laborioso proceso judicial.