Comer yogur griego: esto es lo que pasa si lo tomas cada día

Comer yogur griego: esto es lo que le pasa a tu si lo tomas cada día

Comer yogur griego: esto es lo que le pasa a tu si lo tomas cada día

M. R.

Yogur griego para desayunar, ¿tiene alguna repercusión lo que podría ser una ingesta diaria continuada una vez que salimos de la cama y nos metemos en la cocina? Este alimento en concreto es muy recomendable en muchas dietas, ya que es capaz de aportar importantes beneficios para el organismo. Pero incluso los alimentos sanos y naturales, si se comen en cantidades superiores a las indicadas, pueden tener contraindicaciones. Pensemos en las verduras, la fruta, las almendras... comerlas en cantidades superiores a las habituales puede provocar hinchazón abdominal y una sensación de saciedad ciertamente desagradable. ¿No ocurre lo mismo con un yogur griego para desayunar cada mañana?

La principal característica del yogur griego es que es mucho más cremoso que un yogur blanco bajo en grasas. Sin embargo, es un alimento dietético. Es muy espeso, y no es de extrañar, ya que para elaborarlo se necesita más leche que con otros tipos de yogur. Pero hay diferentes versiones. Por ejemplo, el menos filtrado, que tiene más grasa (casi 10 gramos por cada 100 gramos, ed.). Luego están las versiones desnatadas al 5% y al 2%, que son más ligeras aunque menos sabrosas. Pero para conseguir el sabor adecuado podemos añadir una buena fruta fresca de temporada.

¿Cómo combinar el yogur griego en el desayuno?

Entre los efectos beneficiosos que puede aportar un yogur griego en el desayuno o incluso como tentempié a media mañana o a última hora de la tarde está su capacidad para aportarnos muchas proteínas, al tiempo que contiene muy poca lactosa y azúcar. Esto también es excelente para quienes padecen, por ejemplo, diabetes o intolerancia o alergia a los lácteos. El yogur griego es muy rico en fermentos lácticos (los llamados probióticos). Como ya hemos dicho, para disfrutar al máximo de un buen yogur griego, sobre todo en sus versiones más ligeras, se recomienda mojar en su interior algo de fruta fresca cortada en trozos grandes. Fresas, moras y bayas en general, una manzana, un plátano, una piña, todo está bien. Pero también podemos recurrir a los cereales -preferiblemente integrales- o al muesli.

Volviendo a los probióticos, su presencia es muy importante ya que equilibra la flora bacteriana intestinal. Son las llamadas bacterias buenas, que sirven para regular los procesos del metabolismo, facilitan la digestión y también pueden prestar una importante ayuda al sistema inmunitario. Siempre debemos mantener un número mínimo de mil millones. El yogur griego también aporta muchos minerales, como el calcio, y varias proteínas y vitaminas, sobre todo A y B. Además, es un alimento con un excelente poder saciante, por lo que es ideal para tomar entre el desayuno, la comida y la cena.