A punto de morir por la picadura de una medusa

Una joven australiana que se encontraba de vacaciones en Tailandia ha explicado cómo ha sido la terrorífica experiencia de haber sido picada por una medusa y acabar en un hospital en el que se temió por su vida.

Zoe reveló que había estado nadando en Ko Pha Ngan durante algunos meses sin ningún problema. Sin embargo, ese fatídico día, se encontraba en el agua a unos 50 metros de la orilla cuando "de repente" sintió que su cuerpo estaba "vibrando".

A punto de desmayarse en el agua, aún no recuerda cómo consiguió llegar a la orilla. En el momento en el que lo hizo, se desplomó. Una enfermera que se encontraba en la playa le realizó una RCP (reanimación cardio pulmonar) y fue trasladada urgentemente al hospital local. Allí los médicos informaron de que sus glóbulos blancos estaban aumentando rápidamente y sospechaban que el veneno viajaba hacia su corazón y su hígado.

La llevaron de urgencia en lancha rápida al hospital de Koh Samui, donde le administraron antibióticos, antihistamínicos y un aerosol para ayudar a curar las heridas que cubrían su cuerpo.

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Zoe fue visitada por un especialista en toxinas marinas de Bangkok y permaneció en el hospital durante más de un mes, aunque no pudo caminar correctamente durante dos semanas debido a sus extensas picaduras.

Desde entonces, ha documentado su recuperación en Instagram, mostrando a los espectadores las cicatrices del incidente.

"Tengo cicatrices por todo el cuerpo, dondequiera que mires hay una marca", dijo. "Pero estoy agradecida de seguir viva".

La medusa que le picó

Los médicos están prácticamente convencidos de que la medusa que le picó a Zoe es la llamada avispa de mar o medusa de caja, uno de los animales más venenosos del mundo. Su nombre científico es Chironex fleckeri y habita en los mares tropicales.

Aunque sus tentáculos pueden ser muy largos, son animales pequeños, puesto que oscilan entre 10 y 20 centímetros al margen de aquellos.