Dibujos de Puget Viñas y cerámicas del siglo XVII se dan la mano en ‘Luz Azul’

Esta muestra conjunta podrá visitarse hasta mediados de junio

Algunas de las obras que se incluyen en la exposición ‘Luz azul’.  | MUSEU PUGET

Algunas de las obras que se incluyen en la exposición ‘Luz azul’. | MUSEU PUGET / redacción. Ibiza

Apuntes al natural. Trazos a mano alzada. Rápidos. Bocetos. Así son la mayoría de los dibujos de Narcís Puget Viñas que podrán verse en la exposición ‘Luz Azul, el arte de dibujar’ que se inaugura este viernes (15 de marzo) en el Museu Puget. Unos dibujos que compartirán espacio con una serie de cerámicas de uso domestico de los siglos XVII y XVIII, de procedencia italiana y catalana, que se encontraron durante las excavaciones del solar del antiguo Hospital de Dalt Vila en los años 1996 y 1997 y, más tarde, en 2021. La exposición se suma a la celebración del 150 aniversario del nacimiento del pintor.

La inauguración de la muestra, que permanecerá abierta hasta mediados de junio, está prevista a las seis de la tarde y, al menos durante el mes de marzo, podrá visitarse de martes a viernes de diez de la mañana a cuatro y media de la tarde y de 10 a 14 horas sábados y domingo, informa el Ayuntamiento de Ibiza. Los dibujos de Puget Viñas establecen «un diálogo» con las cerámicas, afirma la concejala de Cultura de Vila, Carmen Domínguez. Una idea en la que abunda la directora del Museu d’Art Contemporani d’Ibiza (MACE), Elena Ruiz Sastre: «Los dibujos realizados sobre papel por Narcís Puget Viñas y los realizados en las cerámicas por artesanos anónimos son una fusión que proporciona una idea de cómo el dibujo puede realizarse sobre distintos soportes y con diferentes técnicas para conseguir sus propósitos. En el caso de Puget Viñas, la exploración de las maneras de representación de las imágenes y, en el caso de las cerámicas, la ornamentación de las distintas piezas».

Aunque la mayoría de los dibujos están realizados a lápiz sobre papeles de poco gramaje «reforzados a posteriori con cartulinas encoladas por el reverso», la muestra incluye algunos hechos a carboncillo o con lápiz violeta. Y uno con plumilla. «El pequeño formato de estos dibujos facilita el trabajo a pie de calle, lo que requiere ejecuciones ágiles y casi instantáneas, por eso algunos son simples líneas de contorno», destaca el Ayuntamiento, que insiste en que estos dibujos «constituyen un verdadero cuaderno de campo del autor». La temática de estos dibujos es costumbrista: escenas de calle, el puerto, la fuente, los carros, el acarreo de mercancías sobre burros, las labores de pesca y de agricultura, los juegos de niños, o el vestido tradicional de la mujer. En ellos aparecen enclaves como la iglesia de Santa Eulària, el paseo de Vara de Rey, la plaza de Vila o los andenes.

«Se percibe que en su manera de dibujar otorga gran importancia a la escala entre objetos y figuras. Con frecuencia resuelve su objetivo de un solo trazo sinuoso (casi arabesco) y otras veces es más detallista», detalla la directora del MACE, que señala que los dibujos a carboncillo son «de mayor formato» y con trazos «más gruesos y angulosos, como si su interés fuera someter las formas a vigorosos esquemas lineales».

Las cerámicas

Las cerámicas que completan la muestra, estudiadas por las arqueólogas Rosa Gurrea, Ángeles Martín y Andrea Torres, «están vidriadas y decoradas a mano siempre en tonos azules sobre fondo blanco». Desde el Ayuntamiento explican que estas cerámicas, con influencias italianas, «fueron muy populares». «Llegan a Ibiza probablemente gracias al tráfico directo de mercancías con puertos importantes como el de Génova, o indirectamente a través de Barcelona o Palma», y las decoraciones «habitualmente con motivos vegetales muy estilizados» están hechas a mano alzada con una técnica que se conoce como blu berettino.

«Hemos querido dar un sentido poético a esta exposición que habla de dibujo y de luz», indica Ruiz, que asegura que «dibujar es surcar el mar. Ni el agua ni el aire son azules y, sin embargo, así los pensamos muchas veces y así los representamos cuando siendo niños queremos representarlos», concluye Ruiz Sastre.