Estudiantes de Ibiza en Futuria: Un atrapasueños para decidir el futuro académico

El Centro Cultural de Jesús acoge unas jornadas de orientación académica y profesional dirigidas a alumnos que cursan Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional que incluyen diversos talleres

Los alumnos que acuden a la primera sesión del ciclo ‘Futúria+ Jove’ fabrican un atrapasueños de papel para que les ayude a elegir su futuro académico y laboral. Los chicos escriben en unos trozos de papel con forma de pluma rasgos sobre ellos mismos. Alguno se define como hábil para la música; otra, como extrovertida y otro más, como analítico. Cuando acaben, los colgarán en una estructura circular.

Paula Caball, la dinamizadora de esta actividad, comenta que se trata de «una excusa para trabajar el autoconocimiento y que tengan un recuerdo en físico». Los participantes se dividen en cuatro grupos en los que reflexionan sobre su personalidad, habilidades y competencias, intereses y las condiciones de un trabajo que más valoren, como el sueldo o los horarios.

«Os conocéis con vuestros amigos, en el instituto o con vuestros padres, pero necesitáis veros en una profesión», subraya Caball antes de pedir a los estudiantes que busquen oficios que «más o menos» concuerden con ellos. También les recuerda que no hay ningún puesto de trabajo «a medida para ellos».

La tutora de cuarto de Secundaria de Sa Blanca Dona Isabel Castillo está de acuerdo con estas afirmaciones y destaca que a los alumnos les cuesta «entender qué intereses y gustos tienen, y eso es básico para decidir dedicarte a algo». «Tienen muchísimas dudas. La mayoría cree que debe hacer Bachillerato, pero piensan cada vez más en hacer un Grado Superior de FP», señala.

Los alumnos prestan atención a Paula Caball

Los alumnos prestan atención a Paula Caball / Marcelo Sastre

Aunque valora las explicaciones que ofrece la exposición, reflexiona sobre los errores en la elección de la formación académica: «Queremos evitar que se equivoquen. Pero, si les pasa, que también es necesario, los chicos siempre acaban aprendiendo algo». Apunta que en su centro escolar se imparten algunos grados medios y Bachillerato y que «suele suceder» que los estudiantes cambien de modalidad. «Hay mucha comunicación para que los alumnos vean todas las formaciones que tenemos», comenta.

«Está bien tener dudas sobre qué hacer después de la Secundaria porque significa que os planteáis las cosas», razona Paula Caball. Este programa ofrece orientación profesional y académica a estudiantes de Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional en el centro cultural de Jesús en Santa Eulària.

Caball explica al público que la mayoría de los estudiantes «no tienen ni idea» de lo que quieren hacer en el futuro debido a diversos motivos. «Como el mundo laboral cambia tanto y tan rápido, es muy difícil saber cómo formarse», indica. También es el caso de aquellas personas que no saben a qué se dedicarán o las que están interesadas en varias actividades.

Yonathan Enciso, un estudiante de cuarto de Secundaria del instituto Sa Blanca Dona, se encuentra en este último grupo: «Tengo varios planes: tecnología, psicología y economía y finanzas. Quiero juntarlo todo y ver de qué puedo trabajar». Este chico nacido en Paraguay afirma que lleva poco tiempo en España y necesita investigar más para saber qué caminos puede tomar.

«Muchos caminos»

La alumna de ese mismo nivel Júlia Sánchez se decanta por estudiar Bellas Artes en la universidad para trabajar en producciones de animación: «Me gusta el diseño de personajes e imaginar historias. Estoy más contenta con actividades creativas que mecánicas». Esta estudiante de Sa Blanca Dona valora que el ciclo ‘Futúria+ Jove’ es «bastante útil para la gente que no tiene las cosas claras» y destaca que «hay muchos caminos para llegar al mismo sitio».

La ponente presenta un esquema que muestra todos los itinerarios formativos que pueden seguirse desde el final de la etapa obligatoria. «Tener tanta oferta satura, pero, vengas de donde vengas, puedes llegar a donde tú quieras», señala. Pone el ejemplo de personas que aprueban la enseñanza Secundaria «raspados» y que terminan estudiando másters.

Al respecto, aconseja que la elección del itinerario académico debe basarse en los objetivos de cada uno: «Si quieres ser peluquero, no hace falta que vayas a la universidad, pero sí si quieres ser psicólogo». Además, explica que es bueno que los alumnos pidan opinión a sus padres, profesores y amigos sobre qué elegir, aunque defiende que no se deben dejar influenciar demasiado: «Al final, quienes acertáis u os equivocáis sois vosotros».

Isabella Dugay, otra estudiante de cuarto de Sa Blanca Dona, afirma que tiene clara su vocación: estudiar Arquitectura, porque un primo suyo se dedica al oficio. «Me gusta mucho lo que hace y me parece un oficio bonito. Lo tengo decidido desde hace bastante tiempo», afirma. Además, asegura que le interesa la economía y que cursará su formación mientras trabaja: «Cuanto antes pueda pagarme mis estudios, antes podrán jubilarse mis padres». Caball expone que hay becas y ayudas a disposición de los alumnos y que, aunque tarden más en acabar los estudios «casi siempre se puede combinar con trabajos».

Otros condicionantes

La experta también menciona otros condicionantes además de los económicos y avisa a los chicos de que no deben dejarse influir por ninguno. Uno de ellos es el de la familia, ya que hay chicos que dejan de pensar en otras opciones porque sus padres tienen un negocio y quieren seguir sus pasos.

También puede suceder que ambos se dediquen al mismo oficio y que su hijo se sienta presionado para formarse en esa profesión. «Os pasaréis 40 años trabajando y se os tienen que hacer amenos. No quiero que os levantéis el lunes por la mañana pensando en cuándo llega el fin de semana», argumenta.

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