Especial II Jornada gestionando familias

Entender y profundizar en el conocimiento de los bebés

La psicosomática del bebé contempla las alteraciones y enfermedades físicas influidas por un factor emocional. Se puede ayudar a los niños y a sus padres, por ejemplo, cuando sufren trastornos de alimentación o desórdenes del sueño

En los primeros años de vida hay dinámicas basadas en la relación padre-madre-bebé que pueden reconducirse. | SHUTTERSTOCK

En los primeros años de vida hay dinámicas basadas en la relación padre-madre-bebé que pueden reconducirse. | SHUTTERSTOCK / MANUELA LÓPEZ SERRA

MANUELA LÓPEZ SERRA

Los motivos que me llevaron a profundizar en el estudio del funcionamiento de los bebés y sus padres fueron dos: mi deseo de ser madre y conocer desde los inicios de la vida de la persona qué sucede a nivel mental para poder intervenir lo antes posible y ayudar a prevenir funcionamientos patológicos años después.

El insomnio crónico puede alterar el comportamiento. | SHUTTERSTOCK

El insomnio crónico puede alterar el comportamiento. | SHUTTERSTOCK / MANUELA LÓPEZ SERRA

La teoría del Apego de Bowlby certifica que el bebé llega al mundo con una capacidad innata que le ayuda a establecer su primer vínculo de apego con su cuidador principal, generalmente, su madre. Viene preparado para conectarse puesto que un bebé no existe sin un otro pero, también, para desconectarse si la realidad que percibe es nociva y amenazante.

Entender y profundizar en el conocimiento de los bebés

Entender y profundizar enel conocimiento de los bebés / MANUELA LÓPEZ SERRA

Siempre se ha creído que los bebés nacían sin recursos, prácticamente en blanco y que era solo cuando eran más mayores podíamos empezar a tener influencia en su desarrollo. Ya hace años que se sabe que esto no es así. No solo son seres muy capaces desde el nacimiento sino que sabemos con certeza que lo que ocurre a nivel intrauterino es ya relevante.

Reaccionar ante el amor

Recientes investigaciones como las de Thomas Verny nos hablan de que el bebé, desde el útero, es sensible a matices emocionales sutiles. Es capaz de sentir y reaccionar ante el amor y el odio pero también frente a estados más complejos como son la ambivalencia y la ambigüedad y es que, desde el sexto mes de embarazo en adelante, el bebé puede recordar, oír e incluso aprender.

Otras investigaciones se centran en demostrar la importancia, salvo que médicamente no sea posible, de no separar al bebé de su madre durante las primeras horas después del parto. Este tiempo supone un periodo sensible de muchísima calidad para la conexión entre madre y bebé y para el establecimiento de la lactancia materna. Ya existen estudios que demuestran mediante neuroimagen que un bebé separado de su mamá de una manera temprana experimenta elevadas dosis de cortisol, la hormona del estrés. Mientras que el método piel con piel estimula la lactancia y libera oxitocina, la hormona del vínculo, según mantiene Nils Bergman, médico neonatólogo.

Psicosomática del bebé

La psicosomática contempla las alteraciones y enfermedades físicas influidas de manera significativa por un factor emocional como desencadenante, mantenedor y agravante.

El bebé nace con una batería de habilidades muy primitivas que le ayudan a relacionarse con otro y a protegerse, si el entorno es amenazante, con mecanismos de desconexión que pueden llevar al desarrollo de profundas grietas en los vínculos tempranos y, en consecuencia, en la salud mental del bebé.

Prevenir problemas

El bebé recién nacido cuenta con una capacidad psíquica, neuronal y emocional muy sensible e interactiva con el estado emocional del otro que le permite experimentar cómo se siente el otro como algo propio. La experiencia emocional del bebé, inicialmente, se experimentada, sobre todo, corporalmente.

Podemos ayudar a los bebés y a sus padres, por ejemplo, cuando sufren trastornos de alimentación, desórdenes del sueño, enfermedades cutáneas o respiratorias, entre otros problemas.

En los primeros años de vida hay determinadas dinámicas basadas en la relación padre-madre-bebé que pueden reconducirse de una manera relativamente sencilla y que ayudan a que no aparezcan, posteriormente, problemas psicológicos más graves.

Por todos los motivos expuestos y para trabajar desde la prevención para ayudar a entender a las familias el funcionamiento de sus hijos desde el inicio de la vida, es importante ofrecer espacios terapéuticos donde pueda pensar y hablar todo el sistema familiar en conjunto; mamá-papá-bebé. Tal y como explica Pascual Palau, psicosomatólogo de bebés, presidente de ASMI (Asociación para la Salud Mental Infantil desde la Gestación) y profesor mío de psicosomática de bebés, es necesario superar la idea de que recopilando información de manera mecánica sobre todo lo que sucede estaremos en condiciones de entender qué le pasa al bebé. El bebé que llega a consulta con sus padres está sufriendo y es importante conectar con esa necesidad para poder aliviarlo. Interactuar con él desde el juego y la comunicación nos da pistas de su experiencia vital y nos ayuda a ver cómo encauzar la relación con él.

La mayoría de las veces puede que nos cuestionemos el hecho de hablar con un bebé de pocos meses o semanas de vida que no tiene un lenguaje maduro para narrar su experiencia pero debemos confiar en sus capacidades y en las nuestras para llegar a una vía de entendimiento mutuo.