La Policía Local de Sant Josep y la Guardia Civil montaron hasta altas horas de la madrugada de ayer un control para poner coto a una fiesta multitudinaria en las cercanías de Cova Santa.
Desde las nueve de la noche del miércoles, en esta zona se produjo un constante trasiego de furgonetas para transportar a los invitados al chalet, donde se había desplegado un servicio de seguridad privada para permitir el acceso en la entrada.
Tras recibir denuncias por las molestias ocasionadas y por el desorden de tráfico, la Policía Local y la Guardia Civil se personaron en el lugar y se encontraron más de 40 vehículos en el exterior y otra veintena dentro de la finca, según confirmó el Ayuntamiento de Sant Josep.
Tras montar un control de circulación y hablar con un controlador de acceso, lograron entrevistarse con la persona que se presentó como organizador, a la que obligaron a reducir el volumen de la música. Los agentes no encontraron pruebas de que los organizadores cobraran para asistir a esta fiesta.