«Hoy he acabado la consulta llorando... Nunca me había pasado... #agotada #abatida Horas de llamadas y citas sin parar, sin tiempo ni para beber agua... Y parece que no hace más que subir... #confinamiento #NoPodemosMás». Éste es el tuit que colgó Anna Ribas, médico del centro de salud de Sant Jordi, el jueves por la noche, al acabar su jornada laboral. Debajo del mensaje, el resumen de los datos del día 20 de enero en un tuit del profesor de Matemáticas de la Universitat de les Illes Balears (UIB) Daniel Ruiz Aguilera.

«Con esta situación de pandemia que tenemos, los médicos llevan casi un año sometidos a mucho estrés, a una tensión emocional y física difícil de soportar», apunta Carlos Rodríguez, portavoz en las Pitiusas del Sindicato Médico de Balears (Simebal), que destaca que a esto se suma en estos momentos el elevado número de profesionales que están contagiados o en vigilancia, es decir, apartados de sus funciones: 231 en vigilancia y, de ellos, 125 contagiados. «Es un problemón que se suma a los que ya tenemos», indica Rodríguez, que defiende que la sanidad pública de las Pitiusas no estaría en esta situación ahora mismo si no fuera por «las carencias que arrastramos desde hace años».

El representante sindical defiende que las plantillas sanitarias deben estar «sobredimensionadas» para poder afrontar situaciones como la que se está viviendo. «No hay suficientes médicos para sustituir a los que están contagiados o en vigilancia. Y esto sumado al aumento de demanda asistencial. Eso obliga a los que están a doblar turnos, a alargar las jornadas hasta las seis de la tarde cuando deberían acabar a las tres y media. Eso supone estrés y sobrecarga asistencial. Mal asunto», apunta el médico, que denuncia que las plantillas, tanto en el hospital como en Atención Primaria, «están infradotadas».

Rodríguez afirma que la única forma de solventar el problema es contratando a más profesionales y que eso, en estos momentos, pasa por «hacer buenas ofertas a los médicos». «Para atraer a alguien que está fuera necesitas tener un proyecto laboral bien montado y que el puesto esté bien pagado. Tampoco puedes ofrecer un contrato de tres meses», indica el portavoz sindical, que además, reclama que se haga lo antes posible: «Siempre iremos por detrás del coronavirus. Detrás de esta tercera o cuarta ola habrá más. Además, cuando baje el covid quién sabe si no habrá otra pandemia u otro virus».

El médico destaca que si el sistema sanitario está «desbordado por el covid» no se pueden atender como se debería otras dolencias. «Hay coronavirus, pero sigue habiendo infartos y sigue habiendo cáncer», afirmó el portavoz sindical, que alertó especialmente de la situación en la que se encuentra el servicio de Anestesia.

Abrir los viejos quirófanos

Abrir los viejos quirófanos

El portavoz del Simebal en las Pitiusas considera que Can Misses no tendría que alterar la actividad quirúrgica por la pandemia si mantuviera operativos los quirófanos del viejo Can Misses. «Ahora podríamos contar con ese edificio», afirma Rodríguez, que considera necesario un confinamiento estricto para tratar de reducir los contagios y la presión asistencial.

«Es un dolor de cabeza». Así define Rosa Planells, portavoz del Sindicato de Auxiliares de Enfermería (SAE), la situación de los profesionales sanitarios en estos momentos en las Pitiusas. «En tiempos de bonanza no se reforzaron las plantillas y eso, ahora, se está notando, sobre todo en esta tercera ola», afirma la representante sindical, que denuncia que los profesionales de enfermería «están desbordados por el trabajo». «Estamos cansados, agotados. Si no nos autoconfinamos todos no sé a dónde vamos a llegar», señala.

Para ella, la solución también pasa por contratar a más profesionales, pero coincide con Rodríguez en lo difícil que es conseguir que quieran venir a la isla, ya que en Ibiza, ahora mismo, afirma que no hay auxiliares sin trabajo. Esto se debe, detalla, a que hay técnicos en cuidados de enfermería trabajando como rastreadores, en los cribados y también en los controles de puertos y aeropuertos. «Estamos desbordados, pero a pesar de eso todos están dándolo todo. Se están doblando turnos, cubriendo a los que están de baja, no están descansando», continúa la portavoz del SAE quien, sin embargo, celebra que, en el caso de las Pitiusas, la mayoría de los trabajadores han podido disfrutar de unos días durante las fiestas. «No nos ha pasado como en Mallorca, donde estaban en plena subida de la ola en Navidad», concluye Rosa Planells.

«Estamos bastante preocupados», reconoce Verónica León, delegada en las Pitiusas del sindicato de enfermería Satse, que confiesa que les ha «desconcertado» el número tan alto de profesionales contagiados o en vigilancia por la sospecha de contagio. «Está afectando a los centros de Atención Primaria y también al hospital», indica León, que afirma que la situación en estos momentos no es peor aún gracias a la implicación de los trabajadores del Área de Salud: «Tenemos a los mejores profesionales, están dando el 200% y anteponiendo la salud de sus pacientes a su propia seguridad».

Al igual que Rodríguez y Planells, León está convencida de que los contagios de profesionales ahora mismo se deben a la situación epidemiológica de la isla, no a que falte material de protección. También coincide con ellos en que la pandemia ha puesto de manifiesto lo justas que estaban las plantillas. «Aumentarlas es fundamental, hace años que decimos que es necesario», indica León, que explica que en los últimos meses han abandonado la isla muchos profesionales de la enfermería. La mayoría, explica, para volver a sus lugares de origen o con sus familias. También porque sus parejas trabajaban de temporada y, al no tener trabajo este año, han optado por mudarse a lugares en los que el coste de la vida es menor que en la isla.

Los que quedan, señala, «están cabizbajos y cansados» por tener que atender a muchos más pacientes y también por la sensación de que no se está prestando toda la atención que necesitarían a pacientes con patologías crónicicas que pueden descompensarse.