El salón de actos del Stadtarchiv (archivo) de Stuttgart (Alemania) acogió ayer a mediodía la presentación de ´Unerwünscht!´, la versión en alemán de ´Los indeseables´, un libro escrito por José Miguel López Romero, redactor de Diario de Ibiza, cuya traducción ha corrido a cargo de Petra Höntzsch y de cuya portada es autor Toni Planells.

Un centenar de personas llenó la sala para asistir a la charla de presentación en la que Romero expuso cómo se fraguó este libro, para lo que se remitió al año 1998, cuando consiguió un documento datado en 1939 en el que se informaba del interés de los nazis por separar del cargo de censores del correo en Ibiza a unos hermanos judíos, los Hanauer. Poco después, Romero averiguó que no solo los Hanauer sino también otros dos hermanos judíos también procedentes de Alemania, Herminia y Werner Holzinger, se bautizaron en la isla para intentar eludir su inminente deportación.

Pero no fue hasta hace siete años cuando Romero consiguió decenas de documentos sobre los motivos por los que España quiso, en 1940, expulsar no sólo a los dos hermanos nacidos en Stuttgart, sino también al marido de Herminia, Rudolf Eberle, y al hijo de ambos, Didier, nacido en Ibiza: al ser judíos resultaban «indeseables». Solo la intervención del Vaticano evitó, in extremis y cuando ya habían sido trasladados a la Península, su deportación.

Grabación de un ibicenco

La presentación del libro fue organizada conjuntamente por el Archivo de la ciudad, la Organización Anstifter y la asociación Stolpersteine. Precisamente, Roland Müller, director del Stadtarchiv, se encargó de la introducción para acto seguido dar paso a Ulrike Heiligenstühler, nieta de Eugene Eberle (cuñado de Hermine Holzinger y reputado político de la ciudad ya fallecido), que durante el acto leyó junto a Yazmin Berner varios pasajes del libro. Los asistentes pudieron escuchar una grabación en la que el ibicenco Juan Tur Juan repetía una frase en suabo que hace 80 años escuchó a Werner Holzinger. Pese a los años transcurridos, Tur recuerda cada detalle de aquellos alemanes que tan chocantes le resultaron en 1935, cuando solo era un niño de nueve años.

Heiligenstühler recordó que Jakob y Selma Holzinger (a los que se dedicaron los primeros stolpersteine de la ciudad) habían entregado todo su dinero a sus hijos para que pudieran emigrar a Ibiza y que en 1940, acosados por los nazis y ante el temor a ser deportados a un campo de concentración, decidieron suicidarse. El 7 de noviembre de 1940, un día antes de que ingirieran cianuro potásico, repartieron sus pertenencias entre familiares y amigos. Eugene Eberle, abuelo de Heiligenstühler, sabía que iban a quitarse la vida. Su hija (madre de Ulrike) solía preguntarle por qué, pese a saberlo, no hizo nada. La respuesta siempre fue la misma, según recordó ayer Heiligenstühler: «No tenían otra salida». Pocos meses después fueron deportados a Riga todos los judíos de la ciudad. Apenas hubo supervivientes.

Emocionante música judía

El acto estuvo amenizado por Frank Eisele, que tocó con su acordeón klezmer, una expresiva y emocionante música de los judíos del este europeo. Jesús Manuel Pereira, gallego residente en Stuttgart, se encargó de traducir la presentación de Romero. Peter Grohmann, fundador de la organización Anstifter y editor del libro ´Unerwünscht!´, concluyó el acto advirtiendo de que trabajos como este sirven para reflexionar en una época en la que «vuelve la oscuridad».

Tras la presentación, Romero destacó la necesidad de rememorar e investigar sobre hechos como los narrados en el libro: «Es muy fácil olvidar. Conviene recordar continuamente la historia porque desgraciadamente se repite, especialmente en una nación en la que, últimamente, el extremismo abunda, como ha ocurrido hace solo unos días». El autor de ´Unerwünscht´ se refería, entre otros actos antisemitas, a que hace solo cinco días, coincidiendo con el aniversario de la Noche de los Cristales Rotos, el pogromo nazi del 9 de noviembre de 1938, un grupo ultraderechista publicó en Facebook un listado de tiendas judías de Berlín.

Numerosos ejemplares de ´Unerwünscht´ serán repartidos en escuelas e institutos de la ciudad, así como en bibliotecas, como en la famosa ´jaula de los libros´, la enorme y bella biblioteca de la ciudad. Además, están previstas varias lecturas del libro a lo largo de los próximos meses.

Tras el acto, los asistentes, además de poder comprar ejemplares de la edición alemana, pudieron comer productos horneados con la forma del símbolo de Anstiftere, que se llama ´menschel´, tiene su origen en el yiddish y representa a un ser humano.