Opinión | TRIBUNA

¿Qué está pasando en Ibiza y por qué nadie hace nada?

Soy una joven de 23 años y yo, como otros muchos jóvenes, nos haremos preguntas muy similares a: ¿Qué será de nuestra isla? ¿Podremos vivir en ella? ¿La destruirán por completo? ¿Se quedará sólo para fiestas y ricos? ¿Qué pasará con los de clase media-baja? ¿Si no tienes algún trozo de tierra o un lugar propio tuyo para vivir qué vas a hacer? Y así, infinidades de preguntas.

Los jóvenes que hemos nacido y sido criados en Ibiza, y ya no sólo los nacidos si no también aquellos cuyos padres vinieron a vivir y se han acabado criando aquí, tememos por nuestro futuro en la isla desde hace ya años, pero pocos son los que se atreven a dar voz a este problema; ya sea por miedo, por rechazo o porque no nos vayan a oír por el hecho de ser jóvenes. Pero es hora de que eso cambie y se empiece a dar más voz a los jóvenes y ya es hora de que nosotros mismos empecemos a luchar por nuestro derecho a poder construirnos una vida en nuestra isla natal, debemos dejar de escondernos tras los más mayores porque ellos solos tampoco van a conseguir nada.

Necesitamos unirnos, salir a quejarnos, a empapelar calles y lo que haga falta, pero siempre de forma pacifista, hasta que nos empiecen a escuchar y empiecen a mirar más por la gente de aquí, por nosotros, y conseguir que la gente deje de ser tan codiciosa, avariciosa y egoísta. Ya que ellos una vez también fueron jóvenes y lucharon por lo mismo. UNA VIVIENDA. No se puede permitir que la gente se enriquezca a costa de una necesidad vital, ni se debe permitir aceptar pagos tan desorbitados, ya que el hecho de que se acepten por la clase media-baja conlleva que en un apartamento sin habitaciones lleguen a vivir cinco, diez o las personas que hagan falta para poder pagarlo viviendo en pésimas condiciones. Y esto no va a hacer que los precios bajen, sino todo lo contrario, que suban y suban hasta el punto de que o bien se lo permitan los ricos o se siga viviendo en miniapartamentos con muchísima gente para poder pagar un techo bajo el que dormir.

A día de hoy es tan crítica la situación que ya no te planteas alquilar un piso completo, porque es una locura lo que piden. Y ya no sólo lo que piden, es el hecho de que te los alquilan o bien por temporada de invierno a un precio ‘más normal’ (que claramente luego en verano serán alquilados por el doble o el triple y obviamente te ves obligado a abandonar tu casa donde has vivido todo el invierno porque no te puedes permitir esa subida) o bien por temporadas de verano a un precio descomunal. Por lo cual optas por mirar pisos compartidos… pero no sé qué es peor, ya que por una habitación diminuta te están cobrando desde 550 euros hasta 3.000 euros y más. Imagínate por los pisos.

Ahora mismo nos sentimos muy desamparados y frustrados porque no nos dan la oportunidad de podernos independizar y crear nuestra propia familia fuera de las casas de nuestros padres o familiares con los que se viva, pero es que ya no es sólo eso. Los que no tenemos tanta suerte de poder vivir con algún familiar nos vemos en la calle sin la posibilidad de tener un propio hogar, bueno, miento: si trabajas 24 horas al día sin dormir y sin vivir igual te puedes permitir alquilar un apartamento de 30 metros cuadrados o si tienes dos trabajos en los que ganes decentemente te puedes permitir una pequeña habitación, porque si en esta isla no eres rico pocas opciones tienes. Obviamente, es tán fácil como decir: «pues vete fuera a vivir», pero eso significa tener que desvincularte de tus raíces, y eso duele, y nadie quiere y menos esta situación.

Claro, ahora se puede decir lo típico de ‘pero si los jóvenes no tienen ningún tipo de cargas’, pero no es así. Todos hemos sido jóvenes, y claro que se tienen cargas; si tienes hijos debes mantenerlos y darles una estabilidad, un vehículo tampoco se paga solo (gasolina, seguro y la cuota del coche o lo que te cueste uno de segunda mano), los estudios no son gratuitos, tener un teléfono no es gratuito (pagas la línea y necesitas comprarte un teléfono), hoy en día todo se realiza a través de internet por lo cual el WiFi lo tienes que pagar y tu herramienta de estudio/trabajo nadie te la regala, además de comer diariamente y muchísimas más cosas que nadie tiene en cuenta. Y sí, ser joven no significa que no se lleven cargas y que el dinero que se gane se pueda invertir todo en un alquiler y por esto: ¿qué más da lo que se cobre por ello?, pero la luz y el agua tampoco se regalan.

Ahora mismo vivir en Ibiza es más un sueño que una realidad, y el hecho de quedarte conlleva que tengas que vivir sola y únicamente para trabajar y poder permitirte mínimo una habitación, y ya no hablo de una habitación decente. Ahora mismo quedarte aquí es quedarte atrapado en un agujero negro que va a la deriva hasta que se hunda.

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