Para empezar

«Especuladores sinvergüenzas» y demás ralea

Elena González

Elena González

La política en Ibiza es hoy la de tierra quemada. Vamos a dejar en herencia un erial, con la cultura propia reducida a folclore y el dinero como gran seña de identidad, si es que éste no acaba emigrando a otros destinos mejor preservados. Los «especuladores sinvergüenzas» que amenazan a una institución tan arraigada, tan ibicenca como el CNI, confiados en una Autoridad Portuaria que lleva décadas manejando los puertos como cajas registradoras de espaldas a la sociedad, responden también al «efecto llamada» de quienes han convertido Ibiza en una «isla para ricos». De los que la tratan como un negocio, en vez de un territorio vivo (y estimado). Codicia manda y, si en el mercado no hay vivienda, sino oportunidades de inversión y mansiones con grandes piscinas y jardín tropical (porque quien pueda pagarlo siempre lo tendrá, aunque no haya agua y se arrase el paisaje), ¿por qué iba a ser distinto en el mar? ¿Por qué iban a seguir los chavales de aquí aprendiendo vela cuando hay millonarios que pujan más por los amarres? Patada y puerta como en ‘tierra firme’. Los jóvenes sin alto poder adquisitivo que emigren y dejen sitio (o que se conformen con hacinarse sin expectativas de formar una familia en cuchitriles, que alguien tendrá que servir). Nos vendieron el lujo como la panacea frente a la masificación y nos ha traído más masa, especulación y miseria. Suerte al Club Náutico Ibiza. Quiero creer que la historia y el arraigo social aún cuentan y se salvará. Que no todo está en venta.

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