A los luditas, que los cuelguen a todos

David Ventura

David Ventura

En 1812 el Parlamento Británico aprobó la Frame-Breaking Act, que castigaba con la muerte la destrucción de un telar mecánico. Esta medida se aprobó para perseguir a los luditas, que destrozaban las máquinas de tejer que habían provocado una degradación de la calidad de vida de los trabajadores. En solo dos años, entre 30 y 50 personas fueron condenadas a la horca por el único delito de haber atacado una máquina. Para muchos empresarios de la época, los nuevos telares significaban la posibilidad de ganar mucho dinero. Las máquinas de vapor eran el progreso. Oponerse a ellas era aberrante y quien lo hiciera debía ser borrado de la sociedad. Han pasado dos siglos y no hemos cambiado demasiado. Eso pensé cuando leí la nota del Ministerio del Interior que informaba de la detención de dos activistas de Futuro Vegetal por «actividades criminales», y que la Fiscalía General del Estado ha incluido a Extinction Rebellion como «organización terrorista». Estos tipos que aterrorizan a la sociedad actuaron en Ibiza donde cometieron fechorías como rociar con pintura un Lamborghini y un jet privado. Pensaba que esto era una gamberrada, ya que el terrorismo, para quienes tenemos memoria, es algo mucho más serio. Pero claro, todo lo que suponga atacar el sacrosanto Turismo debe ser castigado de manera inmisericorde. Todo lo que suponga ponerle trabas al Gran Dios merece ser borrado del mapa. Cárcel, delitos de terrorismo y lo que haga falta, faltaría más.

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