Para empezar

El veranillo de Papá Noel

Soy consciente de la posibilidad de que cuando se publique este artículo llegue una ola polar, comience el invierno y tengamos que sacar por fin el abrigo del armario. Pero es que ya es hora. Acabo de regresar a Ibiza tras unas semanas en tierras más frías y he tenido que recuperar la camiseta de manga corta. Al verano-verano le han seguido el veranillo de los closings de las discotecas, el veranillo de San Miguel, el veranillo de San Carlos, el veranillo de San Martín, el veranillo de Santa Gertrudis y, si esto sigue así, dentro de poco tendremos que acostumbrarnos al veranillo de San Nicolás o Papá Noel, al veranillo de los Santos Inocentes y al veranillo de los Reyes Magos. El cambio climático está haciendo que se asiente la antes deseada (ya no) desestacionalización turística y en breve va a desplazar la temporada a la primavera y el otoño, porque el verano va a ser insoportable. A todo esto, el nuevo Govern balear ha eliminado de los presupuestos de la comunidad las ridículas ayudas a ayuntamientos y empresas para prevenir los efectos de la ebullición climática. Claro, que ahora necesitan a los nostálgicos del Imperio en el que nunca se ponía el sol para sacar adelante las cuentas autonómicas.

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