Shakespeare, Lope y Garcilaso están en línea

Ligar es complicado, y empezar una relación lleva su tiempo, su medida. Tratar de salir con alguien cuesta, y el éxito nunca está garantizado. Son muchas conversaciones, cenas, meteduras de pata, aciertos... y todo sin saber si al final esa persona acabará gustándote del todo, o si el esfuerzo ha merecido la pena.

Menos mal que la inteligencia artificial ha venido para ayudar a los pobres enamorados. Ni sonetos ni velas ni sonatas a la luz de la luna. Todo está anticuado ante el uso de los bots en las aplicaciones para conseguir citas.

Un bot (yo me acabo de enterar) es una aplicación de software automatizada que sigue instrucciones para imitar el comportamiento humano. Ahí es nada. Un bot en una aplicación para ligar puede entablar una conversación usando el tono del buen chico, del rico, del curioso o una mezcla de todos, o sea, nada que no pudiese hacer un humano con imaginación, labia y poca ética.

Lo alucinante es que un bot puede responder por ti imitando a Shakespeare, Casanova, Allan Poe, James Bond o al capitán Jack Sparrow. Y lo más alucinante es que no haya modelos femeninos para responder a las agudas preguntas de un poeta, un espía o un pirata. A lo mejor están trabajando en ello, pero mientras tanto, abrir una aplicación para encontrar pareja puede suponer entablar una conversación con personajes ficticios (lo que podía pasar ya antes, a poco que el usuario supiera mentir y tuviera poca vergüenza) o con escritores muertos hace siglos.

Yo estoy por apuntarme y embarcarme en apasionantes coloquios con Allan Poe o Shakespeare, o incluso con Jack. Los otros me interesan menos. Lo que no sé es cómo los que se esconden detrás de los clásicos podrán mantener el tipo en vivo y en directo, y estar a la altura de la mentira, y de las palabras de amor que han usurpado.

Ya pasó en Cyrano de Bergerac, donde leímos que se puede enamorar a alguien con las palabras de otro, con resultado no muy satisfactorio.

Ahora, puestos a suplantar personalidades, yo sugiero a nuestros clásicos. Prefiero ligar con Lope, Garcilaso, Ángel González o con Quevedo. Ya que vamos a mentir, hagámoslo bien y con clase. Un por vos muero, un amor constante más allá de la muerte o un si yo fuera dios no tienen precio. Y están garantizados. Quien lo probó, lo sabe.

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