Nos espera un año de miedo

Aunque desde hace ya mucho la antigua serpiente de verano (una noticia medio inventada para llenar portadas en estío) no hacía falta, pues la incesante voracidad de las noticias no decaía en agosto, la serpiente seguía saliendo por esa costumbre de seguir siendo que tiene todo. Este año tampoco ha faltado a la cita y es un dragón de tamaño global con una cartela colgando del cuello que pone Donald J. Trump. Un dragón antisistema que como cualquier antisistema aspiraba a crear el suyo propio, desalojando todo lo demás: Congreso, Senado, poder judicial, prensa libre, etcétera. El problema es que el show carcelario solo ha durado 20 minutos y cargará las pilas de cierto imaginario USA ultraliberal y fascista que identifica el sistema con las rejas de una celda. De hecho, la cara de malo que pone en la foto, ensayada a conciencia ante un espejo, apesta a spot de salida de una campaña.

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