desde la mola

Homenaje a las víctimas

Les voy a contar la historia de cómo pueden tardarse siete horas en llegar desde Vilassar de Mar a Formentera… en avión. Como homenaje a los ‘caídos’ por el despiste de una avioneta en el aeropuerto de es Codolar en Ibiza y que originó una serie de retrasos, cancelaciones, deportaciones, exilios y demás inconvenientes sin que nadie (una simple grúa, entendemos los mortales) retirara en poco menos de media hora el objeto volante identificado. Los de Formentera decidieron volver a casa (sin Navidad de por medio) para prolongar su estancia en la isla (bendito despiste). Los hay que aprovecharon para ganarse 250 pavos (traducido, euros) en vuelos que al 75% de descuento de residente es una pasta.

Empezamos a eso de las 8.30 de la mañana en un tren de cercanías (utilizamos el transporte público que por el módico precio de unos 11 pavos te deja en la T1 o T2). Sin problemas en rodalies (cosa que sorprende, dicen los usuarios habituales). Bus desde la plaza de Catalunya el A-1, con toda normalidad (alterada por la espera en plaza España, el conductor cobra el billete). A eso de las 9.45 horas pasamos la seguridad y a desayunar (ya es hora). Unas empanadas argentinas, sustituyen a la habitual baguette (dicho en pijo) de Enrique Tomás con jamón o paleta de la buena. A las 10.15 en el otro lado del aeropuerto, empieza en el embarque, aunque ya anuncian 18 minutos de retraso (lo habitual, dentro de un orden para lo que es Vueling). Autobús o ‘jardinera’ (como se decía en tiempos pretéritos) y tras 20 minutos de visita turística a las instalaciones. Estoy convencido de que ponen una azafata y auriculares en cuatro idiomas (el chino por supuesto) y pueden cobrar entrada.

En la otra punta, donde el hangar de Vueling, nos suben a un avión (me da a mí que de esos del ‘por si acaso’) sin aire acondicionado (con un sol de justicia a las once de la mañana). El comandante, con voz compungida (sabía lo que iba a pasar después) nos anuncia que los que arrancan el avión no han venido y pueden tardar unos quince minutos, pero que otros operarios nos proporcionarán algo de aire fresquito (menos mal). Luego, pasando por avería en eurocontrol y una cola de aviones para despegar de no te menées (32 minutos tardamos). En Ibiza a las 13.45 (dos horas más tarde de lo previsto). En Formentera a las 15.15. Una jornada laboral de un trabajador, siete horas con descanso para el bocadillo.

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