Tribuna

Virginia, de tu mano hasta que me sueltes

«Una de las mujeres más comprometidas que he conocido con la lealtad, el respeto y el buen servicio a sus vecinos»

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En agosto de 2014, conocí a un ángel. Recuerdo que recorrí casi mil kilómetros para verla y su primera frase fue: «No te conozco de nada»; y la final fue: «Me caes bien». Y ahí empezó todo. Venía de admirar a otra alcaldesa, por la que también cubrí esos 1.000 kilómetros y que también acabó su mandato demasiado pronto. Pero enseguida me conquistó la nueva primer edil.

Ella me dio la confianza de ser ‘la mano del rey’. Eran los tiempos de ‘Juegos de Tronos’. Y yo, ni conocía la serie. Recuerdo a algunos funcionarios del Ayuntamiento de Ibiza decir: «¡Cuidado, que viene la mano del rey!». Y yo pensaba: «¿Qué dicen? ¿Me están tomando el pelo?». Tiempo después, lo he entendido. Y también entendí que ella era una reina, una de las grandes damas de la política ibicenca.

Mujer de raza, el carisma de su padre y de su madre, una luchadora... todo eso es cierto, pero es quedarse corto. Una gran hija, madre, hermana y compañera; una de las mujeres más comprometidas que he conocido con la lealtad, el respeto y el buen servicio a sus vecinos; gran defensora del medioambiente; respetuosa a sus dos oficios y sus dos grandes pasiones (la Comunicación y la Pesca) y la mejor amiga que uno pueda desear tener en la vida.

Estuvo al mando del Ayuntamiento nueve meses y siempre defendió la legalidad, la honradez y lo mejor para su ciudad, sus vecinos, su puerto y a sus pescadores (porque los sentía como suyos), pero yo me quedo con su sonrisa al ver los amaneceres en es Xarcu, me quedo con mi cocinera favorita y con mi gran amiga.

Virginia, tu mano con la mía, hasta que quieras soltarla.

(*)Ex jefe de gabinete y amigo de Virginia Marí Rennesson de por vida

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