‘Orelletes’ a la olla

Los convites a orelletes y bunyols son a la precampaña electoral lo que colgar balones a la olla en el fútbol. Una táctica clásica, hasta viejuna, pero que sigue siendo eficaz en ocasiones. Se suele usar siempre al final del partido/mandato para intentar anotar el gol de la victoria o del empate en los últimos minutos por la tremenda, a falta de buen juego. En Eivissa se ha empleado muchísimo. Eran legendarias las visitas de alcaldes y presidentes del Consell a los clubes de mayores en las semanas previas a los comicios para intentar rascar esos últimos triunfos colgando orelletes a la olla. Lo han hecho casi todos, aunque el auténtico rey era Antonio Marí Calbet, que con su porte de galán de Hollywood y ese carisma de tipo duro, directo y pícaro a la vez, se llevaba de calle a los clubes enteros. La práctica había caído un poco en desuso, más o menos como el ‘patapum parriba’ de Clemente, pero en esta precampaña el Consell ha decidido recuperarla y remasterizarla y en lugar de hacer una gira por los pueblos ha invitado a todos los mayores al Recinto Ferial con el presidente paseando feliz entre las mesas... Que no es por los mayores, que lo merecen todo, pero es que les pagamos la campaña a escote.

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