Cerca de la casa donde nació, en Sant Carles, hay un algarrobo bobal que significa mucho para Josep Joan i Marí, Pep Xomeu, tanto que ha sido la fuente de inspiración para su último libro, ‘Memòria d’una illa’ (Edicions Aïllades), que presentará este jueves, 29 de junio, a las 20 horas en la Biblioteca Municipal de Santa Eulària. Bajo ese árbol se pasaba las horas estudiando durante su infancia y juventud y allí fue, con apenas 16 años, donde empezó a dar clases de repaso en verano a chicos de Sant Carles y Santa Eulària. De ahí el subtítulo de la obra, ‘A s’ombra d’un garrover boval’, y la portada, creada por Antoni Marí, Titurit, autor del resto de las ilustraciones de la publicación.
Además de toda la historia personal que atesora este algarrobo, en ‘Memòria d’una illa’ aparecen plasmados, la mayoría en forma de glosa, decenas de recuerdos, vivencias y anécdotas acumuladas en sus 81 años de vida por este maestro de escuela jubilado. «Aquí está recogido todo lo que he escrito hasta ahora desde que en 2008 me apunté en Sant Agustí a un taller de cançons pageses impartido por Toni Manonelles, Isidor Marí y Vicent Palermet y organizado por la asociación de vecinos de la localidad y el Ayuntamiento de Sant Josep», concreta.
Pep Xomeu, miembro del coro de Sant Carles, aprendió en este curso a escribir glosas y a cantarlas. De hecho, en este libro se incluye la primera que escribió como ejercicio de clase, la tituló ‘Lluna plena’, es de amor y se la dedicó a su mujer, Maria Ferrer, aunque como aclara con picardía, «está llena de mentiras» porque a ella no la conoció sentada en una roca, como aparece en la letra. De cómo fue realmente ese primer encuentro y de cómo fue la cita decisiva con la mujer con la que lleva casado 53 años también habla en el libro. «Nos encontramos en es Canar un 18 de julio y empezamos a hablar y a pasear y aún ahora no hemos terminado esa charla y ese paseo», comenta con emoción el autor, que también dedica una glosa, ‘Tres espiguetes de blat’, a sus tres nietos, Joel, Alma y Marina.
Además de recuerdos felices, también hay en ‘Memòria d’una illa’ trances duros de su vida que plasma en glosas, como ‘A carai! Quina entrepossada’, en la que relata sus días en el Hospital Can Misses, donde hace casi cinco años le operaron de cáncer de colón.
Homenajes
En el libro se recogen, por otra parte, todas las glosas que escribió cuando fue presidente del club de mayores de Sant Carles con motivo de los homenajes que se rindieron a varias personas destacadas del pueblo. Los homenajeados de los que habla en estas canciones son, entre otros, el doctor Salvador Camacho, que trabajó en varias parroquias de Santa Eulària y Sant Joan; Josep Planells, más conocido como Pep Negre, que fue cura en Sant Carles y el que animó a Pep Xomeu «a aprender a escribir en catalán»; y tres destacados carreteros, Joan d’en Marc, Pep d’en Perot y Toni d’en Clumà, además de Toni Marí Corda, que fue activo defensor de las tradiciones y la cultura de Santa Eulària y el responsable de recuperar el desfile de carros tradicionales en las fiestas del Primer Diumenge de Maig. Asimismo, aparecen en las páginas de la publicación otras personalidades ilustres de su localidad natal, como el pescador Toni Xomeu d’en Salvador, el farero Mariano d’en Ros o el tendero Vicent des Correu, propietario del negocio más antiguo de Sant Carles. El autor se refiere, además, a Maria y Carles d’en Poueta, muy conocido por su altruismo y generosidad; y a Pep d’en Salvador, «un hombre que sabía de todo, desde arreglar un reloj o un armonio hasta hacer un laúd, y todo aprendido de forma autodidacta».
No todo son glosas en ‘Memòria d’una illa’. Pep Xomeu recurre también a la prosa para hablar de lo que ha supuesto el turismo para Ibiza o de todos los directores y directoras que han pasado por «el coro más antiguo de la isla, el de Sant Carles, creado en 1942».
El nuevo libro del antiguo maestro salió a la luz en mayo y ya está disponible en librerías. Pep Xomeu lo presentará el jueves con la presencia de su editor, Ramon Mayol, y de la mano del autor del prólogo Joan Tur Roselló, médico jubilado, buen amigo y también un enamorado de los algarrobos.
