Palabras de Yolanda Díaz

¿Qué significa "Palestina será libre desde el río hasta el mar"? ¿Por qué genera tanta polémica esta expresión?

A lo largo de siglos de historia, este punto estratégico entre Europa, Asia y África ha sufrido episodios tumultuosos como encrucijada para la religión, la cultura, el comercio y la política

Manifestación estudiantil en apoyo a Palestina, en la plaza de la Universitat de Barcelona.

Manifestación estudiantil en apoyo a Palestina, en la plaza de la Universitat de Barcelona. / Europa Press

Andrea López-Tomàs

El clamor se ha escuchado por todos los rincones del mundo. “Palestina será libre desde el río hasta el mar, ¡desde el río hasta el mar!”, han gritado durante los últimos ocho meses millones de personas en las manifestaciones en apoyo a la población gazatí bajo las bombas. El reclamo se ha imprimido en camisetas, bolsas de tela, tazas o pegatinas. Incluso la vicepresidenta segunda de España y líder de Sumar, Yolanda Díaz, se la ha hecho propia en un vídeo publicado en redes sociales. Ahora, su “llamado antisemita”, según el ministro de Exteriores israelí, Israel Katz, han generado enorme polémica y un severo castigo por parte de las autoridades hebreas, que han prohibido que el consulado español en Jerusalén atienda a los palestinos. Estas nueve palabras hacen temblar a todo un Estado.

Para comprenderlas, hay que situarse geográficamente y mirar hacia ese territorio que se extiende desde el río Jordán hasta el mar Mediterráneo. Se trata de la Palestina histórica. Ese mismo pedazo de tierra que fue cuna del judaísmo y el cristianismo también fue una de las primeras en el mundo en ser escenario de la habitación humana, las comunidades agrícolas y la civilización.

Territorios palestinos.

Territorios palestinos. / REDACCIÓN

A lo largo de siglos de historia, este punto estratégico entre Europa, Asia y África ha sufrido episodios tumultuosos como encrucijada para la religión, la cultura, el comercio y la política. El más reciente es la creación del Estado de Israel en 1948. Tras la retirada de los colonizadores británicos, las milicias judías expulsaron a la población local palestina hacia los territorios de la Franja de Gaza, Cisjordania y los países vecinos, quebrando, de nuevo, las aspiraciones de una Palestina histórica unida.

Tras años de desposesión y éxodo, los movimientos nacionalistas palestinos empezaron a reclamar en la década de los 1960 la expresión “desde el río hasta el mar, Palestina será libre”. Durante todo este tiempo, la frase se ha repetido ad infinitium dentro y fuera de las fronteras de la Palestina histórica. Incluso Hamás lo adoptó como eslogan. “Palestina es nuestra desde el río hasta el mar y desde el sur hasta el norte”, dijo en el 2012 el exlíder del grupo, Khaled Mashaal, en un discurso en Gaza para celebrar el 25º aniversario de la fundación de Hamás. “No habrá concesión en ningún centímetro de tierra”, subrayó, igual que se defiende en los estatutos de Hamás del 1987. Para muchos palestinos, reclamar su tierra también implica el retorno de los 5,9 millones de refugiados y sus descendientes que fueron expulsados en 1948.

Un Estado para todos

Al otro lado de la Línea Verde, en el único Estado que, a día de hoy, existe sobre la Palestina histórica, estas nueve palabras son vistas como una amenaza a su existencia. La gran mayoría de los israelíes consideran que este reclamo incluye una intención genocida y antisemita que exige la destrucción del Estado de Israel y de la limpieza étnica o asesinato de todos los judíos que viven en él. Grupos ultraderechistas, con presencia en el gobierno del primer ministro Binyamín Netanyahu, se han hecho suya la expresión pero cambiando el sujeto. Aunque no supone una novedad. Desde su creación, el sionismo aboga por la creación de un hogar nacional judío entre las fronteras de Eretz Yisrael, la Tierra de Israel, cuya extensión varía en función de los pasajes de la Biblia. A lo largo de la historia, son muchos los que han abogado por un Gran Israel, que se extienda hasta las fronteras bíblicas del Israel de la Antigüedad.

Más de seis décadas después de su creación, varios grupos mixtos a ambos lados de la Línea Verde apuestan por recuperar la visionaria idea de la Organización por la Liberación de Palestina (OLP) de una coexistencia árabe-judía en una democracia. Según su propuesta de finales de los 1960, Israel y los territorios palestinos ocupados podrían convertirse en “un Estado palestino secular y democrático” basado en una persona, un voto, en el que los árabes, judíos, musulmanes y cristianos disfrutarían de plena igualdad. Organizaciones como la Campaña por un Estado Democrático o Una Tierra para Todos miran de frente a la realidad sobre el terreno y defienden que, tras medio siglo de ocupación israelí, es más realizable la creación de un solo Estado con los mismos derechos para toda su ciudadanía que la solución de los dos Estados, cada vez más vacía de significado. Un Estado desde el río hasta el mar.

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