Masificación | Reacción de patronales y sindicatos

Patronal y hoteleros de Ibiza admiten el malestar que genera la saturación turística

Los empresarios ibicencos piden que la mesa contra la saturación turística se centre en la lucha contra la oferta ilegal y los sindicatos reclaman medidas «valientes» y que se considere el decrecimiento

Los ecologistas reclaman al Govern que tome «medidas vinculantes» contra la saturación

Aglomeración de turistas en el aeropuerto de Ibiza.

Aglomeración de turistas en el aeropuerto de Ibiza. / Vicent Mari

David Ventura

David Ventura

Admitir que en Ibiza existe un problema de saturación ya no es turismofobia. La idea de que el turismo masivo debe ser gestionado y armonizado por parte de las administraciones públicas ha calado de manera transversal aunque, evidentemente, las recetas para solucionar los problemas difieren según los sectores consultados.

Los representantes de los sectores económicos y de la patronal ven con buenos ojos la iniciativa del Govern de crear una mesa de expertos contra la saturación turística y señalan al intrusismo como principal responsable. Los sindicatos, por su parte, consideran que el Govern llega con retraso y piden que se deje de considerar como un tabú la idea del decrecimiento.

«Apoyamos sin fisuras esta iniciativa», asegura José Antonio Roselló, vicepresidente de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Balears (CAEB), que considera que el Govern ha sido inteligente al detectar este malestar social: «Las protestas en Canarias son un aviso». Roselló admite que «esto se ha disparado quizás demasiado y debemos encontrar maneras de atemperarlo, con inteligencia y sin perjudicar a la economía». El portavoz de la patronal admite que existe un problema: «Hay que dar una respuesta porque esto afecta en el día a día del bienestar de los ciudadanos, con los atascos y la masificación», aunque añade siempre la advertencia cautelosa de que todas las medidas que se tomen, se hagan «con cuidado y mesura».

Reconocer la insatisfacción

También comparte este diagnóstico Manuel Sendino, gerente de la Federación Empresarial Hotelera de Ibiza y Formentera (Fehif). Sendino cree que la masificación genera «dos fuentes de insatisfacción. Una es la falta de vivienda y la otra es el tráfico, los continuos atascos». Para el gerente de la Fehif, la iniciativa del Govern es positiva pero se muestra cauteloso respecto a las soluciones. Lo que tiene claro es que «si se hacen cumplir las ordenanzas, ya tendremos mucho ganado».

Alicia Reina, presidenta de la Asociación Española de Directores de Hotel (AEDH) en Balears, considera que «la mesa contra la saturación turística en Balears debería llamarse en realidad mesa contra el intrusismo», y señala al alquiler turístico ilegal como el gran problema que padece la isla. Reina aplaude la iniciativa y se muestra partidaria de debatir los límites a la capacidad de carga de la isla, aunque con dos matices: «Que se usen estudios y datos precisos y que en vez de ‘capacidad de carga’ yo lo llamaría ‘capacidad de acogida’».

Por su parte, Fomento del Turismo remitió ayer un comunicado en el que aplaudió «la colaboración y el diálogo entre las instituciones, asociaciones y del sector privado en favor de la sostenibilidad turística» y cargó, también, contra el intrusismo: «Es imprescindible diferenciar la oferta turística reglada del intrusismo y de la actividad ilegal que tensiona el mercado de alquiler, dificulta el acceso a la vivienda y provoca la saturación de servicios e infraestructuras».

El foco en la oferta ilegal

La lucha contra el intrusismo es también la prioridad entre los empresarios consultados y el principal caballo de batalla para Alfonso Rojo, presidente de Petita i Mitjana Empresa d’Ibiza i Formentera (Pimeef). «Desde las patronales hemos pedido a las administraciones que ataquen sin descanso la oferta ilegal, que es lo que tergiversa los números. Hay una entrada de visitantes en la isla que no coincide con el número de pernoctaciones legales. Esto se tiene que atajar».

Un intrusismo que también es la causa del principal problema que sufre la isla: «La falta de vivienda viene porque hay una economía sumergida de alquiler turístico ilegal que lo está distorsionando todo». Respecto a otras medidas, como sus colegas, pide también cautela y datos sobre la mesa: «Hay que hablar de límites, claro, pero con números reales».

Para Miguel Tur, vicepresidente de Pimeef Restauración, es indispensable «tener una estrategia a largo plazo» y ve positivo que «todo el mundo pueda ofrecer su punto de vista». Comenta además que en la próxima reunión de los asociados debatirán la problemática de la saturación.

Marga Roig, vicepresidenta de la sección de Rent a Car de Pimeef, también se muestra a favor del «control y la planificación», y reitera que la patronal apoya establecer un límite en la entrada de vehículos a la isla, «siempre y cuando sea coherente con todos los actores. Se tiene que limitar en un conjunto, y que no afecte solo a los rent a car y las autocaravanas».

Más escéptico se muestra José Antonio Llano, presidente de la Asociación de Viviendas Turísticas (AVAT), quien señala que «estamos de acuerdo en buscar soluciones y tomar medidas sobre posible efectos de la masificación, siempre que no haya un mensaje contra el turismo». Llano se muestra partidario de la oferta reglada y considera que las moratorias han generado un efecto contraproducente: «Han perjudicado a propietarios que querían alquilar de manera legal y han dejado la cancha libre al intrusismo y las ilegalidades»

«Soluciones valientes»

Los representantes sindicales también aprueban la iniciativa del Govern, pero con matices importantes. Así, el portavoz actual UGT Pitiusas, Pedro Campillo, se felicita porque ya nadie niegue de que existe un problema porque «negar la evidencia es el primer problema», pero considera que se debate una obviedad: «Me sorprende que a estas alturas la gente haya descubierto América», ironiza, aunque «nunca es tarde si la dicha es buena».

Campillo pide que las medidas que se tomen para atajar la saturación «no sean timoratas sino valientes», y negó que pedir controles al turismo suponga turismofobia: «No hay suficiente agua para todo el mundo, no hay suficientes carreteras para todos los coches, no hay playas para todos los turistas». Señala que esta distorsión genera «una carestía de la vida que provoca una carencia de servicios públicos» y concluye que «si hay que decrecer, que se decrezca».

Consuelo Gómez, secretaria general de CCOO en las Pitiusas, considera que la decisión del Govern debería haberse producido antes ya que «estamos ya al límite, no podemos esperar a 2025», y considera que «para que esto no se vaya de madre hay que empezar a decrecer». Pese a todo, Gómez ve con buenos ojos este camino que ahora empieza: «Es hora de que tomemos conciencia y rememos juntos en la misma dirección, porque esta situación empieza a ser insostenible».

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