Masificación | Reacción de los grupos proteccionistas

Los ecologistas reclaman al Govern que tome «medidas vinculantes» contra la saturación

GEN, Amics de la Terra y Prou! temen que la mesa contra la saturación que impulsa la presidenta Marga Prohens se quede «en buenas intenciones»

Patronal y hoteleros de Ibiza admiten el malestar que genera la saturación turística

Presentación, el pasado miércoles, en Palma, de la mesa contra la saturación turística.

Presentación, el pasado miércoles, en Palma, de la mesa contra la saturación turística. / D.M.

David Ventura

David Ventura

Las entidades ecologistas se debaten entre sentimientos contradictorios ante la iniciativa del Govern de constituir una mesa de trabajo para estudiar medidas que pongan freno a la saturación turística que sufren las islas. Por un lado, sienten la satisfacción de comprobar que las ideas que ya hacen años que defienden han logrado conquistar un consenso social mayoritario y transversal; pero por otro lado, no pueden evitar el escepticismo respecto a la sinceridad de las intenciones de aquellos que, hasta hace muy poco, les acusaban de hacer «turismofobia».

«Me parece bien que el Govern, el PP y, en general, la derecha, asuma al menos nuestro pensamiento. Nosotros llevamos años hablando de saturación y de la necesidad que tenemos de cambiar el rumbo. Está bien que estas ideas se hayan expandido más allá de nuestro nicho», explica Joan Carles Palerm, presidente del GEN-GOB Ibiza: «Nos parece bien el mensaje de [la presidenta Marga] Prohens de que hay que poner límites al turismo. Es que la realidad que tenemos es la que es».

Más allá de las buenas intenciones

No obstante, Palerm teme que todo este proceso termine en buenas intenciones y sin ninguna medida concreta: «Supongo que se debatirá, que se buscarán expertos, que se redactarán informes, pero lo que no sé es qué vinculación tendrán o si se llevarán a cabo», e insiste en que «de aquí deben salir normas que sean vinculantes».

También señala que resulta contradictorio que «se quieran tomar medidas contra la saturación y, mientras estas no se aprueban, se esté actuando en el sentido contrario», y pone el ejemplo de iniciativas como «la supresión de la Comisión Balear de Medio Ambiente con la excusa de la simplificación administrativa, que dará alas a proyectos que serán perjudiciales para todos».

Para Palerm, poner todos los huevos de la economía en el turismo, ha sido un error: «Ha provocado una pérdida de la calidad de vida a causa de la saturación. Pero además, también hay una caída de la renta per cápita. Hace veinte años estábamos mejor colocados en renta per cápita en comparación con otras comunidades autónomas. Ahora, hemos retrocedido. Se da la paradoja de que vamos acumulando récords de llegada de turistas mientras, por contra, está bajando la calidad de vida».

Sin miedo al decrecimiento

Hazel Morgan, presidenta de Amics de la Terra, se expresa en términos similares: «Lo importante es que las propuestas sean vinculantes. Nosotros ya hemos participado en muchísimas iniciativas que tenían muy buenas intenciones y que al final se quedaron en nada».

No obstante, Morgan se resiste a caer en el pesimismo y mantiene la esperanza de que esta vez, sea la buena: «Es positivo que el Govern quiera contar con todos los agentes sociales. Es importante que los políticos tengan claro que la sociedad, que los residentes en las islas, no podemos seguir aguantando esta masificación».

La solución, a su juicio, «pasa por el decrecimiento, ya que el crecimiento es fatal, va contra el sentido común, contra Ibiza y contra el planeta, es insostenible».

La presidenta de Amics de la Terra se muestra escéptica ante la receta de no crecer en cantidad sino en calidad: «El problema que tenemos de vivienda también es debido a la oferta del turismo de lujo. El lujo es parte del problema».

Por su parte, la portavoz de la Plataforma Prou Pitiusas en Acció, Indra Roig, también comparte el temor de que «todo quede en un titular y una portada». Ella también se debate entre la esperanza y el pesimismo: «Estamos contentísimos de que el Govern, por fin, reconozca que tenemos un problema. Esto ya es un avance. Pero también hemos escuchado a Prohens insistir en que no quiere ni hablar de decrecimiento. Veremos qué pasa».

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