Movilidad

Todos los partidos, menos Vox, a favor de regular la entrada de vehículos en Ibiza

El Parlament admite una proposición de ley presentada por el PSOE para limitar la entrada de vehículos en Ibiza, pero se retirará cuando la propuesta del Consell llegue al pleno con tal de tramitar un único texto

Vicent Marí mira a Marga Prohens tras una de sus intervenciones de ayer en el Parlament balear.

Vicent Marí mira a Marga Prohens tras una de sus intervenciones de ayer en el Parlament balear. / PP

Toni Escandell Tur

Toni Escandell Tur

La regulación de la entrada de vehículos en Ibiza parece estar cada vez más cerca de ser una realidad. «Esto va en serio», decía ayer el presidente del Consell Insular, Vicent Marí, durante el debate en el Parlament sobre la proposición de ley del PSOE para limitar y controlar el flujo de vehículos a motor en la pitiusa del norte, inspirándose en la norma que ya rige en Formentera. Concretamente, se votaba si aprobar o no la toma en consideración de dicha proposición, sin entrar a debatir todavía sobre el contenido propiamente dicho. Este texto que presentaba el PSOE era el mismo que el aprobado por el Consell en enero de 2023, que fue una primera propuesta de ordenación.

Todos los grupos, excepto Vox, votaron ayer a favor. Eso sí, la socialista Pilar Costa, la diputada que defendió la propuesta, avanzó que, como el Consell ha aprobado este mismo mes una iniciativa legislativa que va en la misma línea, y que ya está en trámite para ir al pleno de la cámara autonómica, el PSOE acabará retirando su propuesta para que no se solapen dos tramitaciones distintas sobre un mismo tema. «Cuando la reciente propuesta del Consell esté en disposición de venir a este pleno para que sea aprobada su toma en consideración, mi grupo se compromete a retirar esta iniciativa», en palabras de Costa.

«Con esta propuesta, queremos garantizar que esto va en serio, que ahora sí que no hay más atrasos en la aprobación de la ley», continuó la socialista, que avisó que a la institución insular todavía le quedará mucho trabajo por delante para hacer realidad las restricciones que se plantean. Recordó que la propuesta de ayer habilitaría legalmente al Consell para «establecer un techo de vehículos que puedan circular en la isla» durante la temporada. Costa hizo hincapié en que esta medida será «un granito de arena» dentro del gran debate sobre los límites al «crecimiento desenfrenado en las islas, debe ir acompañado de otras decisiones».

Vicent Marí afirmó que la propuesta elevada desde el Consell al Parlament «es más evolucionada, completa y actualizada» y que «en breve será llevada a esta Cámara para su toma en consideración».

El paquete de medidas que aprobó el pleno del Consell el 10 de mayo de 2024 se basa en la limitación de la entrada de vehículos a motor en la isla, de la circulación en determinadas vías, en fijar un máximo de vehículos de alquiler que pueden estar en circulación, potenciar el uso del transporte público y elaborar un plan de acción para la sostenibilidad en Ibiza, sin perjuicio de las modificaciones o retoques que pueda sufrir próximamente en su tramitación parlamentaria.

Tanto el presidente como la diputada del PSOE recordaron que en Ibiza hay un clamor social para tomar medidas en este sentido. Marí admitió que «no se puede restringir si, por otro lado, no se mejoran las posibilidades de movilidad de residentes y visitantes»: «La propuesta también prevé un cambio de paradigma en el transporte público. Es necesario que Ibiza apueste por más rutas y frecuencias, y la nueva contrata, que ya está en licitación, prevé esta mejora importante».

El presidente del Consell también expresó que, en muchas ocasiones, debido a «ambiciones empresariales», se busca aumentar el negocio sin tener en cuenta criterios de sostenibilidad: «Se ponen más barcos, más rápidos, con más capacidad y que traen más vehículos. Hay que limitar esta capacidad, y evidentemente sin restringir ningún derecho fundamental». Así respondía Marí a María José Verdú (de Mallorca), de Vox, que fue quien intervino en este debate, excusando la ausencia en el hemiciclo de la diputada ibicenca Patricia de las Heras en este momento de la sesión. «Que ustedes, señores del PP, suscriban y apoyen una medida como esta es hacer política de izquierdas (...) Existen otras alternativas más sensatas, justas y efectivas que no impliquen limitar la libertad de movimiento de nuestros ciudadanos, porque va en contra de lo que hemos contemplado en nuestro acuerdo de gobierno», dijo Verdú.

Vicent Marí defendió que la sostenibilidad no tiene color político, puesto que «afecta a todos». «No se corta el derecho a la movilidad, lo que hace esta ley precisamente es garantizar tal derecho». De hecho, la norma presentada ayer establece algunas excepciones: la entrada de vehículos de personas con residencia en Ibiza o propietarias de alguna vivienda; personas desplazadas por motivos laborales o con movilidad reducida y una cuota para residentes de Formentera.

Crecimiento continuado

Por otro lado, Marí aportó datos para justificar esta regulación. Entre otros, dijo que la entrada anual de vehículos en la isla desde 2001 a 2022 se ha multiplicado por cuatro, «pasando de 51.000 vehículos a casi 207.000», mientras que «en 2019 eran 158.000». «Durante los últimos años, la entrada de vehículos en régimen de pasaje se ha incrementado de forma muy acusada, así como el número de los que entran y después no salen de la isla», agregó. Según datos de la APB, «que evalúa las entradas y salidas del puerto de Ibiza, en 2019, y sin contar los vehículos en tránsito con Formentera, entraron 28.923 en julio y agosto. En 2023, los coches que entraron a Ibiza en julio y agosto fueron 42.718, es decir, un 47,5% más solo en cuatro años».

Asimismo, señaló que, en datos del Instituto Balear de Estadística, «la tasa de motorización en Ibiza en 2022 era de 1.036 vehículos por 1.000 habitantes». Sobre «el tráfico medido en términos de intensidad media diaria, en Ibiza ha aumentado de manera continuada desde 2004 hasta la crisis sanitaria de 2020, y después el nivel se ha recuperado». Además, «hay una parte relevante de los turistas que llegan a la isla de Ibiza en barco con su vehículo particular». Marí concluyó que «la isla no puede aguantar más esta presión que pone en riesgo la convivencia entre residentes y visitantes», incluso —añadió— para la propia supervivencia del turismo.