«Mi padre murió en Ibiza hace una década y aún no sé cómo»

La hija de un ciudadano polaco que encontraron sin vida en el interior de un vehículo en el año 2014 en la zona de Cala d’Hort, Sant Josep, investiga las causas de su muerte diez años más tarde

La noticia del fallecimiento de V.R.K., en Eivissa en el año 2014.

La noticia del fallecimiento de V.R.K., en Eivissa en el año 2014. / DI

Ángela Torres Riera

Ángela Torres Riera

«Nada de nada». Eso es lo que ha sabido en el transcurso de una década la hija de un ciudadano polaco, residente en Ibiza, al que hallaron sin vida en una furgoneta en Cala d’Hort en mayo de 2014 tras una semana desaparecido.

«Mi madre puso la denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de Huerta de Valdecarábanos (Toledo) a los tres días de que no supiéramos nada de él», cuenta la joven, de 34 años, que a día de hoy indaga en las causas del fallecimiento de su padre.

La joven, que prefiere no dar su nombre, explica que ha ido llamando, cada dos o tres años, a la Policía Judicial de la Guardia Civil para ver si le podían dar detalles sobre la investigación. «Me remitían siempre a los juzgados y allí me decían que tenía que tener un abogado para que me informaran sobre algo. Pero que igualmente no sabían nada», detalla.

«Hace una década que no sé, siquiera, cómo falleció mi padre», lamenta. En ese momento, ella tenía 24 años y vivía en Madrid con su madre. Su padre vino a la isla para trabajar a principios de 2014 y residía en la zona de Cala de Bou, en el municipio de Sant Josep. «Tenía una empresa de reformas y trabajaba normalmente con un hombre bastante influyente que tenía viviendas en Ibiza, Valencia, Madrid... que compraba por dos duros, los reformaba y luego alquilaba a los turistas», relata la hija del fallecido, remontándose a esos años.

Día previo a la desaparición

Un día, el último que supieron algo de él, había quedado con un cliente suyo (hermano de un periodista español bastante conocido), que tenía un local en Ibiza y que a lo largo de esos días había viajado hasta la isla. «Se encontraron para que le pagara a mi padre un dinero que le debía y fue entonces cuando desapareció», sigue contando.

Después de que la familia denunciara la desaparición, una patrulla del instituto armado inspeccionó la vivienda del ciudadano. En el trastero de la misma, los agentes encontraron restos de sangre, según publicó Diario de Ibiza en la edición del 12 de mayo de 2014.

La muestra fue enviada para determinar si pertenecía al desaparecido, otra persona o incluso a un animal, según señalaron en ese momento fuentes de la investigación. Más tarde, desde el cuerpo de seguridad confirmaron que los restos no eran relevantes para el caso.

La Guardia Civil activó un dispositivo de búsqueda tanto aéreo como terrestre. Un grupo de rescate en montaña formado por agentes de la Policía Judicial y un helicóptero batieron la zona hasta que lograron, una semana más tarde, dar con el hombre.

El cuerpo sin vida de V.R.K., que tenía 45 años de edad en aquel momento, fue hallado en el interior de un una furgoneta monovolumen Chevrolet Trans Sport en Cala d’Hort el 13 de mayo a las 17.25 horas.

El cuerpo, detallaron desde la Guardia Civil, no presentaba signos de violencia, lo que parecía descartar una muerte violenta. Sin embargo, esta hipótesis quedó sujeta a los resultados de la autopsia, que no se llegaron a conocer públicamente.

La hija lamenta que ella y su madre no pudieron ni tan siquiera reconocer el cuerpo de su padre. «Mi madre y yo viajamos hasta Ibiza esa misma semana para prestar declaración en el cuartel de la Guardia Civil», prosigue la joven. Durante varias horas, aportaron detalles a los agentes sobre su padre, ya fallecido, cada una con un guardia distinto. «Luego uno de ellos que había venido a propósito desde Palma nos acompañó al aeropuerto», recuerda afectada. «Me gustaría saber qué es lo que pasó», termina la joven con tono angustiado.

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