Sant Francesc de s'Estany: La única iglesia real de Ibiza

Sant Francesc celebra su patrón en el pequeño templo del siglo XVIII, erigido por la monarquía borbónica tras confiscar las salinas

Los vecinos del pueblo y los de Sant Jordi recuerdan la histórica rivalidad que mantuvieron hasta hace pocas décadas

Sant Francesc de s'Estany: La única iglesia real de Ibiza

Josep Àngel Costa

Josep Àngel Costa

Josep Àngel Costa

Aunque el santoral marca que San Francisco de Paula es el 2 de abril, en Sant Francesc de s’Estany optan por festejar a su patrón en domingo al mediodía para reunir así a un mayor número de vecinos. Se nota al acercarse a la iglesia, en cuyo lateral ya no cabe ni un coche más. También está casi repleto el aparcamiento al otro de la de la carretera de ses Salines.

Con esta multitud, rara de ver el resto del año, solo ha podido entrar un centenar de personas en la pequeña iglesia del siglo XVIII, cuando aún falta un cuarto de hora para las doce. En la plaza, y alrededor del observatorio de aves del estanque salinero, se ha quedado muchísima más gente.

Un momento de la misa oficiada por el obispo, Vicent Ribas.

Un momento de la misa oficiada por el obispo, Vicent Ribas. / Toni Escobar

La comitiva religiosa, encabezada por el obispo, Vicent Ribas, y el párroco Jaiver Alonso salen de la antigua casa parroquial, ahora utilizada como Centro de Interpretación del Parque Natural de ses Salines, para iniciar la misa. Alonso reside en la iglesia de Sant Jordi, de la que también es titular. Para esta jornada de fiesta también le acompaña el coro parroquial del pueblo vecino.

Los lazos entre ambas localidades se han estrechado con el paso del tiempo, sobre todo después de que Sant Francesc se quedara sin colegio. Pero a nadie se le escapa que, hasta hace pocas décadas, mantuvieron una de las rivalidades más encarnizadas de toda Ibiza. No son pocos los que recuerdan vivamente las riñas tumultuarias que llegaron a producirse en los derbis futbolísticos, en el antiguo campo junto al estanque y detrás de la propia iglesia.

‘Es freixurers’

Lo confirman de inmediato los miembros de la Colla de Sant Jordi, que cuenta con miembros de ambos pueblos. Sant Francesc no tiene agrupación folclórica. Uno de sus veteranos, Josep Prats, es jordier, pero se ofrece en seguida para encontrar a un compañero autóctono: «¿Dónde hay un freixurer?».

Con este mote, que viene a significar «el que saca las asaduras», se conoce a los habitantes de Sant Francesc. La versión de su procedencia depende del origen de quién la explique. Para Cristian Marí, uno de los balladors del pueblo, el nombre deriva de las fatigosas jornadas laborales para la extracción de sal, a la que, antaño, se dedicaban buena parte de los vecinos. La expresión treure sa freixura o fer sortir sa freixura se emplea para aludir a un esfuerzo titánico.

Entre las autoridades se encuentra el concejal de Ara Ibiza en el Ayuntamiento de Sant Josep, Josep Antoni Prats. Como es profesor de Geografía e Historia, y jordier, puede arrojar más luz sobre el tema: «Si venían jóvenes de Sant Jordi a festejar [cortejar] a Sant Francesc, los del pueblo les amenazaban con sacarles las freixures». En este caso, no era como metáfora de cansancio, sino a cuchilladas. «Sé de alguno que llegó a recibir pedradas», precisa.

La presidenta de la colla, Pilar Prats, es hija de jordier y de freixurera, así que puede ofrecer una versión ponderada: «A mi padre no le llegaron a agredir cuando cortejaba. Siempre me cuenta que existía mucha rivalidad, pero la familia de mi madre le tenía mucho cariño».

Hay otro detalle frente a la iglesia que pone de manifiesto la querencia por las armas en la isla, que se mantuvo hasta principios del siglo pasado.

‘Es mac de fer trons’

Sant Francesc conserva el mac de fer trons (roca para hacer tronar) más grande y destacado de la isla. Era una piedra de grandes dimensiones sobre la que los hombres descargaban sus catxorrillos, unas pistolas de pequeño tamaño, muchas veces con sentido lúdico.

Joan Escandell llegó a ver utilizar el mac de fer trons de pequeño, pero solo para lanzar bombetas. «El día de Sant Joan se celebraba mucha fiesta y las hacíamos explotar aquí», recuerda. El repiqueteo de las campanas interrumpe la charla y empieza la misa. En su homilía, el obispo repasa la historia del pueblo y recuerda que cuenta con la única iglesia real de Ibiza. «Por eso tiene el escudo en la fachada», precisa.

Las salinas fueron propiedad de la Universitat d'Eivissa hasta la Guerra de Sucesión española. Tras la victoria borbónica, fueron confiscadas por Felipe V como derecho de conquista. De ahí que fuera la propia corona la que después levantara la iglesia para sus dominios, en torno a 1785, colocando un escudo real con la corona de Castilla y León en su fachada.

Detalle del escudo sobre la fachada de la iglesia.

Detalle del escudo sobre la fachada de la iglesia. / Toni Escobar

Al finalizar la misa y la procesión de los santos, y cuando toda la multitud se dirige a contemplar la exhibición folclórica, el obispo atiende amablemente para aclarar una duda. ¿Cómo es que se trata del templo más modesto de Ibiza, si fue la propia monarquía la que lo levantó? «En principio, esta iglesia iba a ser provisional, pero al final no se llegó a construir la principal», aclara Ribas.

Las diez parejas de balladors, acompañados de un par de sonadors, ofrece una demostración de sa curta, sa llarga y ses nou rodades sobre un escenario levantado fuera de la plaza, junto al estanque. Al finalizar, y mientras se reparten las orelletes, algunos turistas se toman imágenes junto a las vestimentas tradicionales.

También les retrata el fotógrafo italiano Giuseppe Concas, vecino de Sant Francesc y enamorado de la emprendada y el folklore autóctono. Enseña con detalle su polo, decorado con un par de pageses portando entre ambas una senalla de esparto. Concas avanza que está diseñando una línea de prendas dedicada a la mujer ibicenca, Pero, como fotógrafo meticuloso, también tiene una pega: «El escenario quedaba mucho mejor cuando se instalaba dentro la plaza, porque ahora todo el ball pagès se desarrolla bajo el cableado de los tendidos aéreos».

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