El GEN advierte del riesgo de que las caravanas erosionen espacios naturales de Ibiza

Solo existe un punto donde estos vehículos puedan vaciar aguas sucias, pero no abre en invierno

Anuncio de alquiler de una cámper en es Bol Nou, en pleno Parque Natural de ses Salines.

Anuncio de alquiler de una cámper en es Bol Nou, en pleno Parque Natural de ses Salines. / D.I.

Josep Àngel Costa

Josep Àngel Costa

La proliferación de caravanas en playas y espacios naturales, un fenómeno que en este caso obedece más al turismo que a la dificultad de encontrar vivienda asequible, puede llegar a generar problemas en los ecosistemas más vulnerables. Así lo puso de manifiesto ayer el presidente del Grup d’Estudis de la Naturalesa (GEN-GOB), Joan Carles Palerm, quien advirtió de que cada vez son más frecuentes estos vehículos en es Codolar, sa Caleta o es Jondal, en pleno Parque Natural de ses Salines.

«Si hay un paso continuo de gente o caravanas, el suelo se compacta y desertifica. De esta manera, es muy difícil que después la vegetación pueda recuperarse de manera natural», precisa Palerm, biólogo de formación.

Aguas residuales

En cambio, respecto a los asentamientos en las proximidades a núcleos urbanos, como Can Negre o sa Joveria, «el impacto es menor, porque son suelos que tienden a ser urbanos o urbanizables». No obstante, Palerm pone el acento sobre otro riesgo ambiental derivado de un exceso de caravanas: «¿Dónde tiran las aguas residuales?».

Joan Carles Palerm.

Joan Carles Palerm. / V. Marí

"Probablemente, todas estas aguas sucias se acaban vaciando en el campo, cuando deberían ir a una depuradora"

En Ibiza no existe ningún lugar abierto para el vaciado de estas aguas sucias. Sí que disponen de este servicio en los cuatro campings de la isla, pero solo uno de ellos, el Camping Escana (sic) posibilita que accedan a él, previo pago, otras caravanas que no sean de los clientes acampados en su recinto. Pero toda esta oferta solo está disponible durante la temporada turística, normalmente a partir del mes de mayo.

«Si algún usuario de caravanas quiere ser respetuoso con el medio ambiente, no sé si puede serlo. Probablemente, todas estas aguas sucias se acaban vaciando en el campo, cuando deberían ir a una depuradora», se teme Palerm.

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