Las discotecas de Ibiza pierden «buenos empleados» por la falta de vivienda asequible

Queda poco más de un mes para las aperturas de las discotecas de Ibiza, que ya van engrasando la maquinaria para tener todo listo para la última semana de abril. Los técnicos de mantenimiento ya llevan algún tiempo trabajando en la puesta a punto de las instalaciones y los equipos con la vista puesta en el fin de semana del 26 al 28 de abril, que se extenderá al 29 para los que vayan con el cuerpo preparado.

Con el personal para preparar las colosales salas de fiesta ibicencas ya en marcha, ahora faltan los trabajadores que den servicio esta temporada: seguridad, cuerpos de baile, técnicos de sonido, camareros, cocteleros, runners... El gerente de la asociación Ocio de Ibiza, José Luis Benítez estima que las grandes salas de fiesta contarán con alrededor de 300 o 350 personas para el arranque de la temporada y con entre 50 y 60 personas trabajando para ellas de forma indirecta. «Tenemos el mismo problema para completar plantillas que cualquier empresa ibicenca: la falta de vivienda».

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Plantillas repetidoras

El gerente de la asociación explica que muchas salas han perdido algunos trabajadores «muy buenos», habituales de cada temporada, «que incluso con un salario competitivo deciden no venir porque sólo encuentran habitaciones para compartir».

Todo ello, a pesar de que explica que en el sector del ocio nocturno suele tener «plantillas muy repetidoras». «Los contratos son muy competitivos: tenemos buenos horarios, buen salario, las propinas suelen ser interesantes... así que muchos de nuestros trabajadores de fuera vienen con tiempo para buscar vivienda o compartir con compañeros», añade.

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En ese sentido, indica que las empresas del sector son «afortunadas» si se comparan con otras de la isla, «pero sigue siendo un drama para todo el mundo».

Benítez señala que entre los trabajadores se comenta este hecho, los precios son cada año más elevados, algo que achaca a «la vivienda turística que se alquila ilegalmente, que es lo que provoca el desfase de precios que nos encontramos».

Estos precios tan elevados han ocasionado que cada vez más personas opten por compartir ya no piso sino, incluso, habitaciones dentro de una vivienda para poder asumir el coste del alquiler y obtener algún rendimiento de su trabajo tras pagar alojamiento y manutención. «Es muy difícil que tu trabajador rinda en condiciones y sea agradable con el cliente y sus compañeros si no consigue descansar bien. Todas las empresas somos conscientes de estos problemas», indica Benítez.

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Este tema supone a las empresas de la isla dificultades para seleccionar a personal que cuente con los requisitos para ofrecer el nivel de excelencia que se requiere desde el inicio de la temporada. «Antiguamente podías seleccionar dentro del mercado laboral a los mejores empleados y ahora, no te diré que cogemos a todos los que nos llegan, pero es mucho más complicado encontrarlo», reconoce.

Es por ello que, al igual que pasa en los hoteles, alquilar apartamentos para una parte del personal ya se ha convertido en una práctica generalizada entre las empresas de ocio nocturno de la isla.

Previsión de lleno

Como ya pasó en 2022 y 2023, las discotecas de la isla prevén que alrededor de 30.000 personas acudan a la isla el fin de semana de las aperturas, completando el aforo de las salas.

«Las perspectivas para el arranque de esta temporada son muy buenas. En venta anticipada vamos a un ritmo superior al del año pasado, que ya fue espectacular», señala el gerente de la asociación de empresas de ocio.

Además de esto, apunta que tienen constancia de que tanto los hoteles como las compañías aéreas ya cuentan con un nivel alto de ocupación para esos días y fijan unos precios muy superiores a los del fin de semana anterior y posterior.

Diversos establecimientos hoteleros de la isla tienen ya el cartel de completo para el último fin de semana de abril y la apertura de las discotecas se refleja en los precios. Las tarifas van de los cien euros la noche en los alojamientos más baratos hasta los más de 1.000 euros que cuesta la habitación más sencilla en los hoteles de cinco estrellas. Las suites más exclusivas de algunos llegan a alcanzar los 10.000 euros cada una de esas noches.

«Todo esto ya te da una idea de la expectativa que existe», comenta al respecto Benítez. Es por ello que vaticina «una temporada, mínimo, con los mismos números que el año pasado por todos los indicios que tenemos ahora mismo».

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