Una treintena de infraviviendas en ses Feixes

Las instituciones de Ibiza competentes de solucionar el problema de deterioro de ses Feixes: los Ayuntamientos de Ibiza y Santa Eulària y el Consell Insular, se reunieron la semana pasada para estudiar la manera de aumentar la protección medioambiental de la zona. Con esta finalidad, se solicitará, según informó ayer el concejal de Medio Ambiente de Vila, Jordi Grivé, la inclusión del humedal en la red ecológica europea Natura 2000.

Esta medida, cuya petición deberá tramitarse desde el Govern, permitirá denominar ses Feixes como una Zona Especial de Conservación (ZEC) o una Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), en función del cumplimiento de los requisitos. Grivé añadió la previsión de que Talamanca también entre en la petición, que según añadió, todavía «está muy en pañales y pendiente de estudiarse de manera más exhaustiva».

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El portavoz de los vecinos de ses Feixes, Marc Marí, indica, por su parte, la necesidad de recuperar los portals de feixa, muchos de ellos en estado de deterioro absoluto. Los trabajos, que ya se han hecho con anterioridad en algunos de los portales, (siempre «en los mismos», opinó el portavoz) quedan pendientes de que se decida cuáles se restaurarán y cuáles no. «Precisamente para que no se restauren los mismos en todas las ocasiones», apunta el concejal de Medio Ambiente.

Una treintena de infraviviendas

Marí calcula que hay, a día de hoy, una treintena de infraviviendas en el humedal. Muchas de ellas, fincas en ruinas cuyos propietarios heredaron la vivienda de sus progenitores y no tuvieron interés en hacerse cargo y que ahora están repletas de residuos (carritos de la compra, listones de madera acumulados y cojines viejos, entre otros). En la otra treintena de casas viven vecinos que, como Marí, llevan años residiendo entre suciedad y escombros. También reclamando medidas al Ayuntamiento de Santa Eulària y de Ibiza que se van cumpliendo «poco a poco».

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Los residuos dañan el medio natural de ses Feixes y aumentan el riesgo de incendio. «En esta finca, por ejemplo -dice Marí señalando una casa semiderruida- vivía un hombre que había okupado las ruinas. Un día la vivienda se prendió fuego y él se marchó, ahora está en un centro gestionado por servicios sociales».

«Desde ese momento, no es que nadie haya venido a recoger la basura, es que viene gente a propósito para tirar cosas», lamenta el portavoz. Ese, continúa, era uno de los motivos por los que los vecinos del humedal querían cerrar el camino de ses Feixes, «Venía mucha gente de fuera a lanzar residuos», prosigue.

Ahora, están pendientes de que desde el Ayuntamiento de Ibiza, que hace estos días pruebas para comprobar el buen funcionamiento de la barrera automática de acceso al camino, les entregue las tarjetas a los vecinos que les permitirán entrar, y, también, las llaves para la puerta manual situada en otra de las entradas. «Esto no restringe el acceso a los peatones ni a las bicicletas», añade Marí haciendo referencia a los comentarios de algunos ciudadanos que cuando se decidió la instalación de las barreras acusaban a los vecinos de «privatizar» el espacio.

El portavoz vecinal también aclara que esta medida es necesaria para que los vehículos, en verano, no utilicen «el camino de ses Feixes como alternativa para sortear el tráfico de la calle principal paralela», circulando por la vía rústica «a gran velocidad» y poniendo en peligro a las personas que pasean por la zona.

Presencia policial nula

Por otro lado, la semana pasada desaparecieron en ses Feixes cuatro de los cinco focos de luz que servían para alumbrar las basuras instalados recientemente por el Ayuntamiento de Ibiza y esta semana se ha producido el robo del quinto. Respecto a esto, el Consistorio ya ha informado a los vecinos que se repondrán todas las luces.

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En ese sentido, Marí comenta que en la zona «la presencia policial es prácticamente nula» y que ahora, el equipo de gobierno de Vila han asegurado que uno de los nuevos policías de barrio de la Policía Local patrullará por el área del humedal que es competencia del municipio. «A veces sí se ve alguna patrulla de Santa Eulària, pero muy pocas», añade Marí. «Se van haciendo cosas, pero se tienen que hacer muchas más», termina.

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