Manos Unidas advierte en Ibiza que no hay justicia social ni planeta B

Manos Unidas ofrece conferencias esta semana en diferentes centros de Eivissa para concienciar a los jóvenes sobre la injusticia climática que viven los países del sur al sufrir más la emergencia ecológica a pesar de ser quienes menos contribuyen a ella

Toni Escandell Tur

Toni Escandell Tur

Manos Unidas. Diferentes centros educativos de la isla de Ibiza acogen esta semana charlas a cargo de Roberto Martínez, formador de Manos Unidas. Están enmarcadas en la campaña ‘El efecto ser humano’, que busca concienciar sobre el imprescindible cambio de mentalidad que debe adoptarse en los países de Occidente para hacer frente a la emergencia climática y de recursos naturales. Se trata, al fin y al cabo, de una llamada a la acción para frenar un modelo consumista que, paradójicamente, repercute más en los países que no lo fomentan.

El formador de Manos Unidas Roberto Martínez, durante su charla sobre su viaje al Congo

El formador de Manos Unidas Roberto Martínez, durante su charla sobre su viaje al Congo / Vicent Marí

Las poblaciones más vulnerables del sur son aquellas que, sin lugar a dudas, menos han contribuido a provocar la crisis climática. Paradójicamente, son quienes más sufren las consecuencias. «Entre 3.300 y 3.600 millones de personas viven en zonas muy vulnerables». En este sentido, «el 10% de la población mundial más rica emite casi el 50% de los gases de efecto invernadero, mientras que a la mitad más pobre del planeta solo le corresponden alrededor del 10% de las emisiones globales».

Son datos de Manos Unidas, que, en el marco de su campaña ‘El efecto ser humano’, busca levantar conciencias sobre esta injusticia climática. Para ello es clave apelar a las nuevas generaciones, por lo que esta semana se imparten charlas en diferentes centros de la isla. Ayer fue el turno del colegio Nuestra Señora de la Consolación, en Vila, donde el formador de Manos Unidas Roberto Martínez impartió una conferencia en dos tandas para alumnos de Secundaria y Bachillerato. Bajo el título ‘Viaje al corazón de África’, relató sus vivencias en el Congo como miembro de dicha ONG, donde pudo comprobar de primera mano esta desigualdad entre el norte y el sur del planeta en términos materiales y ecológicos.

Martínez, con la directora, Sor Antònia Tur, y las jefas de estudios Betty Menéndez y Cati Palau.

Martínez, con la directora, Sor Antònia Tur, y las jefas de estudios Betty Menéndez y Cati Palau. / Vicent Marí

Martínez opina que, en general, hay «poca concienciación». «Estamos hartos de escuchar que tenemos que ser más sostenibles. ¿Pero a que realmente no nos lo tomamos en serio? Imaginaos que hoy, cuando volváis a casa, no tenéis agua para ducharos o para que os cocinen. Como aquí [en Europa] nos sobra...». Así comienza su primera intervención (la de las diez y media de la mañana) ante alumnos de tercero de Secundaria y primero de Bachillerato.

Les anima en varias ocasiones a tomar partido: «Vosotros ya estáis en la edad en la que podéis empezar a hacer cosas por los demás».

Agenda 2030

En cuanto a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, el conferenciante explica, en declaraciones a este diario, que la clase política ha llegado tarde a ponerse manos a la obra: «Ahora los políticos se han puesto en esta tesitura, pero en Manos Unidas ya llevamos 64 años luchando contra el hambre y sus causas».

En este sentido, recuerda que los dos primeros ODS son: «poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo» y «poner fin al hambre», seguidos del derecho a la sanidad y la educación. «En Manos Unidas hemos trabajado en eso toda nuestra vida. Son ellos los que van tarde. Nosotros vemos estos objetivos y esta agenda desde la perspectiva de los Derechos Humanos», reitera Martínez.

El 10% de la población más rica emite casi el 50 % de los gases de efecto invernadero, advierte Manos Unidas

Cuenta que cuando ofrece charlas de Manos Unidas (en diferentes partes del país) y pregunta a los estudiantes cómo ayudar a la población de los países más empobrecidos, la respuesta siempre incluye los verbos ‘dar’ o ‘donar’ (ropa, dinero o comida). «Pues no, el primer paso para colaborar es aprovechar lo que tenemos aquí. No tiremos comida y no derrochemos en agua o luz. Cada vez que dejamos un grifo abierto, alguien se está quedando sin agua. Aquí tendremos restricciones en breve porque no llueve, pero la sequía de allí no es comparable con nada».

Imagen de la sala llena de estudiantes en la charla de Manos Unidas.

Imagen de la sala llena de estudiantes en la charla de Manos Unidas. / Vicent Marí

Andrea, Noelia y Aina, de 14 años de edad, cursan tercero de Secundaria y se muestran sorprendidas por el relato de lo que vio Martínez en el Congo años atrás. «Llama la atención que haya esta desigualdad social, que en España tengamos de todo, agua y comida, mientras en África, como hemos visto en las imágenes, hay supermercados sin casi nada», señala Aina en referencia a una fotografía proyectada durante la conferencia. En ella aparecen estantes vacíos. «Si hubiese más concienciación, habría más gente dispuesta a hacer cosas para que su día a día allí fuese mejor y malgastaríamos menos cosas», añaden estas alumnas al salir de la charla.

Martínez estuvo en el Congo, «un lugar en el que acababan de salir de una guerra», y trabajó sin descanso con jóvenes de las edades de los asistentes a su conferencia de este martes, o incluso más pequeños. «La gente te recibe muy bien. Hablan francés y suajili y siempre está deseando hacer cosas. En esta imagen [señala la proyección] salen niñas de la calle en una escuela aprendiendo a coser. Nos recibían bailando», cuenta a modo de anécdota.

Derecho a la educación

Martínez trabajó con niños sin padres y estuvo en escuelas con condiciones especialmente precarias. «Cuando las han patrocinado compañías como las hermanas que os cuidan a vosotros, o cualquiera que tenemos en España, son escuelas como las nuestras, con pupitres, asientos y demás», matiza. Eso sí, en el resto de casos esos centros implican «ir todos los días a clases en las que no hay ventanas ni nada». «Imaginaos un aula de adobe, es decir, fría. No hay pizarra. Vi que escribían con piedras sobre una plancha de metal oxidado», relata dirigiéndose al alumnado de la Consolación.

Profesor "cada mes o cada dos meses"

Vio que en aquella simulación de pizarra había algunas letras escritas y, tras pronunciar cuatro cosas en voz alta, Martínez se giró y vio que «los niños estaban sentados en palos de gallinero esperando ya que les diese la lección». Deseaban aprender y no tenían posibilidad de recibir una educación en condiciones. «Le pregunté al jefe de la tribu cuándo iba a llegar el profesor y me dijo que venía una vez al mes o una cada dos meses, cuando podía», explica.

La jornada de este martes, día grande de la Consolación, se enmarca en toda una semana de actividades lúdicas en este centro para conmemorar que el 6 de febrero de 1859 el sacerdote Sebastián Gili Vives fundó la Congregación de Agustinas Hermanas del Amparo, «con la intención de dar continuidad a su obra social y ampliarla», tal y como explica Cati Palau, jefa de estudios de Secundaria y Bachillerato.

En el centro, la delegada insular de Manos Unidas, Margarita Portas, junto con las voluntarias Gloria Betancur y Chelo Gil.

En el centro, la delegada insular de Manos Unidas, Margarita Portas, junto con las voluntarias Gloria Betancur y Chelo Gil. / Toni Escandell

Ayer también se impartió esta charla en Juan XXIII y hoy se hace en el colegio Can Bonet, mientras que mañana jueves es el turno del instituto Sa Serra, explica la delegada insular de Manos Unidas, Margarita Portas. Roberto Martínez también impartió su conferencia ayer a las 20 horas en el salón parroquial de Santa Creu, en un acto abierto al público adulto.

La bofetada de realidad de un viaje a Tanzania con Manos Unidas

La delegada insular, Margarita Portas, apuesta por la toma de conciencia en los jóvenes

Si alguien tiene claro que hay que pasar a la acción para erradicar la desigualdad y afrontar el cambio climático es Margarita Portas, delegada insular de Manos Unidas. De la misma manera que el formador Roberto Martínez, ella también estuvo como voluntaria en África. Fue «hace unos seis o siete años» y, en su caso, se desplazó a Tanzania. «Recuerdo cuando acabábamos de inaugurar una bomba de agua y los muchachos se quedaban alucinados. Esa gente tenía que andar seis kilómetros para ir a buscar agua que a veces no era buena», recuerda la delegada en conversación con este diario en la Consolación.

«Manos Unidas hizo una canalización en una comunidad formada por doce pequeñas comunidades, y en cada una se instaló una bomba de agua. Esto fue vida para aquella gente», añade Portas, que fue hasta Tanzania en un viaje de formación organizado por la ONG. En total, eran seis mujeres de toda España. Aquella experiencia Portas la resume como «una bofetada de realidad».

La campaña ‘El efecto ser humano’ de Manos Unidas se centra especialmente en denunciar la llamada «injusticia climática»: «Las personas más vulnerables no tienen los recursos para hacer frente a estas situaciones y son los que más sufren las formas de consumo y producción de los países desarrollados», señalan desde dicha entidad.

«¿Dónde hay sequías antes que en otras partes? En los países del sur. Nosotros estamos viviendo el cambio climático, sobre todo este año, pero hay mucha diferencia respecto a lo que sufren allí. No tienen ni agua buena para beber», apunta la delegada.

Con todo, Portas llama a pasar al compromiso: «Creo que nos tenemos que activar un poco más. Hay muchas personas que sí que están muy concienciadas y trabajan en ello, pero es clave contar con el apoyo de la juventud, que tenga conciencia y valore lo que tiene». Así, expresa que vivir en la abundancia, como ocurre actualmente en esta parte del mundo, puede llevar a no valorar los recursos materiales y naturales con los que uno cuenta. «Yo ya tengo una edad y nunca me ha faltado de nada, pero antes no había esta abundancia y valorábamos mucho todo. Creo que eso nos aportaba más felicidad», concluye.

Suscríbete para seguir leyendo